"Este gobierno no hace recortes", recalcaba este martes la portavoz del Govern, Patricia Plaja, la ser preguntada por el freno a las contrataciones de verano en la sanidad pública catalana. Pero lo cierto es que el relato de los gerentes de los principales hospitales catalanes, o el sindicato Médicos de Cataluña (MC), es el de un verano de recortes, especialmente en Barcelona. El Govern asegura, eso sí, que se reforzarán las plantillas en las zonas turísticas.

El Hospital Vall d'Hebron, en Barcelona, cerrará cerca de 300 camas los meses de julio, agosto y septiembre. También el Arnau de Vilanova y el Doctor Trueta, los hospitales de referencia de Lleida y Girona respectivamente, afrontan recortes respecto a la dotación del verano pasado. Y los centros de Atención Primaria de Barcelona han recibido órdenes de no contratar a sustitutos para las vacaciones estivales este verano.

El sindicato MC tacha de "irresponsabilitat" la decisión del Instituto Catalán de la Salud (ICS), que ha anunciado a los directores de CAP que este verano se restringirá la contratación de personal de refuerzo y no renovarán los contratos eventuales. Consideran "totalmente injustificada la aplicación de estos recortes" y recuerdan que el Govern aprobó en abril un crédito de 1.850 millones de euros para atender los incrementos de gasto en Salud.

Pendientes del Plan de Verano

De hecho, la partida de Salud es de 14.083 millones gracias a ese crédito extraordinario que se suma a los 12.232 millones de los presupuestos de 2023, prorrogados para este año. Desde el Govern argumentan que la sanidad catalana tiene 5.000 profesionales más que en 2019, pero el conseller Manel Balsells se escuda en la falta de presupuestos para argumentar que "no tenemos bolsa de dinero para actividad complementaria, tendremos que gestionar mejor" los recursos disponibles.

Desde el sindicato de médicos apuntan que con ese presupuesto el Departamento de Salud "puede reorganizar partidas y redefinir prioridades para situar la asistencia siempre en primer plano".

La próxima semana el departamento presentará su Plan de Verano -que otras comunidades ya han presentado con vistas al Consejo Interterritorial de Salud que se celebró el miércoles- en el que dará cuenta de la campaña de verano a nivel asistencial. Entonces se conocerán los detalles de este ajuste asistencial que ellos denominan de "contención económica" y que para médicos y enfermeras son "recortes". 

Presión sobre los grandes hospitales

Tres elementos tensionan la gestión de personal en los grandes hospitales catalanes: la voluntad de la Consejería de "centrifugar" personal a dispositivos más pequeños, el Tercer Acuerdo de Salud, que ha multiplicado los costes laborales con la subida de sueldos, y la falta de presupuestos para 2024.

En el caso de Vall d'Hebron, las restricciones suponen que durante los tres meses de verano disminuirá su actividad hasta un 30% más que el año pasado y reducirá al mínimo la actividad quirúrgica programada no urgente, además de cerrar casi 300 camas. Balsells advierte, eso sí, que se seguirán atendiendo las urgencias.

Esta primavera, los trabajadores de Vall d'Hebron acusaron la Consejería de hacer "recortes encubiertos" con su política de reequilibrio territorial después de que el departamento pidiera a los grandes hospitales de Barcelona -básicamente Clínic, Sant Pau y Vall d'Hebron- que no renueven los contratos temporales para que esos profesionales optaran por otros centros con menos recursos, ante la falta de profesionales en el sistema.

En el caso de los centros de atención primaria de Barcelona, la Consejería ya les ha advertido de que no podrán contratar personal sustituto para las vacaciones, no prorrogará los contratos eventuales, cerrará los servicios de infecciones de transmisión sexual (ITS) de gran parte de los centros de salud de Barcelona y limitará la actividad de centros de atención continuada.