El Banco Central Europeo (BCE) cumplió con lo previsto por el mercado y bajó los tipos en 25 puntos básicos. Un movimiento que era esperado, por lo que la atención se centró en la intervención de Christine Lagarde, presidenta del organismo. En sus declaraciones volvió a dejar claro que no van a adelantar la hoja de ruta del BCE sobre la política monetaria y que todos los movimientos dependerán de los datos. Pero dejó claro que no se van a comprometer a una serie de bajadas. Los bancos celebraron que Lagarde enfriase las expectativas de más bajadas este año

Las seis entidades que cotizan en el Ibex 35 registraron subidas este jueves tras las declaraciones de la presidenta. La posibilidad de que Lagarde congele la baja de tipos hizo que la banca ganase 4.100 millones de euros en bolsa. Y es que la primera espada del BCE reiteró en numerosas ocasiones durante su intervención que van a ir reunión a reunión y que no van a decidir nada sobre los tipos hasta que no tengan los datos disponibles. 

Los mercados llegaron a la reunión esperando tres recortes en 2024, pero temiendo que el BCE adoptara una posición conservadora sugiriendo que los recortes tardarían más en llegar. La revisión de las previsiones macro azuzó este miedo. El BCE cree que en 2024 la economía crecerá más y con más inflación de lo que pensaba en el mes de marzo.

"No nos estamos comprometiendo previamente con una trayectoria de tipos particular", ha repetido en varias ocasiones la presidenta del BCE, añadiendo que, en cualquier caso, la entidad está dispuesta a ajustar todos sus instrumentos dentro de su mandato para garantizar que la inflación regrese al objetivo de medio plazo y preservar el buen funcionamiento de la transmisión de la política monetaria.

A pesar de los avances de los últimos trimestres, Lagarde reconoció que las presiones sobre los precios internos "siguen siendo fuertes" a medida que el crecimiento de los salarios es elevado, por lo que ha advertido de que es probable que la inflación se mantenga por encima de la meta hasta bien entrado el próximo año. De hecho, las últimas proyecciones de los expertos del Eurosistema para la inflación general y básica se han revisado al alza para 2024 y 2025 en comparación con las proyecciones de marzo. En concreto, se anticipa que la inflación general de la zona euro se sitúe de media en el 2,5% en 2024, el 2,2% en 2025 y el 1,9% en 2026.

De vuelta a los bancos, CaixaBank fue el valor que más subió un 3,87% hasta los 5,2 euros. Bankinter le acompañó en el podium con un avance de casi el 3% y en tercera posición se situó BBVA, que subió un 2,6%. Una subida de más del 2% registró Unicaja. Finalmente, Banco Sabadell y Banco Santander avanzaron un 1,3%. Todas estas subidas se han traducido en una ganancia de más de 4.000 millones de euros. 

Estos avances llegan dos días después de que el sector bancario sufriera una fuerte caída en bolsa. En ese momento, fuentes del sector financiero explicaban que estas bajadas podían ser un anticipo de la decisión de tipos del BCE, aunque matizaban que ya estaba descontada. No obstante, es una corrección generalizada en toda Europa.

Fuentes del mercado explican que no hay un motivo o una causa especifica, "salvo la caída de sus yields (rentabilidad/rendimientos)". Asimismo, apuntaban a que hay que tener en cuenta que los mercados están "muy calientes" y llevan así durante todo el año y "este tipo de correcciones son normales, los mercados se tienen que tomar respiros de vez en cuando".

Francisco Quintana, director de Estrategia de Inversión de ING, asegura que la rueda de prensa, Lagarde ha sido lo suficientemente ambigua como para no disparar el temor de que este sea el único recorte este año. A pesar de sus comentarios sobre el riesgo que el crecimiento de beneficios y salarios supone y su insistencia en que las decisiones se tomarán reunión a reunión y en función de los datos, los mercados han terminado viendo el posicionamiento como neutral.

Quintana ve esta reunión como un punto de inflexión. No sólo porque se recortan tipos—el BCE lo ve como “reducir la restricción”—, sino porque se recortan a pesar de que la inflación y las previsiones de crecimiento inmediato suben. “Es decir, es un punto de inflexión porque el BCE está mirando al futuro y es la primera vez que ocurre en varios años. Recordemos que el BCE no empezó a subir tipos hasta muchos meses después que EEUU y con la inflación muy elevada”, ha explicado.

Axel Botte, responsable de Estrategia de Mercados de Ostrum AM (Natixis IM), considera que Christine Lagarde tuvo dificultades para justificar una bajada de tipos en un momento en que los aumentos salariales siguen siendo incómodamente altos. “El mensaje del BCE es difícil de comprender, ya que los recortes de tipos del BCE se aplican junto con el endurecimiento cuantitativo. Aun así, el BCE podría recortar más en septiembre, cuando actualice sus previsiones macroeconómicas”, puntualiza.

Por su parte, Ann-Katrin Petersen, chief investment Strategist para Alemania, Austria, Suiza y Europa del Este en el BlackRock Investment Institute, considera que el BCE no va a recortar mucho y rápido. “Los inversores deben tener en cuenta el panorama general: los tipos en la zona euro probablemente se mantendrán estructuralmente más altos que antes de la pandemia”, apunta.