Trabajar menos para vivir mejor. Esta es la máxima que persigue la negociación del diálogo social en España entre sindicatos, representantes empresariales y el Ministerio de Trabajo. El objetivo es que las 40 horas semanales que constan en el Estatuto de los Trabajadores como base para la jornada laboral se puedan reducir en los próximos años. En la actualidad, y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la jornada efectiva en España ya está por debajo de esas 40 horas, y de hecho, la jornada española se asemeja a la de los trabajadores italianos, franceses, suizos y también a la de los suecos. 

En el último trimestre de 2023, la jornada laboral media era de 35,4 horas en España, según el INE. Si se tiene en cuenta todo el año, la jornada media ascendió el año pasado a 36,4 horas, lo que sitúa a España en la misma liga que Suiza, donde se trabajaron de media 36,2 horas; que Francia, donde la jornada fue de 36 horas de media o de Italia, con 37,3 horas. En algunos países nórdicos, como Estonia o Suecia, la jornada también se acerca a las 36 horas: 36,4 y 35,7 horas, respectivamente.

El objetivo de Trabajo es llevar la jornada laboral de las 40 horas semanales de la actualidad a las 38,5 horas este año y a las 37,5 horas el que viene, sin reducción salarial. Según la estadística, España ya habría logrado esa meta, pero desde los sindicatos apuntan que se trata de medias y que no todos los convenios colectivos recogen que las horas semanales se sitúen por debajo de las 40, como fija el marco laboral. 

Si se observa el mapa europeo, España está en un punto intermedio. En el centro de Europa, países como Austria o Alemania, tienen jornadas laborales por debajo de las 35 horas semanales. Lo mismo ocurre en Bélgica, en Países Bajos y en Dinamarca. Otra situación se produce al este de Europa, donde la media está por encima de las 37 horas e incluso supera las 40 en Serbia y en Bosnia. La jornada semanal media en Portugal fue de 37,7 horas en 2023.

En el debate sobre la reducción de la jornada laboral o incluso de la semana de cuatro días, siempre se comentan las diferencias entre sectores. Según los datos de Eurostat, no trabajan la mismas horas medias un agricultor que un profesor, pero sí son parecidas las de un profesional científico y la de alguien que trabaje en finanzas. Teniendo en cuenta los datos de los 27 miembros de la Unión Europea, la jornada media en la agricultura es de 41,2 horas semanales. En cambio, en el caso de la educación, asciende a 31,8 horas semanales. En la media, las actividades financieras y los profesionales científicos tienen jornadas de 36,6 y 36,7 horas a la semana.

En España, la jornada se ha reducido desde 2008 en gran parte de los sectores profesionales. Donde más horas se trabajan de media es en el suministro de energía eléctrica y de gas. El personal doméstico, en cambio, trabaja de media, 28,4 horas a la semana. En el caso de la administración pública, las jornadas medias han aumentado, también lo han hecho en la educación y en la agricultura, aunque en este último sector se contabilizan menos horas que en la media de países de la Unión Europea.

Según datos del Ministerio de Trabajo, reducir a 37,5 horas la jornada laboral beneficiaría a más de 12 millones de personas asalariadas en el sector privado. “Y esto es ciencia, no es ideología: va a servir para mejorar la productividad en nuestro país”, aseguraba la titular del departamento, Yolanda Díaz.

Pruebas en otros países

El debate sobre el tiempo destinado al trabajo es global. En Europa, varios países, incluido España, han puesto en marcha pruebas piloto para implantar una jornada semanal de cuatro días, en lugar de cinco, en algunas empresas. En el caso de Bélgica, en 2022 se introdujo una norma para que aquellos empleados que lo deseen puedan solicitar una semana laboral más corta, pero en días, no en horas. Es decir, los trabajadores que elijan esta opción, tienen que compensar las horas del viernes entre los demás días de la semana. 

Francia, que limitó su jornada laboral a las 35 horas semanales en el año 2000, ha lanzado este año una prueba piloto con unas 50 empresas para lograr reducir todavía más esa jornada y alcanzar las 32 horas. En Alemania también iniciaron un proyecto similar y los resultados muestran que algunos de los trabajadores sufrían más estrés si no lograban terminar su trabajo, pero también generó más interés en las ofertas de empleo en las empresas que empezaron a aplicar este cambio. El 80% de los participantes consideraron que la reducción de la semana era algo positivo. Portugal e Islandia también han llevado a cabo iniciativas parecidas. 

En Grecia, en cambio, acaba de entrar en vigor una norma por la que las empresas pueden exigir a los trabajadores que acudan a sus puestos seis días a la semana si justifican que ofrecen servicios durante 24 horas al día o si demuestran que tienen mucha carga de trabajo. Según publicó Euronews, esto no afecta a la hostelería, donde ya se trabajan, de media, seis días a la semana.