"Era una carnicería, estaba fuera de sí". La agresión de Pedro Lozano Jiménez, conocido como el Rambo de Requena, fue algo nunca visto por los funcionarios de prisiones. Sangre por todos lados, un brazo semi mutilado, dos guardias civiles en el hospital... "Le salía sangre por la boca, iba escupiendo trozos de carne". Las fuentes consultadas no dudan en compararlo con el personaje de Hanibal Lécter. Hicieron falta varios hombres para tumbarlo y engrilletarlo.
Todo ocurrió este martes en la cárcel de Picassent, en Valencia. Lozano Jiménez cumple condena en Zuera, Zaragoza, pero se le trasladó a la ciudad del levante porque tenía un juicio pendiente. Al llegar, los funcionarios de prisiones lo llevaron a la zona de ingresos, y de ahí a una celda americana. Estos espacios tienen la particularidad de que tienen los barrotes transparentes.
El Rambo de Requena está catalogado como FIES 5, el régimen para los reclusos mediáticos. Además, tiene la consideración de PAIEM1 que se da a los enfermos mentales. El número lo define como poco peligroso. "Sobre el papel es un preso más". Algunas fuentes creen que llevaba tiempo sin medicarse. Dentro de las prisiones no se puede obligar a un reo a tomar su medicación si no es con una orden judicial.
El ataque
Cuando llega el momento de ser trasladado al juzgado, entra en ebullición. Junto a él había dos funcionarios y tres guardias civiles, que son quienes lo cachean y lo esposan. Al ver el uniforme verde, le da un cabezazo a un agente. A otro le muerde el antebrazo, por la parte blanda de la carne, y le arranca un trozo de importante tamaño. "Se le veía prácticamente el hueso". La sangre empieza a brotar, por la extremidad, por su boca...
Intentó morderle la yugular al guardia civil, pero no acertó. "Si lo pilla lo mata, seguro". Entonces se fijó en otro agente. Le mordió también en el brazo, pero "sólo le dio una dentellada". Le dejó el trozo de carne colgando. En ese momento los funcionarios dan la voz de alarma y llega personal de todos los módulos. Entre varios funcionarios de prisiones consiguieron reducirlo y llevarlo a una celda de observación, totalmente transparente. Muy similar a la del personaje que encarnó Anthony Hopkins.
Los guardias civiles fueron llevados inmediátamente al hospital. A uno le podrán coser la parte que casi se desprende de su cuerpo, al otro habrá que hacerle una reconstrucción. Rambo está todavía en Picassent. Su juicio se suspendió porque "evidentemente no estaba para salir".
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) han denunciado la "violencia" del preso y han indicado que gracias a la "rápida y eficaz intervención de los guardias civiles, se logró reducir al agresor antes de que pudiera cumplir su propósito". Por su parte, TAMPM, lleva tiempo "denunciando que la cantidad de internos con enfermedades mentales y los pocos medios que la administración penitenciaría pone para su tratamiento con seguridad para los trabajadores penitenciarios como para el resto de internos va a seguir provocando situaciones de este tipo que pueden desembocar en una desgracia".
Robos, disparos y una huida
Entre los actos delictivos de Pedro Lozano Jiménez hay más de una decena de robos en pequeñas localidades como Chelva, Titaguas, La Yesa, Alpuente y Andorra, así como el disparo a varias personas, incluyendo el propietario de una vivienda y dos guardias civiles,.
El Rambo de Requena está acusado por dos homicidios en grado de tentativa por los que cumple 27 años de condena y donde AUGC, como única asociación profesional dentro de la Guardia Civil, se personó como acusación popular.
Desde AUGC han destacado la "necesidad urgente" de implementar medidas más estrictas de seguridad y protección para los guardias civiles, quienes diariamente "arriesgan sus vidas para garantizar la seguridad de todos".
Tras recordar que los guardias civiles son una "parte fundamental" de las fuerzas de seguridad y se enfrentan a situaciones de riesgo todos los días, han afirmado que es "necesario" que por parte de la Administración los guardias civiles sean considerados "grupo de riesgo".
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hace 5 meses
…ah, y para sensibles, ofendiditos y concienciados, en la democracia (oriental) de Singapur ya sólo podría morder al verdugo, salvo que la muy imbécil (y occidental) democracia española se empeñara en rescatarlo y que pueda salir libre en 10 años.
hace 5 meses
En la Rusia ártica del hoy vilipendiado Vladimir Vladimirovich hay unas prisiones monísimas donde este ciudadano ejemplar entraría para no salir jamás, salvo que quiera probar a morder a los osos polares mientras trota por la taiga. Aquí, en nuestra modélica democracia occidental, no serán estos GC,s los últimos mordidos, y Vds. lo saben, como lo sé yo.