Yo creo que Óscar Puente ha inventado el saco de mierda igual que ha inventado el renfecito (los puntos de Renfe ahora tienen ojitos), o sea como unidad de medida o cuenta de lo ciudadano, de lo público o de lo gubernamental. Lo de los renfecitos merece una serie de dibujos, incluso es posible que Sánchez llame así al propio Puente, Renfecito, algo entre minion y trol de David el gnomo, y eso lo haya inspirado. Pero quizá no es tan mala idea eso de crear una especie de moneda de chocolate para medir las horas, el cansancio y la angustia en los trenes, donde el españolito ha encontrado y perdido carteras, sueño, amores, trabajos y esperanzas. A lo mejor también el fango necesitaba una unidad de medida, y ahí está el saco de mierda como el celemín sanchista. Ahora, los periodistas, los medios, los anunciantes y los ciudadanos podrán ser medidos y evaluados en sacos de mierda por el Gobierno, como estrellas Michelin del fango. Yo creo que la nueva ley de prensa estará llena de sacos de mierda como otras leyes reguladoras están llenas de euros, mililitros o hectáreas.
Puede parecer que Puente, que en el fondo es un particular con aureola de ministro como una corona de Burger King, sólo le arrojaba a Vito Quiles el insulto que tenía más a mano, como el paraguas, el zapato o una quijada de burro. Pero aquí lo importante no es la pesantez simbólica, agropecuaria y antropológica del saco de mierda que se arrojan unos particulares como podrían arrojarse sacos de cuernos. Tampoco importa Puente, entre la mascota y el mandadero. Lo importante es la consideración gubernamental, y pronto legal, que tendrá ese saco de mierda, que va a pasar de bufido de vapor de Renfecito, como un toro mecánico, a medida imperial, como la milla. Sánchez se dispone a repartir arbitrariamente sacos de mierda desde su sotanillo y desde las leyes y ya no serán sacos particulares con mierdas particulares, ya no serán insultos, calentones ni testarazos, sino algo tan exacto y tan terrible como una carta de Hacienda.
Los sacos de mierda, ahora, vengan de Puente como un minion con pala de pocero o vengan del propio Sánchez serán como la mancha negra de los piratas, como condenas papales
Los sacos de mierda serán ahora como sacas de correo, con sello oficial y funcionario ferroviario de la Moncloa a cargo. Los sacos de mierda, ahora, vengan de Puente como un minion con pala de pocero o vengan del propio Sánchez desde la tumba nupcial, gótica, melancólica y falsa de su colchón de enamorado, serán como la mancha negra de los piratas, como condenas papales o, más aún, divinas. El problema no es la educación o la salubridad de arrojar sacos de mierda por parte de ministros que estrenan cartera como pulgares oponibles. El problema es que el Gobierno se arrogue la potestad de repartir sacos de mierda con consideración legal entre periodistas, medios y empresas. Por supuesto, sólo a los críticos, que a los beatones de la prensa del Movimiento los bulos les quedan con la monumentalidad sagrada de una basílica.
Vito Quiles digamos que ha recibido un saco de mierda de aviso o de transición, un saco de mierda sólo de mierda, hasta que vengan los que prepara Sánchez, que serán sacos de mierda de fuego. La verdad es que yo no me pregunto si Vito Quiles es periodista (imaginen, el primer periodista farsante), ni si es un vividor (imaginen, el primer periodista vividor) o un esbirro a sueldo (imaginen, el primer periodista esbirro a sueldo). Pero tampoco me lo pregunto de la simpática Thais Villas cuando la veo hacer entrevistas tontas en el Congreso (una entrevista tonta a un político debería soliviantar más a un periodista que las preguntas de un provocador). Ni de Antonio Maestre, al que veo más activista, propagandista o evangelista que periodista, siempre como con escudilla de místico estreñido y enfurruñado que se ha quedado sin revolución como sin Fin del Mundo.
Tampoco me pregunto si los respetables periodistas de tal o cual periódico de rancio abolengo y columnas salomónicas dicen en realidad lo que piensan y lo que ven, aunque parezca que sólo dicen lo que toca. Ni siquiera me pregunto si las varias asociaciones o federaciones de periodistas son clubes de vinos que defienden no ya a los de una profesión sino a los de una clase o un clan. No me lo pregunto porque no me corresponde a mí, ni tampoco a los periodistas salvajes o de casino, ni menos le puede corresponder al Gobierno, ponerse antes y por encima de la libertad de expresión y de prensa.
