Pablo Carbonell (61) se separa de su mujer, María Arellano, después de 18 años juntos. Una información que ha ofrecido Semana en exclusiva y que significa el final de una de las relaciones más estables del panorama audiovisual español. Hace nueve años que se casaron, pero ya para entonces llevaban otros nueve juntos.

La ruptura de ha producido de mutuo acuerdo, según ha publicado la revista, y Pablo Carbonell se ha quedado en la residencia familiar en la que vivían juntos. Por su parte, María Arellano se ha trasladado con la hija que tienen en común, Mafalda, que sufre una enfermedad rara.

Su ruptura le separa de su hija

La joven de 16 años fue diagnosticada con artrogriposis múltiple congénita cuando nació, una dolencia que le dificulta flexionar y extender las extremidades. Pese a las operaciones (hasta siete) que le hicieron de pequeña, Mafalda ha bailado y actuado toda su vida, e incluso ha hecho su debut ante las cámaras.

Pero Mafalda no es la única descendencia de Pablo Carbonell, que tuvo otra niña fruto de su primer matrimonio con Titina, la que fuera su novia de toda la vida. Pero Carlota, su primera hija, tiene más de 30 años y es independiente.

La ruptura de Pablo Carbonell con su pareja no es la única. Parece que en los últimos tiempos los divorcios y los puntos finales a relaciones longevas están a la orden del día. Si en 2023 se multiplicaron las rupturas en Hollywood, parece que 2024 no se queda atrás. Hace solo unos días se conoció que Laura Sánchez (43 años) y su pareja, David Ascanio (48), también habían puesto punto y final a su matrimonio.

Laura Sánchez y David Ascanio

Según han desvelado, no pudieron superar una crisis que llevaban sufriendo desde el pasado verano. "Todo ha sido desde el amor. Somos familia después de 15 años. Pasan estas cosas y desde el amor se toman decisiones por el bien de los dos", confesaba Laura Sánchez tras publicarse la exclusiva. La última vez que se les había visto juntos era el pasado 13 de febrero en el cumpleaños de Bibiana Fernández, por lo que la ruptura se ha producido en los meses posteriores. Sin embargo, ellos dejaron claro que no se trataba de una decisión reciente ni tomada a la ligera.

Después de quince años juntos y tras seis de matrimonio, la pareja ha puesto fin a su convivencia. En este caso, ha sido Laura quien se ha quedado en el hogar familiar. Se detalló que no había habido ni enfrentamientos, ni terceras personas ni malos rollos, y que se había tomado la decisión desde el amor. En las declaraciones posteriores ambos han asegurado que se encontraban bien pese a la ruptura.

Amelia Bono y Manuel Martos

En febrero de este mismo año hubo otra ruptura que puso fin a un matrimonio de larga duración. Aunque en este caso fue menos sorpresa, puesto que era la segunda vez que rompían. Amelia Bono y Manuel Martos se separaron tras quince años casados y después de haberse dado una segunda oportunidad. En 2021, la pareja tomó la decisión de pausar su relación, aunque en ese momento no se sabía si volverían o no.

Tardaron un año en reconciliarse, pero finalmente el romance no siguió adelante. Sin embargo, ellos siempre han demostrado la mejor de las relaciones y siguen haciendo planes en común. Tienen cuatro hijos en común: Jorge, Manuel, Gonzalo y Jaime. Por lo tanto, su primera prioridad es el bienestar de la familia.

¿Ha muerto el amor?

Hay muchas otras rupturas que han sorprendido al público en los últimos meses, como Carlota de Mónaco y Dimitri Rassam tras siete años juntos. O Chiara Ferragni y Fedez, que llevaban también saliendo desde 2017. Pero, ¿qué está pasando? ¿Acaso ha muerto el amor?

La periodista y terapeuta de pareja Mara Mariño también ha notado que existe cierta mala racha de rupturas. "No por una cuestión de que haya menos amor o este se encuentre en crisis, sino porque, gracias a la información que tenemos hoy en día disponible, somos más emocionalmente conscientes", comenta.

Percibe crecimiento personal, una "labor de autoconocimiento" para identificar qué pareja queremos a nuestro lado o qué tipo de relación nos interesa. Además, añade que "la soltería ha ido perdiendo la connotación negativa que podía tener hace unos años, así que romper ya no es algo que dé miedo".

La peor temporada para el amor es el otoño

Mara admite que quizás ya no tiene tanto sentido como antes creer en el amor para toda la vida. "Ahora es más raro que conozcamos a una persona y solo tengamos esa única relación. Puede pasar, pero no es lo habitual", comparte. Además, señala que ahora están repuntando los divorcios en personas de más edad, a partir de los 50 años. "Y la esperanza de volver a encontrar el amor no se ha perdido. Está ahí porque somos seres afectivos y lo que más deseamos es querer y ser queridos", añade.

Pero ojo avizor, porque según desvela, el peor momento para las parejas es el otoño y no el verano, como muchos podrían creer. "El mayor riesgo para las parejas es a la vuelta de las vacaciones", comparte. Porque el verano es una etapa que, "aunque no lo parezca, da mucho pie a reflexionar con calma sobre qué quieres con tu vida y del amor". Pero como no quieres amargar a tu pareja, esperas a la vuelta a la rutina para tener la conversación.