El partido Sumar afrontará un rearme interno "lento", así lo ha afirmado este jueves en los pasillos del Congreso de los Diputados el portavoz parlamentario del Grupo, Íñigo Errejón. Horas antes de la reunión del Grupo de Coordinación que dará esta tarde los primeros pasos tras la dimisión orgánica de Yolanda Díaz, la líder del proyecto. Ella seguirá como líder política del espacio, será candidata en los procesos electorales y enlace con el PSOE dentro del Gobierno. Igualmente, se encargará de las políticas desde el Ejecutivo. Errejón, ante la expectación de la reunión, ha aproximado que se optará por un grupo colegiado que asuma el rol y las tareas organizativas que desarrollaba Díaz. Todo temporalmente.

Errejón ha anticipado que en la primera toma de contacto post Díaz de ese órgano, el de mayor peso y competencias entre asambleas, "no pasará nada extraordinario". Se solventará el vacío dejado por la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, y, con ello, "la dirección política de Sumar comenzará un proceso de reflexión política para ver cómo se revierten unos resultados que en toda Europa y en España han sido negativos. Ver cómo se pone en marcha la legislatura y ver cómo las ideas de la democracia, de la justicia social y de la igualdad se pueden abrir paso frente a las ideas del odio del penúltimo contra el último", adelantó.

En este Grupo Coordinador solo están presentes miembros de Sumar —el movimiento, no la confluencia—. La ponencia política y estatutaria aprobó una distribución de un 70% para ellos y un 30% para los socios que habían decidido implicarse en la construcción de las siglas. Aunque los planes eran que los Comunes se integrasen después de las elecciones catalanas y si lo hiciesen el resto de socios directos, las tensiones con Izquierda Unida y Más Madrid a la hora de tejer la candidatura europea, en el que los resultados finalmente les han dejado fuera, paralizaron esa integración.

Por eso, el órgano previsto para 110 personas, es de 80. Dentro están el propio Errejón, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, o la secretaria de Organización, Lara Hernández, que coge galones para ser el relevo, aunque, de serlo, no va a ser algo inmediato como menciona Errejón. Por dos razones: es un liderazgo femenino y conoce bien a IU, donde, durante el mandato de Alberto Garzón, fue responsable de convergencias. La reunión vespertina está prevista para las 17:00 horas en el Espacio Rastro de Madrid.

Fuentes de Sumar, como el propio Errejón, ya advertían este martes que el proceso requeriría tiempo. Hablan, incluso, de aprovechar el verano, el parón político en el que finaliza el periodo de sesiones parlamentario. Y sin convocatorias electorales de por medio. A expensas de si hay o no una repetición de catalanas en octubre o noviembre. A esas valoraciones, se sumaban otras internas del partido, que apremiaban por resolver el vacío de poder cuanto antes para ponerse a trabajar y no prolongar los problemas. Más allá de lo electoral, en el que la falta de pulso, de participación y el voto útil al PSOE les ha hecho bajar de los 3.044.996 de votos en las pasadas generales a 811.545. Es una retención menor a los 30 puntos porcentuales.

La fórmula de partido que se adopta deberá cohabitar con el fuerte liderazgo de Díaz como portavoz política

El matiz hecho en las últimas horas por Sumar respecto a la continuidad de Díaz es importante. Ella mismo lo hizo en la noche de este martes: no se va, solo cesa en lo que a la configuración del partido se refiere. Seguirá siendo la figura política y la candidata en futuros procesos, así como la interlocutora con el PSOE en el Gobierno. Con Pedro Sánchez.

Bicefalia como el PNV o acción política consensuada

Con la gestora fija, será tiempo de abordar qué quiere ser Sumar. Tanto de forma interna entre sus integrantes, como mediante una mesa de partidos, solicitada de Más Madrid y que los magentas aceptan. Hay dos opciones viables. Pero que marcarán esa relación. La primera es la de una alianza más "horizontal", donde las cuotas previstas se diluyan y el peso sea compartido por todos los socios dentro de "un grupo colegiado". Que se establezca una dirección orgánica que establezca los propósitos políticos y se encargue de la fontanería interna, y que, al mismo tiempo cohabite con Díaz como cabeza de cartel y voz pública.

Díaz, cabe recordar, y así lo reafirman fuentes de la formación, seguirá integrada en el Grupo Coordinador, y será una parte más en la toma de decisiones. No gusta a otros, por el simbolismo y su peso político. Se cree que si se da el paso, debe ser total, desentendiéndose de las decisiones. Esto daría continuidad al proyecto y gustaría a IU, quien por su implantación territorial se ha sentido en cierta parte minusvalorada. Una implantación sobre la que se ha desplegado municipalmente Sumar.

La otra opción, que no gusta a los socios y terminaría por hacer que Sumar fuese un partido más y que la relación con sus socios fuese como con Compromís o Chunta Aragonesista, de mera alianza para listas electorales en generales, europeas o municipales [salvo en la Comunidad de Madrid, la Valenciana o Cataluña, por acuerdo]. Se trata de establecer una bicefalia al estilo de PNV. Es decir, que haya un líder orgánico y uno político: Andoni Ortuzar es presidente del PNV, pero concurren en vascas y generales, Imanol Pradales y Aitor Esteban. Con Díaz centrada en el Gobierno y en los asuntos políticos, los temas internos los llevaría una persona en concreto junto al equipo de coordinación. Habría jerarquía y cuotas respecto a los socios.

Ahora bien, este segundo paso requiere la reforma de la ponencia política, el documento acordado en marzo en la I Asamblea. Y como entonces, conllevaría la convocatoria de un segundo cónclave. Hay uno establecido ya en el calendario, con todo, para finales de año. En otoño, sin fecha exacta. La ponencia organizativa aprobada en la I Asamblea en su título 3, sección E indica: "La Coordinación General ostenta la función de portavocía general y máximo representante de Sumar, tanto a nivel político como institucional. Será la responsable final de la coordinación general de todas las actividades de Sumar". En el punto B del mismo título indica ese procedimiento: "La ratificación de cualquier modificación de los documentos Político, Organizativo, Protocolo de Igualdad y Código Ético, así como de las normas de funcionamiento". Esa bicefalia la han apoyado ya públicamente figuras como Francisco Sierra, diputado por Sevilla.

Los propios socios de Sumar, como el coordinador de IU, Antonio Maillo, reconocen la importancia de Díaz. Por lo que, está claro, que, por su continuidad en el Ejecutivo, y por su perfil electoral, seguirá teniendo un peso inmenso en la toma de decisiones. Ella está focalizada en la agenda social y en cinco ejes en los que destaca la Vivienda.