Francia será el rival de España el próximo martes a partir de las 21.00 horas en Múnich por un puesto en la final de la Eurocopa tras imponerse en la tanda de penaltis a la Portugal de Cristiano Ronaldo.

El fallo de Joao Félix, que estampó en el poste la ilusión de Portugal, ha condenado a la selección lusa en un desempate impecable de Francia.

La actual subcampeona del mundo y campeona en 2018 será el último peldaño de España hacia la gran final de Berlín.

Después del éxtasis que impregnó España tras el desenlace victorioso de los de Luis de la Fuente frente a la anfitriona, los españoles bajaban pulsaciones con la tranquilidad de saber que el trabajo de cuartos estaba hecho y que solo quedaba esperar para conocer cuál sería el obstaculo de semifinales. Portugal o Francia, Cristiano Ronaldo o Kylian Mbappé. Casi nada.

La primera parte de la función no correspondió al cartel. Portugal y Francia evidenciaron el respeto -por no decir miedo- que se guardaban y escodieron sus bazas hasta el segundo tiempo.

Los 45 minutos iniciales estuvieron marcados por la falta de alternativas y de ocasiones, con una única parada protagonizada por el héroe portugúes en octavos, Diogo Costa, para repeler un chutazo de Theo Hernández.

El armisticio se rompió en el minuto 60, cuando Portugal, que controlaba el balón pero no amenazaba, enseñó los dientes con un ataque en profundidad de Bruno Fernandes. El centrocampista del Manchester United ofreció su llegada y sacó un disparo cruzado que se topó con el manotazo de Mike Maignan.

El guardameta francés del AC Milan agrandó su figura ante el acelerón portugués, ya que otra triangulación con finalización en carrera desde prácticamente el área pequeña -en este caso de Vitinha- obligó a Maignan a exhibir sus reflejos.

El subidón de Portugal agitó a Francia. Kolo Muani dibujó una pared perfecta con Koundé que le dejó solo y con el esférico en bote. El delantero del PSG voleó con destino al gol, pero Rúben Dias interceptó el remate que iba camino de la red.

La oleada francesa, liderada por un Dembélé recién ingresado en lugar de Griezmann, tuvo dos réplicas aún más claras. Una internada del ex del FC Barcelona dejó un balón muerto a escasos metros del gol para Camavinga, que cruzó en exceso su intento. Con el susto en el cuerpo para Portugal, Dembélé sacó un zurdazo que coqueteó con el exterior de la cruceta.

El ida y vuelta que dominó el partido del minuto 60 al 70 se apaciguó con la proximidad del final. Portugal se rearmó con la posesión mientras Francia preparaba a los suyos para una prórroga irremediable.

El tiempo extra comenzó con aviso para Francia. Conceiçao desbordó, pisó línea de fondo y encontró a un Cristinao incapaz de desprenderse del gafe. El astro de Madeira ganó el espacio en el área tras un movimiento marca de la clase, pero el pase del joven talento del Porto se le quedó demasiado atrás y el ariete no acertó con la portería.

Los lusos creyeron en sus posibilidades y solo una aventura coprotagonizada por Dembélé y Mbappé y que frustró Pepe inquietó a los de Roberto Martínez en la primera parte de la prórroga.

El descanso de la prórroga dio para mucho más de lo esperado. El hombre de la máscara, Mbappé, se quedó en el banquillo y, Joao Félix recibió la oportunidad de Roberto Martínez.

Con tanto que perder y las reducidas posibilidas de modificar algo inmovil en casi dos horas de juego, Portugal y Francia confiaron su suerte a los penaltis. Diogo Costa no pudo sacar su especialidad en la tanda y, con el fallo de Joao Félix, los lusos finalizaron su andadura en Alemania.