Iryo, la compañía ferroviaria de alta velocidad, llegará al verano con la amenaza de una huelga en la compañía. El Sector Federal Ferroviario de la Confederación General del Trabajo (SFF-CGT) ha presentado en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) el anuncio de huelga para los días 28 de junio y 5 de julio si la dirección de la empresa no se sienta antes a negociar un convenio colectivo como le lleva meses exigiendo.

"Se han producido diferentes reuniones con CGT en las que ha habido contacto fluido, positivo y voluntad de negociar por ambas partes, pero actualmente las elecciones aún se encuentran abiertas en algunos territorios y no se puede continuar dicho proceso de negociación hasta que estas no concluyan", zanjan desde la empresa que dirige Simone Gorini.

Fuentes sindicales consideran que no es necesario esperar a la negociación del convenio para cambiar algunas condiciones laborales dentro de la compañía participada por Trenitalia, Globalvía y Air Nostrum. Entre otras cosas, asepectos relativos a dietas, seguros, turnos o pluses. Las elecciones sindicales están pendientes en el centro de trabajo de Valencia para el 27 de junio. En otras ubicaciones como Madrid y Barcelona ya hay comités constituidos, mientras que en Zaragoza, Málaga, Sevilla o Córdoba ya hay delegados elegidos. Al margen de los 10 de CGT, también hay representantes de CCOO (4), Semaf (4) y Alferro (4).

"No ponen fechas y van dilatando las cosas en el tiempo y los trabajadores se cansan porque van añadiendo carga de trabajo", remarcan las fuentes sindicales consultadas. La compañía, con cerca de 500 trabajadores, se encuentra ahora mismo en pleno proceso de expansión de sus servicios y mira ya nuevos destinos a los que operar con la segunda fase de la liberalización ferroviaria que está diseñando el Gobierno.

"Siempre ponen como excusa que hasta que no haya convenio no van a cambiar nada y, en cambio, con los maquinistas sí que se sientan a hablar", lamentan. El sindicato de maquinistas Semaf -con cuatro representantes en la compañía- está negociando un convenio franja tras lograr mejoras en sus condiciones el año pasado. Se trata de un convenio que solo afectaría al personal de conducción y no al resto de trabajadores de la empresa como personal de oficina, de mantenimiento, tripulantes de tren o agentes de asistencia en tierra.

Fuentes del citado sindicato se limitan a decir que dicha negociación "avanza favorablemente", por lo que nada apunta a que vayan a sumarse a los eventuales paros anunciados por CGT. Ese sería un factor limitante para que las citadas jornadas de huelga puedan tener un impacto significativo en la operadora de alta velocidad que obligue a cancelar servicios. Ahora mismo, Iryo llega a once destinos españoles y tiene una cuota de mercado del 26% frente a rivales como la pública francesa Ouigo o la española Renfe.

Precisamente, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) imponía a esta última hace unos días una serie de condiciones adicionales para evitar la fuga masiva de maquinistas desde las operadoras privadas hacia la pública cada vez que ésta convoca una oferta pública de empleo. Según la CNMC, la operadora que preside Raül Blanco emplea a aproximadamente el 90% de los maquinistas que hay España y contrata a una media de 550 nuevos al año.  

Dentro del proceso de expansión, Iryo presentó hace unos días la segunda fase de su marca de multimodalidad -bautizada como 'Iryo Conecta Más Destinos'-, con la que el operador apuesta por la interconexión de medios de transporte desde los trenes hasta la llegada al destino final mediante taxis, autobuses, aviones y barcos. En este sentido, anunció dos acuerdos más con compañías como son Vectalia y la naviera GNV (Grandi Navi Veloci). 

Se trata de una estrategia con la que la compañía pretende este verano ampliar la oferta multimodal y llegar a más de 50 destinos turísticos. En el mismo foro, Gorini avanzaba una posible subida tarifaria. "Claramente, los precios van a subir, inevitablemente, pero esta subida tendrá que ser coherente con el nivel de calidad que estamos dando", explicó. En este sentido, dijo que al mercado ferroviario español todavía le queda "camino por recorrer" y considera que entra ahora en una fase de "estabilización".