La migraña es una enfermedad que hoy en día no está bien comprendida por todo el mundo. Se suele presentar en forma de ataques episódicos y recurrentes en el tiempo. Estas crisis episódicas suelen ser, además, muy discapacitantes, llegando a afectar seriamente la calidad de vida y el día a día de quienes las padecen.

“Duran de 3 a 5 días, y quien los sufre tiene unos síntomas muy característicos. La migraña tiene una expresión grave de la enfermedad, que es lo que denominamos técnicamente ‘migraña crónica’, que son aquellos pacientes que tienen más de 15 días de síntomas al mes”, remarca la doctora Patricia Pozo Rosich, neuróloga del Hospital Quirónsalud Barcelona, y una de las especialistas más referente en nuestro país de esta patología.

Subraya que sí que es posible prevenir la aparición de una crisis de migraña, así como la cronificación de la migraña, a partir de estos tres pilares del tratamiento que cita:

  1. Llevar un estilo de vida saludable para no tener ataques: Minimizar el cansancio; para ello hay que recuperar la energía durmiendo, y comiendo adecuadamente, así como cuidándonos, y realizando actividad física; evitando en la medida de lo posible cualquier tipo de cansancio ya sea físico o psíquico; otra recomendación sería no abusar de la cafeína.
  2. La toma de tratamientos preventivos, cuyo objetivo es reducir la frecuencia, la duración, así como la intensidad de los ataques. 
  3. Tratamiento del ataque: Hay disponibles en el mercado fármacos que pueden ayudar a controlar toda la sintomatología; aquí es importante tener en cuenta que hay que tratar rápido el ataque ya que si no, el fármaco no se absorbe bien y, por lo tanto, es menos eficaz.
La doctora Patricia Pozo Rosich, neuróloga del Hospital Quirónsalud Barcelona
La doctora Patricia Pozo Rosich, neuróloga del Hospital Quirónsalud Barcelona

Los ataques pueden aumentar en frecuencia e intensidad

En este sentido, la doctora Pozo reconoce que hay personas en las que los ataques de migraña van en una escalada muy clara de aumento, tanto de la frecuencia como de la violencia de los mismos: “Esta escalada de aumento suele identificarse en la mayoría de los casos, es decir que la vemos venir. Y es aquí cuando hay que incidir lo antes posible con estos tratamientos preventivos”.

A su vez, esta experta de Quirónsalud Barcelona dice que es frecuente encontrarnos con pacientes que se resisten a ello porque prefieren no tomarse nada. “El problema de esto es que, cada vez tenemos más evidencia de que si no se inician los tratamientos preventivos a tiempo, la enfermedad se establece de una manera que no se puede revertir”, advierte esta experta.

Otro consejo de esta neuróloga sería, sobre todo, que las personas que sufren migraña no se den por vencidas, que no desistan, y que busquen al profesional adecuado porque la medicina y los médicos disponen en la actualidad de diversas maneras para poder ayudarlas.

Principales síntomas de las migrañas

En este punto, la doctora Pozo recuerda que las personas con migraña tienen dolor de cabeza habitualmente, a veces mareos, sensación de vértigo, dificultad para poder concentrarse, y tienen especial sensibilidad a la luz y al ruido. “Junto al dolor, que habitualmente empeora con la movilización de la cabeza, suelen aparecer otros síntomas como náuseas o vómitos”, agrega.

Pero sí remarca que “no todas las migrañas son iguales”, así que también nos encontramos con otros síntomas que son característicos de la ‘migraña con aura’, como son los cambios en la visión, la dificultad para poder hablar, la pérdida de fuerza, o el entumecimiento.

Por qué hay más mujeres afectadas por migraña

“Es una enfermedad que afecta a lo largo de toda la vida, pero hay un pico de incidencia, a partir de la pubertad, donde se expresa más en mujeres que en hombres. En adultos la migraña afecta claramente más a mujeres, entre los 20 y los 50 años. A partir de la tercera edad se iguala el porcentaje de afectación en mujeres y hombres. La prevalencia en España es del 12%. Afecta a un 18-20% de las mujeres, y a un 8% en hombres”, puntualiza esta especialista.

Así, esta neuróloga mantiene que una persona tiene ataques de migraña porque presenta una predisposición genética, que en la mayoría de las personas es hereditaria: “Hay familias con tendencia a tener migraña, y otras que no. A partir de aquí, cuando una persona tiene esta predisposición genética, uno de los factores principales que desencadenan los ataques de migraña es el cansancio, que puede ocurrir por motivos físicos, emocionales, de estrés; o bien por una mezcla de todos ellos”.

En cuanto a la afectación mayor en mujeres que en hombres, en migraña, al igual que en otras muchas enfermedades, subraya que “todavía tenemos mucho que investigar sobre el impacto hormonal en el cuerpo en general y en el cerebro en particular”. Lo único que se sabe, tal y como certifica esta especialista y referente en migrañas, es que esta patología neurológica es una enfermedad donde hay más excitabilidad cortical en el cerebro. 

Se cree que, además, es un cerebro que tolera peor los estímulos cambiantes como, por ejemplo, una luz que parpadea, o ruidos seguidos muy constantes, manifiesta la doctora. “Este tipo de cambios neurosensoriales pueden desencadenar ataques de migraña. Con esto lo que quiero decir es que pensamos que, quizás, el cambio en los niveles de estrógeno es uno de los factores que desencadena los episodios de migraña. Esto hay que imaginarlo como llegar a un umbral a partir del cual se desencadenan los ataques. Vas sumando factores y uno de estos pueden ser los cambios hormonales cíclicos que ocurren en la mujer”, agrega.

El futuro de las migrañas

Con todo ello, esta experta de Quirónsalud Barcelona remarca que se está investigando sobre nuevos mecanismos moleculares para intentar controlar la enfermedad, y también se está desarrollando mucha investigación en torno a la genética de la migraña, para entender mejor si pudiera haber maneras de controlar la enfermedad, o bien de diagnosticarla a través de biomarcadores.

“Ahora tenemos un nuevo tratamiento preventivo que bloquea una proteína que tiene un acrónimo CGRP. Otra alternativa de tratamiento es la inyección de bótox y por último los triptanes para el tratamiento agudo”, concluye la doctora Pozo.