La Comisión Europea flexibilizará las condiciones del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia para que las inversiones se aceleren y se pueda cumplir con los plazos establecidos. Así consta en un borrador, que incluye que los estados podrán reducir la información que trasladan a Bruselas dos veces al año, en relación a los avances del Plan de Recuperación.

La Comisión quiere evitar que la burocracia retrase las reformas porque el plazo es claro: verano de 2026. En varias ocasiones, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha cerrado la puerta a ampliar los plazos. Hacerlo supondría reformar el reglamento del fondo y, para ello, tendría que contar con el visto bueno de todos los estados miembros.

Así, aun sin alargar los plazos para que se acometan las inversiones, la Comisión abre la puerta a algunas medidas que permitan reducir la carga administrativa. Como adelantó eldiario.es, esta es una de las cuestiones que ha detectado el ejecutivo comunitario y que busca solventar de cara a los dos años en los que se seguirán sucediendo los pagos.

Según los datos recogidos por Bruselas, los estados han recibido alrededor de 240.000 millones de euros entre ayudas y préstamos. Esto supone un 37% del total de más de 600.000 millones presupuestados para los 27. Hasta la fecha, la Comisión tiene desembolsos pendientes, como son los 10.000 millones de euros que corresponden a España como cuarto pago del Plan de Recuperación, pero sigue lejos de alcanzar, al menos, la mitad de los recursos.

Pero no es una cuestión que afecte únicamente a nuestro país, sino que se refleja en que de las reformas previstas hasta marzo de 2024 se completaron el 85%, una cifra alta pero que deja incumplido el objetivo marcado al principio. Además, hay países que únicamente han recibido los fondos correspondientes a la prefinanciación, como Irlanda, Países Bajos y Suecia.

"En esta coyuntura, y habida cuenta del carácter temporal del MRR, todos los esfuerzos colectivos deben centrarse en la plena y oportuna aplicación de los planes de recuperación y resiliencia (PRR) para 2026, si es necesario abordando los cuellos de botella cuando surjan", resume la Comisión en el documento.

El borrador propone que los estados puedan modificar algunas de las reformas que se incluyen en sus planes de recuperación si se explican los motivos del cambio. Pone como ejemplo la puesta en marcha de una planta hidroeléctrica, de la cual se podrían alterar ciertas características si el país en cuestión justifica que se va a producir más energía o que se van a ahorrar recursos.

De la misma forma, se da la posibilidad de que se financien inversiones con mecanismos de financiación ya existentes, si se demuestra que crear uno nuevo perjudica y pone más trabas administrativas y que esto, a su vez, retrasa la puesta en marcha del proyecto.

En definitiva, la Comisión aporta más “claridad” sobre cómo modificar un plan o cómo proponer una alternativa sin “reducir la ambición del plan”. Además, Bruselas descarta que estas modificaciones se tengan que revisar y validar cada vez que se produzcan. Es decir, a no ser que sean cambios muy significativos o que necesitan una justificación mayor, el país no tendrá que esperar a recibir el visto bueno de la Comisión para, de esta forma, evitar más retraso en la ejecución.

34.000 millones en España

En abril, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, afirmó que de los 69.528 millones de euros que España había recibido del Plan de Recuperación, se habían resuelto 34.394 millones, lo que supone más de la mitad de los recursos. Desde el Ministerio consideran que la ejecución va “a buen ritmo” y señalaron que se están licitando unos 1.500 millones de euros al mes.

Nuestro país comenzó liderando la recepción y ejecución de los fondos del Mecanismo europeo, sin embargo, ahora otros países ya han recibido el cuarto pago, mientras que España está esperando la validación de los hitos por parte de la Comisión. Italia, Croacia y Portugal ya han recibido esos fondos desde Bruselas.