Desde el inicio de la guerra las brigadas de Al Qasam, el brazo militar de Hamás, se han jactado de firmar repetidos ataques y emboscadas contra las tropas israelíes. Una sucesión de vídeos muestra cómo militantes de la organización lanzan ataques con mortero y proyectiles contra los blindados, convertidos en símbolos de la invasión de la Franja de Gaza.

“La posibilidad de esas emboscadas era una de las principales inquietudes de los políticos y comandantes israelíes”, explica un portavoz de Rafael, la empresa estatal israelí que suministra algunos de los recursos más destacados de las Fuerzas de Defensa de Israel. “De hecho, tenían en la cabeza el antecedente de la guerra entre Rusia y Ucrania y cómo las tropas ucranianas lanzaron emboscadas contra los tanques que lograron detener el avance inicial ruso”, señalan.

Protección contra amenazas de "360 grados"

Desde octubre la operación militar israelí a gran escala en Gaza, que ha dejado más de 38.000 palestinos muertos, se ha cobrado 325 bajas entre las filas castrenses israelíes. La última víctima se produjo el pasado jueves cuando un soldado perdió la vida durante los combates cuerpo a cuerpo contra Hamás en el barrio de Shejaiya de la ciudad de Gaza. En el cuartel de Rafael consideran que el número de uniformados muertos sería mayor si no se hubiera contado con tecnología como la que ha proporcionado la compañía, “ampliamente probada en combate en zonas calientes en todo el mundo”.

Infografia del APS Trophy
Fuente: Rafael | El Independiente Gráficos

"Es como si los tanques llevaran una Cúpula de Hierro"

“Es una batalla extremadamente difícil. Es una zona muy complicada, una de las más densamente pobladas del mundo, con edificios de 3 o 4 plantas”, esboza un alto cargo de la empresa.  Una de las joyas de su catálogo es el Sistema de Protección Activa (APS) Trophy, un arma desarrollada “durante 14 años” y que inició sus servicios en 2011. Desde entonces se ha convertido en una herramienta clave para reforzar el blindaje de los Merkava, los tanques israelíes. “Es como si cada blindado llevara su propia Cúpula de Hierro”, apuntan desde la empresa que también ha creado el sistema antimisiles que protege el territorio israelí de drones y misiles lanzados por Hamás o Hizbulá.

El APS Trophy, en el mercado desde 2011, es un sistema de protección que detecta y rastrea el misil y cualquier otra amenaza que puede afectar a un vehículo blindado en el campo de batalla. El dispositivo, que se integra en los tanques y pesa unos 820 kilos, cuenta con cuatro radares que detectan las armas antitanque entrantes e identifican la fuente de fuego. “Es una protección 360 grados, especialmente importante en un contexto como Gaza, donde las amenazas pueden proceder de todos los niveles, desde el subsuelo a través de los túneles como desde arriba, en las azoteas y plantas superiores de los edificios”, subrayan en Rafael.

El sistema clasifica instantáneamente la amenaza, calcula su punto de impacto previsto y decide si se debe atacar. Si el objeto va a golpear el vehículo, se activa automáticamente el dispositivo que lanza la respuesta. Los lanzadores rotan hacia el objetivo y disparan pequeños proyectiles metálicos para destruir la amenaza. “Hay que tener en cuenta, además, que en batallas como ésta se combinan unidades de infantería con blindados y los soldados se mueven a pie junto a los tanques, por lo que no hay que bajar la guardia”, advierten.

En los pasillos de Rafael, el APS Trophy es una de las armas propias que más muestras de orgullo despiertan. “Es un sistema ofensivo que protege de las amenazas. Estamos realmente orgullosos de haber proporcionado esta misión al ejército israelí y de haber salvado vidas”, deslizan. El sistema -que se integra en cualquier tipo de vehículo, desde tanques hasta transporte blindado de personal- convierte cualquier dispositivo en “una máquina ultramoderna, altamente letal y capaz de sobrevivir, permitiendo una maniobrabilidad excepcional a las fuerzas sobre el terreno”.

Los tanques modernos cuestan entre 10 y 20 millones de euros por unidad. El sistema ofrece seguridad

En Rafael cuestionan las imágenes difundidas reiteradamente por Hamás en las que blindados israelíes son atacados por sus milicianos. La compañía dice haber analizado los vídeos distrubuidos por el movimiento islamista palestino y alegan que las deflagraciones que se observan son producto de la neutralización llevada a cabo por el Trophy.

El sistema ha sido exportado a Estados Unidos y Europa. Está incluido en los Abrams del ejército estadounidense, los Challenger británicos y los Leopard 2 alemanes. “Es una herramienta sin igual en el mercado, que sirve además para proteger los propios vehículos. Los tanques modernos cuestan entre 10 y 20 millones de euros por unidad. El sistema ofrece seguridad. Entendemos que proteger un vehículo debe ser un todo”, concluye uno de los responsables de la firma israelí.