El mando gubernamental sobre los sacos de mierda a los periodistas y medios equivale al mando gubernamental sobre la verdad, algo que no puede tener ningún gobierno en una democracia. Hasta la diferencia entre pseudomedios o pseudoperiodistas y medios o periodistas respetables me parece victoriana y antidemocrática. La medida debe ser siempre el hecho, no el medio ni su tamaño o reputación, que es como calificar el testimonio de alguien por su posición social. Ya decía yo el otro día que es mejor no imaginarse una competición de bulos entre el pobre Vito Quiles con paloselfi y la entente formada por Sánchez y su prensa. La verdad, ya saben, la diga Agamenón o su porquero. Pero que lo decida un juez, no el sotanillo de la Moncloa ni “comités de expertos”, auténticos tribunales de honor aunque los prohíba la Constitución (no creo que esto cohíba mucho a Sánchez, claro).
El saco de mierda definitivo, con pesantez y vigencia de guillotina, es lo que nos espera. Mientras, el saco de mierda de simple mierda lo seguirán usando políticos y hasta periodistas, sean de paloselfi o de rango y palquito (es increíble que gran parte del periodismo parezca ignorar el terrorífico giro a la autocracia que plantea Sánchez, o es que ya están a la sombra del colchón monclovita como antes se estaba a la sombra de estilo Remordimiento de El Pardo). Los sacos de mierda (quizá con ojitos), puestos junto a nuestro nombre, pronto nos evaluarán no ya a plumillas o a medios sino a todos, que estas cosas nunca van a mejor. Puede que salgan los domingos en los periódicos respetables, como las esquelas o como la lotería. Ganaremos o perderemos trabajos, sueño y amores por ellos y hasta nos cobrarán de más en el billete de tren, que seguro que te quitan renfecitos por ser facha.
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hace 5 meses
Pues vaya chasco me llevo con la derecha y sus recios defensores de las leyes.
Por un bulo periodístico piden la cabeza de un fiscal
Por intentar enmierdar a un ministro poniendo en juego la integridad de las fuerzas de seguridad por parte de un ultra, se pide la cabeza del ministro por denunciarlo.
En qué quedamos muchachos, leyes y derechos o derechita?
hace 5 meses
Que Vito Quiles pueda ser periodista o no es lo de menos. Lo grave es que Óscar Puente pueda ser ministro del gobierno de España. Que María Jesús Montero o Yolanda Díaz puedan ser ministras (y vicepresidentas) del gobierno de España. Que Pilar Alegría pueda ser ministra del gobierno de España. Que Félix Bolaños… en fin, es que son veintitantos.
hace 5 meses
La primera vez que he oído hablar del tal Alvise, ha sido cuando he visto el resultado de las elecciones a la CE. No tengo ni idea de quién es Vito Quiles. Y tampoco me importa. Pero lo que es inadmisible e intolerable, es el lenguaje grotesco, barriobajero y chabacano, que utiliza con asediudad y total normalidad, todo un ministro del Gobierno de España. A mí no me pilla de sorpresa del todo, porque este elemento fue alcalde de mi ciudad. Pero antes no se proliferaba tanto y digamos, era a nivel localista. En fin, no creo que a estas alturas Sylva Puente vaya a cambiar pero » que no piense el ladrón que todos son de su condición «.
hace 5 meses
Se puede entender la vigorosa defensa del Pp del «profesional periodista» (Quilez) y su ataque al sr Puente. Posiblemente sea como Vox su socio para llegar a la Moncloa y hay que preparar el futuro.
Conociendo la calaña de ese individuo es mas sorprendente su defensa por parte de algunos periodistas aunque no se pregunten si es colega.
hace 5 meses
Espero que los periodistas no os achantéis, aunque las asociaciones de la prensa están calladas como puertas, seguid escribiendo en libertad.
hace 5 meses
jajajajajajaja
a muchos de los que parece que escriben por aquí, les tocaría como unidad de medida unos cuantos saquitos de mierda, aunque probablemente les de igual, pues ya se encuentran completamente inmersos en ella.
ajjajajajaajaj
Como siempre impecable esta columna.
hace 5 meses
Como se nota que el puesto de jefe de prensa del partido de Alvise puede quedar libre y algunos «periodistas» de la fachosfera sobrevolais la carroña. Mientras críticas a periodistas auténticos que manifiestan no pertenecer a tu caverna, te olvidas de mencionar el auténtico motivo de este rifirrafe. Este señor (Quiles?) difunde fotos y datos de coches de seguridad de vehículos de la policía que asisten a un Ministro de España como si de un objetivo se tratará.
Por menos de esto algunos informantes de ETA han purgado con años de cárcel.
Pero como es de los vuestros…
hace 5 meses
Tienes de periodista lo mismo que el quiles este, todo basura.