Debut aciago para Bélgica en la Eurocopa. Los diablos rojos se han estrellado con una sorprendente Eslovaquia que, tras adelantarse en los primeros compases de partido, ha controlado a la perfección las amenazas belgas durante gran parte del choque.

Dos fogonazos marca de la casa de Jeremy Doku hacían pensar que podría ser una buena tarde para Bélgica. El extremo del Manchester City puso el vértigo y la velocidad a disposición del equipo nada más empezar. Una jugada personal de Doku, que arrancó en su campo y finalizó en el corazón del área, dio la oportunidad a Kevin De Bruyne de abrir el marcador. El intento del mediapunta a escasos metros del gol se enredó en la defensa. Romelu Lukaku cazó el balón y, con todo Bélgica a punto de gritar el tanto, remató a las manos de Martin Dubravka.

La saga de ocasiones de Lukaku llegó a su segundo capítulo en menos de cinco minutos, cuando Doku encontró al ariete entre líneas. El ariete se presentó ante el portero en ventaja, pero su intento de regate acabó con el balón lejos de la zona de peligro.

Eslovaquia resistió el empuje inicial de Bélgica y, al revés que sus rivales, castigaró el error a las primeras de cambio. De las botas de Doku salieron gran parte de las intentonas belgas, y el gol eslovaco. El atacante del City trató de superar la presión eslovaca con una frivolidad que acabó con el balón en pies eslovacos y en el punto de penalti. Casteels salvó el primer remate a bocajarro, pero un atento Schranz, al filo del fuera de juego, rescató el rechace para poner por delante a Eslovaquia en el minuto 7.

La propuesta eslovaca sorprendió a Bélgica. Los de Francesco Calzona adelantaron la presión para tratar de esterilizar a los jugones belgas y trataban de salir desde atrás pese a las dudas que ofrecía con los pies su guardameta. Una de esas posesiones dio la posibilidad a Trossard de empatar, pero su intento se marchó alto.

El paso de los minutos y la ventaja del marcador espoleó a Eslovaquia, superior en la primera parte con una intensidad que robó el protagonismo a Bélgica. Aunque si el partido tuvo un protagonista ese fue Lukaku. El tanque belga gozó de otra clarísima ocasión antes del descanso tras un fantástico pase de Carrasco. Otra vez uno contra uno con Dubravka y una vez más que el delantero, presa de las dudas, no terminó de definir.

El paso por el vestuario no solucionó la falta de precisión de Bélgica en los metros decisivos. De hecho, el atasco fue a más. Con 55 minutos de juego, Lukaku volvió a probar fortuna con un derechazo que acabó en el lateral de la red tras una brillante acción defensiva. El saque de esquina originó el primero de los dos tantos anulados a Bélgica. Como no podía ser de otra manera, los dos a Lukaku.

Béglica mejoró notablemente en la segunda parte, pero el ímpetu eslovaco y la disciplina de sus futbolistas permitió que el 0-1 llegara hasta el final. Con Bélgica volcada, el 1-1 se estableció en el marcador por unos minutos después de una acción individual de Openda que acabó con el premio del gol para Lukaku. El delantero, por fin, envió su remate a besar las mallas; sin embargo, una mano previa de Openda y casi imperceptible invalidó el tanto gracias a la intervención del VAR.

Eslovaquia abrazó la sorpresa y después de un esfuerzo titánico llegó al pitido final. 97 minutos y dos intervenciones milimétricas del VAR más tarde, Eslovaquia noqueaba a una Bélgica falta de ideas.