Podemos deja sin complemento salarial a los diputados más críticos con la dirección. La dirección del grupo parlamentario, presidido por Pablo Iglesias y con Irene Montero de portavoz, ha apartado a Iñigo Errejón del único espacio de peso que tenía en el Congreso: la portavocía de la comisión Constitucional, una de las más relevantes de la legislatura. El ex número dos del partido pasa a no tener ninguna responsabilidad en el Parlamento, después de la pérdida de poder sufrida tras su derrota en la Asamblea de Vistalegre 2. La purga no se limita a Errejón. En total, cinco diputados han sido cesados de un plumazo este verano en sus respectivos puestos en comisiones.
De los 350 dirigentes que ocupan su escaño en la Cámara Baja, sólo hay 16 sin cargos remunerados en comisiones y la mitad -8 dirigentes- son de Unidos Podemos, en su amplia mayoría críticos con Iglesias. La distribución de los cargos en comisiones es decisión de la dirección del grupo que, en el caso de Unidos Podemos, no ha dudado en otras ocasiones en cesar a diputados en comisiones a modo de represalia. Es lo que ocurrió con los afines a Iñigo Errejón después de Vistalegre 2, cuando apartaron a varios diputados críticos de estos órganos para situar en su lugar a personas de su confianza; es también lo que ocurrió con Carolina Bescansa hace justo un año tras sus críticas a la gestión catalana, y lo que ha ocurrido entre el 10 y el 12 de julio, cuando cinco diputados morados, entre ellos Errejón, quedaron con las manos vacías en cuanto a responsabilidades parlamentarias.
Después de ser apartado, el líder de Podemos ya le enseñó la puerta de salida de la ejecutiva a su ex número 2, el único cargo de relevancia que hasta ahora ostenta. A principios de septiembre la el núcleo duro de Iglesias filtró la salida de Errejón de la cúpula morada, en un intento por sacarle del foco y situarle fuera del plano nacional. El candidato a la Comunidad de Madrid desmintió tímidamente este extremo asegurando que dejaría la ejecutiva cuando Iglesias se lo pidiera, y desde su entorno niegan rotundamente su salida.
El ex número dos queda sin ningún puesto de relevancia en el Parlamento
Después de su derrota en la batalla de Vistalegre 2, Errejón perdió enteros tanto dentro del partido como en el Parlamento. La purga que acometió Iglesias en la organización le despojó de cualquier poder interno y supuso su cese como Portavoz del grupo parlamentario, donde fue sustituido por Irene Montero. En su lugar, le fue asignado un 'premio de consolación': ser portavoz en la Comisión Constitucional del Congreso, llamada a ser determinante ante la perspectiva de una reforma constitucional. El pasado 10 de julio fue apartado también de este cargo, donde permanece en calidad de 'vocal', con menos visibilidad y sin ningún complemento salarial asignado. De momento, nadie le sustituye en este órgano, donde sólo permanece como portavoz el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
Tampoco las errejonistas Auxiliadora Honorato y Rosa Ana Alonso sobrevivieron a este verano. La diputada andaluza fue apartada el pasado 11 de julio de la Portavocía adjunta que ostentaba en la Comisión de Hacienda, mientras que la cántabra dejó un día después la Portavocía de la Comisión de Educación, un cargo en el que llevaba desde septiembre de 2016.
El diputado de IU Miguel Ángel Bustamante integra la lista de los 8 diputados morados sin cargo. Secretario político del Partido Comunista Andaluz, Bustamante dejó el pasado 12 de julio de ser portavoz adjunto de la Comisión de Educación y Formación Profesional. Aunque en este caso no han trascendido las discrepancias con la dirección del grupo parlamentario, el diputado andaluz forma parte del ala dura de Izquierda Unida, una circunstancia que podría dificultar la relación con Podemos, su socio electoral.
Tampoco la dirigente catalana Marta Sibina ocupa ninguna responsabilidad en comisiones. La diputada no dudó en cuestionar a la dirección de Podemos en la estrategia catalana y apoyó al ex líder de Podem Cataluña Albano Dante Fachín, que fue forzado a dimitir en noviembre de 2017. El pasado febrero, tres meses después de la caída del dirigente catalán, Sibina también fue apartada de la Portavocía de la comisión de Sanidad, pasando a ser una de las 16 representantes públicas sin ningún cargo en comisiones.
Tania Sánchez y Sergio Pascual, antes portavoz y presidente, quedaron sin cargos tras el 26J
En esa lista también están los errejonistas Tania Sánchez y Sergio Pacual. Estos dos diputados son un caso raro: no han sido cesados de ningún cargo en comisión porque directamente nunca les fue asignado. En el caso de Sánchez, su ruptura política y personal con Iglesias y su afinidad a las tesis errejonistas le valieron su caída en desgracia en el Congreso de los Diputados, donde ocupa la última fila. En la legislatura anterior, nada más llegar al Congreso y antes de la repetición electoral, fue portavoz de la comisión de Defensa, pero cualquier puesto de responsabilidad le fue despojado en la legislatura que arrancó en septiembre de 2016.
Es similar el caso de Sergio Pascual, que fue destituido de manera fulminante como secretario de Organización de Podemos en abril de 2016 por defender un acuerdo de Gobierno con los socialistas. En la anterior legislatura, antes del 26J, Pascual ocupó durante varios meses la Presidencia de la Comisión de Fomento. Pero, al igual que Tania Sánchez, quedó sin puestos de relieve en ninguna comisión después del 26J, y ahora ocupa un discreto papel de vocal en la misma comisión.
