El presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte, ha celebrado que Pedro Sánchez vea necesario cambiar el modelo de elección de los magistrados del Tribunal Supremo, pero advierte de que los nombramientos "deben persistir residenciados en el CGPJ por imperativo de la lógica constitucional". En una carta que ha remitido este jueves a las presidencias del Congreso y el Senado, Guilarte a título personal alega que "no es en ningún caso admisible" llevar los nombramientos a "la zona de influencia del Gobierno".

Guilarte --según el comunicado que ha enviado CGPJ-- actualiza así la propuesta que ya envió a las cámaras sobre la modificación del sistema de nombramiento de magistrados del Tribunal Supremo y de cargos gubernativos del Poder Judicial y de designación de los vocales del órgano de gobierno de los jueces. Se lamenta, además, de que ni Congreso ni Senado le emitieran de vuelta un acuse de recibo.

El presidente defiende que se puede extraer algunos nombramientos del Consejo para hacer este órgano menos atractivo a los políticos e incentivar la renovación, pero dice, sin embargo, que "no tiene sentido alguno volver a épocas pasadas si bien con distintos protagonistas", en referencia al periodo en el que el Ministerio de Justicia estaba a cargo de los nombramientos.

"Ante las dudas que pueden suscitar las palabras del presidente [Sánchez]es imprescindible aclarar este extremo, pues la amenazante alternativa esbozada resultaría aterradora y directamente encaminada a evitar cualquier acuerdo", señala. Para él, aunque no se puede sustraer la competencia del CGPJ sí se puede añadir una mayor presencia de la carrera judicial.

Su propuesta

A su juicio, las presidencias de audiencias, tribunales superiores y salas las deben elegir los propios jueces del territorio afectado o la sala correspondinete. "Los candidatos habrán de presentar un programa de actuación sobre la mejora en su caso del órgano para la valoración de los electores. Reglamentariamente podrán determinarse exigencias adicionales de antigüedad, en su caso vinculación con el territorio", reza.

Guilarte añade a la propuesta que ya había hecho la posibilidad de designación rotatoria en las presidencias para que no haya tantas riñas por colocar a los cabecillas. Por ejemplo, en las presidencias de las audiencias provinciales y los tribunales superiores de justicia. "Se eliminan los criterios discrecionales para los cargos gubernativos y se asume cierto grado de autonomía que permitiría a los presidentes adoptar decisiones que a veces pueden desagradar a sus 'electores', pero que son aconsejadas por el buen funcionamiento de la Justicia".

En este sentido, el CGPJ se reservaría la competencia para convocar y organizar el proceso electoral y garantizar su correcto funcionamiento, así como acordar el nombramiento y ratificación del candidato propuesto. Cree que "la dificultad práctica de valorar los méritos exigibles para acceder a estos cargos" conlleva a la aleatoriedad y esto propicia que los jueces afectados sean "quienes mejor estén en condiciones de valorar la capacidad y liderazgo de quienes pudieran acceder".

Sobre el Supremo, Guilarte propone una "comisión cualificada, mayoritariamente compuesta por vocales y magistrados del Tribunal supremo, presidida por un vocal magistrado del Tribunal Supremo, si lo hay, o especialista en la materia, si lo hay, en todo caso con nivel de cualificación similar a la de magistrado del Tribunal Supremo, en caso contrario". La Comisión podría estar compuesta por cinco miembros de "cualificación parangonable con la plaza que se saca a concurso" en la que se integrarían vocales del CGPJ.

Sánchez entra en su círculo

Guilarte dice que retoma "su insistencia" al saber que la negoación para renovar el CGPJ se ha vuelto a estancar y que "cerrados los ciclos electorales, al menos por el momento, no hay excusa que diluya la necesidad de acometer su solución". Para él, el mensaje de Sánchez "abre la puerta a la espernza" porque "asume la idea de que el problema radica en la fórmula de elección de los altos cargos judiciales". "Bienvenido al círculo de quienes así lo creemos", añade.

El presidente interino recuerda que no son ellos, los vocales del CGPJ, los "culpables" de la actual situación y que por eso no cabe exigerles respuesta: "Unos y otros parecen buscar una cuota mayoritaria en la composición del CGPJ a través de la designación de personas ideológicamente afines para, como segundo hito, persistir numantinamente en que los así designados puedan actuar tal competencia discrecionalmente".