Hungría estrenó la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea con una visita de su primer ministro, Víktor Orbán, a Moscú y otra a Pekín. Pero el ministro de Asuntos Europeos, János Bóka, desvincula la agenda comunitaria de estas visita y subraya que se trata de reuniones bilaterales de las que Orbán trasladará toda la información a sus socios europeos. No obstante, “si hay alguna forma de resolver el conflicto (Rusia-Ucrania) y salvar vidas humanas, esa es una responsabilidad que tiene que ser asumida por el primer ministro", afirmó Bóka.

De esta forma, Orbán defiende un doble juego. Por un lado, incluye estas visitas entre sus responsabilidades como primer ministro húngaro. Pero por otro, no descarta abrir una vía de diálogo con Moscú para terminar con un conflicto que tiene en vilo a toda la Unión Europea.

La competitividad, la seguridad y la inmigración son algunas de las prioridades que Hungría ha seleccionado para defender durante su presidencia, que empezó a principios de este mes y culminará a finales de diciembre. Bóka defendió en una rueda de prensa que el objetivo de la presidencia húngara no es el de "organizarse o coordinar ninguna mayoría", sino el de dirigir los debates. En el caso de los aranceles a la importación de vehículos chinos, Hungría se ha mostrado reacia a su aplicación, igual que Alemania, pero el ministro ha descartado que se negocie con otros estados miembros para retirarlos después de cuatro meses.

Pero la agenda del primer ministro no ha sentado bien en las altas instituciones europeas. "La presidencia rotatoria no tiene un mandato de relacionarse con Rusia en representación de la Unión Europea. El Consejo Europeo es claro: Rusia es el agresor, Ucrania es la víctima. Ningún debate sobre Ucrania puede tener lugar sin Ucrania", escribió el presidente del Consejo, Charles Michel, en su perfil de X.

"Solo la unidad y la determinación conducirán hacia una paz integral, justa y duradera en Ucrania", añadió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en referencia a la visita de Orbán a Putin.

"El primer ministro es consciente de la responsabilidad de la Presidencia del Consejo e informa al Presidente del Consejo de la UE y a los jefes de Gobierno de estas visitas. Estos briefings son compartidos y les proporcionan todas las aclaraciones que puedan necesitar", defendió el ministro húngaro.

Orbán ha sido contrario a enviar ayuda militar a Ucrania y defiende tender puentes con Moscú. A la vez, se ha ofrecido a comunicar a sus homólogos en la Unión Europea el contenido de esta visita bilateral. De nuevo, el primer ministro traslada al terreno comunitario una agenda que defiende como propia de Hungría.

En este sentido, el ministro ha reconocido que la relación entre el gobierno de Orbán y el Parlamento Europeo no es la mejor, pero que esto debería ser distinto cuando se habla de la presidencia, "porque Hungría está representando al Consejo de la Unión Europea", expresó. "Con algunos Estados miembros tendremos que estar de acuerdo en que estaremos en desacuerdo", añadió el ministro.

La competitividad de las empresas europeas, el refuerzo de la política de la defensa, la ampliación de la Unión Europea, la inmigración, la política de cohesión, la agricultura y los retos demográficos son los siete pilares de la presidencia húngara, según el programa que presentó el gobierno de Víktor Orbán bajo el lema de Make Europe Great Again.