La lista se completa, curiosamente, con Irene Montero. Tras el nacimiento de sus mellizos, la portavoz parlamentaria tuvo que dejar su puesto de portavoz en la comisión de gastos reservados, de manera que quedó eventualmente sin posiciones relevantes en comisoines. Una situación que se revertirá previsiblemente con su vuelta al Congreso de los Diputados tras su baja de maternidad.
Unidos Podemos, el grupo con más desigualdad
Podemos es el grupo que cuenta con más dirigentes sin ninguna responsabilidad remunerada en comisión: hay 8 dirigentes que no tienen ningún puesto en estos órganos, lo que supone el 11,9% del total, frente al 3,7% de PP, el 3,5% de PSOE y el 0% de Ciudadanos. De estos, al menos 6 son críticos con la dirección. Mientras, los cargos más importantes se concentran en unas pocas personas.
Y es que Unidos Podemos es el grupo que condensa más responsabilidades en menos dirigentes. El reparto es llamativamente desigual: de los 87 diputados de Podemos y sus confluencias, 14 acumulan un total de 50 cargos remunerados en comisiones -aunque sólo cobran 14 'extras' salariales, debido a que el régimen económico del Congreso sólo permite a cada diputado un complemento salarial por comisión. Mientras, 26 dirigentes tienen uno o ningún cargo y los 27 restantes tienen dos responsabilidades de distinta consideración en estos órganos.
Esta distribución, en teoría, no tiene repercusión económica en los diputados morados: los miembros de Podemos -no así sus confluencias- aseguran que sólo se quedan con tres salarios mínimos interprofesionales y que el resto de su nómina la destinan al partido, aunque en la práctica no hay organismos de control sobre este punto. Sin embargo, más allá del ámbito económico, los cargos en comisiones parlamentarias otorgan a sus dirigentes responsabilidad política y, sobre todo, visibilidad para aquellos que los ostentan.
De todos los diputados sin responsabilidades en comisiones, la mitad son de Podemos
Los diputados con mayor número de cargos en comisiones son, curiosamente, los afines a la dirección de Podemos: el propio Pablo Iglesias es portavoz en dos comisiones y portavoz adjunto en una tercera; Rafael Mayoral es portavoz en dos comisiones, al igual que Noelia Vera o Sofía Fernández Castañón. El candidato a liderar Podemos Galicia y rival de Carolina Bescansa en primarias, Antón Gómez-Reino, acumula cuatro cargos: es portavoz en dos órganos y secretario en otros dos. El guardia civil de Podemos, Juan Antonio Delgado, es portavoz en dos comisiones, portavoz adjunta en otra y secretario en dos más. Todos ellos tienen algo en común: forman parte del núcleo duro de Iglesias. El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, es uno de los diputados morados que acumula más cargos: es portavoz en tres comisiones, portavoz adjunto en una cuarta y al mismo tiempo portavoz adjunto en la Junta de Portavoces.
En la otra cara de la moneda están los críticos de la formación: el ex número dos de Podemos Iñigo Errejón, Tania Sánchez o el secretario de Organización de Podemos destituido en 2016, Sergio Pascual, no tienen ningún puesto remunerado en comisiones. Aunque participan en varias, lo hacen en calidad de "adscritos" o "vocales", de manera que su visibilidad es más bien limitada y su nómina, más reducida.
Ciudadanos, el que más reparte
El Congreso destina un total de cinco millones de euros anuales en 'extras' salariales a los diputados por su responsabilidad en alguna de las 43 comisiones parlamentarias en marcha. En estos óranos hay tres categorías de responsabilidades con distintas remuneraciones en concepto de Gastos por representación. Los presidentes cobran 1.470,92 euros mensuales; los vicepresidentes y portavoces, 1.075,44 € ; y los portavoces adjuntos y secretarios, 716,96 €. Estas tres categorías "no son acumulables", según el Régimen económico de los diputados, de manera que un dirigente puede tener distintas responsabilidades en más de una comisión pero sólo recibirá un complemento por el cargo más alto.
De los 350 diputados, 334 -el 95,4%- recibe una de estas remuneraciones por comisiones. Esta elevada cifra responde a una práctica habitual entre los grupos políticos, que suelen distribuir los cargos entre sus diputados de manera más o menos equitativa. Conforme avanza la legislatura, conforme se van creando nuevas comisiones, van recolocando a quienes no tienen responsabilidades o sus cargos son inferiores.
El grupo que más se cuida de que todos sus políticos tengan un cargo al menos de segunda categoría es Ciudadanos: de sus 32 diputados, 29 -el 90,6% son portavoces o vicepresidentes y cobran un plus de 1.075,44 €. Los 3 diputados restantes -el 9,3% - ostentan presidencias de comisiones y cobran el salario más alto. ¿El resultado? No hay ningún político naranja que se haya quedado con las manos vacías y ni siquiera hay alguno que se haya quedado sólo con un puesto de tercera categoría.
En el sentido justamente opuesto está Unidos Podemos, el menos equitativo en su reparto: pese a que es el tercero en representación, es el grupo que más diputados tiene sin ninguna responsabilidad las comisiones parlamentarias, con ocho diputados sin cargo en estos órganos. De los 67 diputados de Podemos y sus confluencias, casi una cuarta parte -el 23,8%- son secretarios o portavoces adjuntos y cobran el complemento de menor importe, 716 euros-, y más de la mitad -39 diputados, el 58,2%- son portavoces o vicepresidentes, puestos de segunda categoría.
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