El sector porcino español tiembla ante la decisión de China de abrir una investigación 'antidumping' contra las importaciones de cerdo provenientes de la Unión Europea. El gigante asiático ha iniciado la misma pocos días después de que la Comisión Europea anunciase su intención de imponer nuevos aranceles a los vehículos eléctricos chinos.

Pekín someterá a estudio tanto la carne de cerdo como la casquería en versión refrigerada y congelada, así como sus derivados. En el sector se tientan las ropas ante un posible golpe por parte del gigante asiático en forma de represalia. No en vano, España es el mayor proveedor de productos porcinos de China con un 21% del total, por delante de países como Estados Unidos (15,9%), Brasil (15,8%), Países bajos (9,0%), Canadá (9,0 %) y Dinamarca (8,80%).

Desde aquí se exportaron allí más de 560.000 toneladas de productos de cerdo por valor de 1.223 millones de euros en 2023, según datos de la patronal del cerdo de capa blanca Interporc. Esto representa el 20,33% del volumen de las exportaciones de porcino de España y el 13,7% del valor.

La encargada de presentar a comienzos de mes una petición para investigar las importaciones de cerdo europeo a China fue la Asociación China de Ganadería. Tras esa denuncia, las pesquisas se pueden dilatar un año y se centrarán en analizar los productos importados en 2023 y en los 'daños' que dichas compras provocaron al sector chino entre 2020 y ese año.

Desde las principales asociaciones agrarias y ganaderas españolas niegan cualquier tipo de prácticas anticompetitivas y lamentan ser víctimas de nuevo de una guerra comercial que parte de otro sector como es la industria automovilística. Desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), confían en que la investigación anunciada no desemboque en un golpe para el sector.

"El sector es puntero e innovador. Y lo que dicen del dumping es completamente falso, porque no hay competencia desleal de ningún tipo", dice un portavoz de la organización. En este sentido, remarcan los altos costes que tienen para los productores tanto la mano de obra como las normativas de bienestar animal.

Si somos los primeros desde hace años es porque lo hacemos muy bien; son muy exigentes y meticulosos sanitariamente"

Jaume Bernis (Responsable de porcino de Coag)

"Claramente no, no existen ningún dumping. Lo único que ocurre son medidas proteccionistas que el Gobierno chino se ve obligado a tomar ante un ataque injustificado de Europa contra sus coches eléctricos", añade José María Castilla, director de la oficina de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) en Bruselas.

Para Jaume Bernis, responsable porcino de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag), nada indica tampoco que haya una posible competencia desleal por parte del cerdo español. "Yo no lo creo y por eso somos los primeros exportadores a China desde hace años, con una relación excelente", explica. De hecho, recuerda que hace años el nivel de exportaciones era incluso más alto. "Y si somos los primeros desde hace años es porque lo hacemos muy bien, porque son muy exigentes y meticulosos sanitariamente", remata.

"Absoluta transparencia"

Desde la interprofesional del cerdo de capa blanca Interporc defienden que las "relaciones comerciales se realizan con absoluta transparencia". Asimismo, señalan que el sector "aboga por el entendimiento en las relaciones comerciales entre la Unión Europea y China, y se pone a disposición de las autoridades chinas para compartir toda la documentación que precisen".

La patronal ya se ha reunido con el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa que dirige Carlos Cuerpo para abordar la situación. "Tenemos que evitar estas medidas o esta escalada de medidas de represalias en el ámbito comercial", ha dicho.

Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha mostrado su confianza en que haya entendimiento con las autoridades chinas porque "las guerras comerciales no son buenas para nadie". Asimismo, ha dicho que hará "cuanto esté en su mano para evitar que esto derive en una guerra comercial". Precisamente, Planas estuvo hace pocas semanas en China apoyando al sector del porcino en la feria SIAL Shanghái 2024.

"Hacemos un llamamiento al Gobierno para que se ponga las pilas", añade Castilla. Si finalmente Pekín adopta represalias, la producción sobrante tendrá que ser asumida por el mercado interior, lo que podría provocar muchos quebraderos de cabeza a los productores.