El viceconsejero y mano derecha de Pere Aragonès, Sergi Sabrià, ha anunciado este jueves su renuncia a los cargos en el Govern por la crisis de los carteles del Alzheimer. Una renuncia para "ayudar a rebajar la tensión" en el seno de ERC, porque "esta salida es lo que muchos buscan desde hace tiempo" ha lamentado Sabrià.

Quien fue el responsable de la comunicación de ERC entre 2016 y 2021 y después máximo responsable de comunicación en el Govern de Aragonès ha lamentado además que "ha habido quien ha querido precipitar este momento con acusaciones falsas, enfangando el debate interno al tiempo que hablan de lavar los trapos sucios en casa". Una frase que utilizó Oriol Junqueras esta semana al ser preguntado por la crisis de los carteles.

En las filas traseras, seguían la intervención la vicepresidenta del Govern, Laura Vilagrà, y la consejera de Economía, Natàlia Mas, seguían la comparecencia junto a otros miembros del equipo de Sabrià en el Palau de la Generalitat. También Ernest Maragall, la víctima de los carteles que iniciaron a polémica.

Los carteles de la polémica

La noticia saltó el lunes, avanzada por el diario Ara. Los carteles en los que se utilizaba la enfermedad de Alzhéimer, que sufre Pasqual Maragall, para desacreditar a su hermano Ernest, salieron de filas republicanas, con la peregrina idea de crear una corriente de simpatía hacia el candidato a la alcaldía de Barcelona. En esas informaciones se señalaba a un desconocido militante de la comarca de la Anoia y a Sergi Sabrià.

Al día siguiente, sin embargo, en una carta abierta en la que expresaba su enfado, pero absolvía al partido, Ernest Maragall señala al responsable de Comunicación Tolo Moya, considerado próximo al entorno de Junqueras. El propio Moya negó ser el responsable de un fiasco que, a esas alturas, estaba claro que iba más allá de los polémicos carteles.

"Dejo mis responsabilidades, pero no soy responsable" de la publicación de esos carteles, ha advertido Sabrià este jueves. El republicano ha sido taxativo en este punto: "no me siento responsable" de esa actuación, "lo hago porque es la mejor aportación que puedo hacer a un proyecto que se está resquebrajando, es la mejor aportación que le puedo hacer hoy a ERC" ha lamentado.

En este sentido, Sabrià ha insistido en que "no aprobaría nunca una acción como los carteles, que transgrede todos los límites morales" aunque ha reconocido que "me tocó hacer bombero". También ha asegurado que en cuanto conoció los hechos "se puso en conocimiento de la dirección del partido y sus máximos responsables". El dirigente republicano ha reconocido que él, personalmente, no habla con Junqueras desde hace más de un año, "pero puedo garantizar que la información le llegó".

Estructura paralela

Sabrià ha negado además las existencia de una "estructura paralela" destinada a la guerra sucia comunicativa desde Esquerra. Pero sí ha admitido que "hay muchos tipos de campañas" y la autoría de "acciones" como el envío de un grupo de mariachis a la sede de Junts, cuando la ejecutiva del partido de Carles Puigdemont debatía su salida del Govern.

Preguntado por la existencia de "la B", Sabrià ha argumentado que "hay campañas de logo y otras más próximas al activismo" pero ha defendido que todas son "reconocidas y financiadas con transparencia, no hay nada oculto". El hasta ahora viceconsejero del Govern de Aragonès ha enumerado entre esas campañas "sin logo de ERC" el "activismo en tuits, vídeos con intervenciones desafortunadas de un rival, mariachis en un mal día de tu rival, o la Fábrica de Rufián".

Se refería así a al programa protagonizado por el portavoz de ERC en el Congreso que le sirvió para ganar proyección a través de sus entrevistas en Youtube. "Las campañas de difusión de mensajes sin logo son habituales y las campañas contemporáneas no son tan bonitas como nos gustaría pero la partida la juega todo el mundo" se ha defendido Sabrià.