La seguridad en eventos masivos siempre ha sido una preocupación importante, especialmente en celebraciones tan concurridas como San Fermín en Pamplona. Este año, una innovación ha capturado la atención del público, la pulsera Centinela, diseñada para detectar hasta 22 tipos de drogas en las bebidas y prevenir así la sumisión química. Este dispositivo no solo busca proteger a los asistentes, sino también disuadir a los potenciales agresores.

Así funciona la pulsera Centinela

La pulsera Centinela fue concebida por Abel Lafuente, gerente de Aglaya Creativos, tras una experiencia personal traumática. Hace 16 años, Lafuente despertó desorientado y sin sus pertenencias después de una noche de fiesta en Barcelona. Este incidente lo llevó a desarrollar una herramienta que pudiera prevenir situaciones similares. Junto con su equipo, compuesto por Ángel Gastón, Sara Lafuente y Juan Erra, Lafuente ha trabajado durante dos años para materializar este proyecto.

El dispositivo es sencillo de usar. Basta con depositar una pequeña cantidad de bebida sobre el recuadro de la pulsera y esperar de dos a tres segundos. Si el color se torna anaranjado oscuro, indica la presencia de drogas; si no hay cambio de color, la bebida es segura. Actualmente, existen dos modelos, el sencillo y el premium. Ambos pueden detectar sustancias como cocaína, MDMA, anfetaminas, morfina, heroína y LSD. La versión premium incluye dos recuadros de prueba, una hebilla ajustable y un código QR con sistema de geolocalización y llamada rápida al 112.

Más allá de su capacidad de detección, la pulsera Centinela tiene un propósito disuasorio. Llevándola puesta, una persona puede demostrar que está protegida contra la sumisión química, lo que puede hacer que los posibles agresores se lo piensen dos veces antes de intentar adulterar una bebida. El objetivo es evitar que la agresión ocurra en primer lugar y, en caso de que suceda, permitir a la víctima identificar rápidamente la situación y buscar ayuda.

Producción y distribución de la pulsera Centinela

La pulsera Centinela se fabrica en centros de inclusión social en Navarra y está disponible en tiendas físicas en Pamplona. Aunque actualmente solo se vende de forma presencial, la empresa espera ampliar su alcance y permitir pedidos en línea en el futuro. Los precios son accesibles: 3,70 euros para el modelo sencillo y 5 euros para el premium.

Desde su lanzamiento el pasado 24 de junio, la pulsera ha tenido una gran acogida. Principalmente, los compradores han sido padres y madres preocupados por la seguridad de sus hijas, así como mujeres jóvenes, el grupo más afectado por el 'spiking'. Esta práctica, que consiste en adulterar bebidas con drogas, ha sido un problema creciente en eventos masivos y locales nocturnos.

Objetivo en el futuro

La pulsera Centinela no solo se limita a San Fermín. Sus creadores esperan que se convierta en una herramienta común en cualquier tipo de aglomeración, evento o fiesta popular. Además, están trabajando en una plataforma de formación para educar a la población sobre los tipos de drogas y sus efectos. Esta iniciativa busca sensibilizar a la ciudadanía y capacitar al personal de locales de ocio sobre cómo actuar en casos de sumisión química.

El proyecto Centinela ha sido desarrollado en colaboración con el laboratorio DrugsLab 118 en el Reino Unido, que ha proporcionado la tecnología necesaria para la detección de drogas. Este respaldo científico ha sido crucial para asegurar la eficacia y fiabilidad del dispositivo.

Por tanto, la pulsera Centinela representa un avance significativo en la lucha contra la sumisión química. Su diseño innovador y accesibilidad la convierten en una herramienta valiosa para proteger a los asistentes de eventos masivos como los Sanfermines. Además, su efecto disuasorio puede contribuir a reducir significativamente los incidentes relacionados con la adulteración de bebidas. Con una combinación de tecnología avanzada y un enfoque práctico, la pulsera Centinela se posiciona como una solución efectiva para un problema urgente.