Nelson Mandela, conocido mundialmente por su lucha contra el apartheid y su presidencia en Sudáfrica, es el centro de un fenómeno psicológico fascinante, el efecto Mandela. Este término surge de la confusión colectiva sobre su muerte, ya que muchas personas creen erróneamente que falleció en prisión, cuando en realidad murió en 2013, después de haber servido como presidente.

Este fenómeno, donde grupos grandes de personas comparten recuerdos incorrectos, plantea preguntas intrigantes sobre la memoria humana.

Qué es el efecto Mandela

El efecto Mandela ocurre cuando una persona o un grupo de personas recuerdan un evento de manera diferente a como sucedió realmente. Esta distorsión de la memoria colectiva es más común de lo que parece. Además del caso de Mandela, existen múltiples ejemplos en diversos contextos. Pero la pregunta que se hacen expertos y no tan expertos es cómo es posible que nuestros cerebros nos engañen con recuerdos tan vívidos pero incorrectos.

El efecto Mandela es un ejemplo extremo de falsos recuerdos, donde el cerebro "recuerda" eventos que no ocurrieron o los altera significativamente. Este fenómeno no se limita a recuerdos individuales, sino que afecta a grupos completos de personas. Un ejemplo cotidiano podría ser recordar haber comprado un cartón de leche, solo para descubrir al llegar a casa que no está allí.

Un estudio en la revista Consciousness and Cognition sugiere que estos falsos recuerdos pueden originarse en nuestro sistema de automemoria. Este sistema interconecta nuestras memorias episódicas, autobiográficas y otras, construyendo recuerdos con el objetivo de prepararnos para el futuro, simulando escenarios basados en experiencias pasadas. Sin embargo, este sistema puede fallar, y las razones detrás de estos fallos todavía no están completamente claras.

Características del efecto Mandela

El IEPP identifica dos características clave del efecto Mandela:

  • La memoria difiere en redacción o apariencia del hecho original.
  • Este fenómeno no es aislado, sino que es compartido por un gran número de personas.

Varias teorías intentan explicar el efecto Mandela:

  • Efecto de la desinformación: Nuestra memoria puede adoptar información incorrecta como real si no tenemos un recuerdo sólido del evento.
  • Sesgo de confirmación: Tendemos a recordar información que confirma nuestras creencias preexistentes.
  • Criptomnesia: El cerebro puede incorporar escenas imaginadas como recuerdos verdaderos.
  • Falsa atribución a la memoria: Nos cuesta aceptar nuevas interpretaciones de recuerdos que ya creemos firmes.
  • Disonancia cognitiva: El cerebro rechaza información que contradice nuestras creencias establecidas.

La explicación científica al efecto Mandela

El efecto Mandela solo se considera como tal cuando los falsos recuerdos son colectivos. Los científicos han estudiado este fenómeno y no han encontrado diferencias en el comportamiento cerebral entre la creación de recuerdos verdaderos y falsos. Esto sugiere que el efecto Mandela ocurre de manera natural y espontánea, y que cuando muchas personas comparten el mismo recuerdo falso, este se solidifica.

Aunque se han propuesto varias teorías, no hay una explicación definitiva de por qué grandes grupos de personas comparten estos recuerdos falsos. Algunos especulan sobre la influencia de factores sociales y culturales, o incluso sobre la posibilidad de manipulación por parte de poderes dominantes.

El efecto Mandela sigue siendo un enigma, destacando la complejidad y fallibilidad de la memoria humana. Nos recuerda que la percepción de la realidad puede ser subjetiva y que nuestra memoria, por más confiable que parezca, puede engañarnos. La honestidad intelectual nos obliga a cuestionar nuestros recuerdos y a verificar los hechos, reconociendo que la realidad puede ser diferente a lo que recordamos.