El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, se ha reunido este jueves ante los habitantes del kibutz de Be'eri, en el hotel próximo al Mar Muerto en el que están alojados tras el 7 de octubre, para presentar sus disculpas por un ataque contra milicianos de Hamás ese día que mató a 13 residentes de la localidad, según informaron medios locales.

"Fallamos en proteger el kibutz", reconoció Hagari, acompañado del General de División Mickey Edelstein, ante los evacuados de Be'eri al presentar los resultados de la investigación militar sobre el suceso, en el que 13 israelíes murieron en el cruce de fuego entre los milicianos palestinos y las tropas.

El suceso se produjo en la casa de la familia Cohen, en Be'eri (una de las mayores comunidades fronterizas con Gaza, con unos 1.000 habitantes), donde los milicianos mantenían cautivos a 14 rehenes israelíes el 7 de octubre, informa Efe.

Un ataque con tanque mató a los rehenes

Durante los combates para recuperar el control de estas comunidades, el general de brigada Barak Hiram ordenó a un tanque disparar contra la vivienda, con los milicianos palestinos como objetivo, pero los dos proyectiles acabaron con la vida de muchos rehenes.

De los 14 retenidos en la vivienda de los Cohen, 13 murieron fruto del intercambio de fuego entre Hamás y el Ejército, sin que este haya especificado aún a cuántas personas mató el tanque concretamente.

La comparecencia de este jueves es una de las pocas ocasiones en las que las autoridades israelíes han asumido responsabilidades por los sucesos del 7 de octubre, siendo el silencio del primer ministro, Benjamín Netanyahu, uno de los más criticados en este sentido.

Anoche, el jefe para el distrito sur del servicio de inteligencia interior de Israel, el Shin Bet, dimitió, convirtiéndose en el primer miembro de la agencia que presenta su renuncia por los fallos de inteligencia que permitieron la masacre.

Preguntas sin respuesta

Tras la comparecencia de los militares, los residentes de Be'eri denunciaron en un comunicado que las preguntas críticas sobre el incidente continúan sin ser respondidas, según recogió el diario israelí Haaretz, y demandaron la creación de una comisión de investigación estatal que analice lo ocurrido.

"¿Por qué miembros del Ejército se congregaron en la entrada y no entraron al kibutz durante horas, mientras este ardía y sus habitantes pedían ayuda? ¿Qué causó el fallo de inteligencia que permitió el plan de infiltración de Hamás? ¿Y cómo ocurrió la brecha en la frontera sin una respuesta inmediata del Ejército?", se preguntaron.

Una de las residentes del kibutz que estuvo presente en el encuentro en el hotel, Sharon Sharabi, aseguró a la televisión israelí Channel 12 que las fuerzas armadas "actuaron de forma irresponsable".

Los hermanos de Sharabi, Eli y Yossi fueron dos de los 251 secuestrados por los milicianos islamistas el 7 de octubre, y el segundo fue asesinado durante su cautiverio en la Franja.

Otro residente señaló a la cadena que la investigación que se les presentó le parecía "seria y exhaustiva". El inesperado ataque hace nueve meses de los milicianos de Hamás, de la mano de otros grupos armados como Yihad Islámica, dejó en Be'eri 132 víctimas mortales, 101 de ellos civiles.

Además, otros 30 residentes y dos civiles más fueron secuestrados y llevados a Gaza, de los cuales 11 continúan en el devastado enclave.

El 7 de octubre de 2023, los islamistas mataron en Israel a casi 1.200 personas y tomaron como rehenes a otras 251. Hoy, 116 siguen cautivas en Gaza, de las cuales unas 40 perdieron la vida, según estimaciones del Ejército. Desde el inicio de la ofensiva israelí en Gaza tras ese ataque de Hamás, han muerto más de 38.300 palestinos en el enclave.