Joyas, relojes, metales preciosos como oro y plata, títulos de propiedad, testamentos, bolsos de lujo, e incluso dinero en efectivo. Son los objetos más guardados en las cajas de seguridad de alquiler de la compañía The Vaults Groupo, una firma irlandesa fundada en 2013 que rivaliza con el negocio de los bancos. La compañía creció en Reino Unido con nueve centros y ahora pretende dar el salto al resto de Europa con España como punto de partida.

La firma detectó una fuerte demanda en Barcelona, donde aterrizaron hace un par de meses. Ahora van a abrir sede también en el barrio de Salamanca de Madrid y están buscando ya ubicaciones en Valencia, Sevilla, Málaga, Marbella y Zaragoza.

La mayoría de los bancos, dicen en la compañía, han dejado de ofrecer el servicio de cajas de seguridad porque no es su principal línea de negocio. Además, "la banca siempre ha restringido mucho este tipo de servicios para clientes preferentes, ya que es un servicio de alto riesgo y no todos los bancos lo ofrecen", explica Seamus Fahy, Managing Director de The Vaults Group.

Por eso ellos han visto un filón. Su idea es "popularizar y democratizar" el acceso a las cajas de seguridad en un entorno en el que además cierran cada vez más sucursales bancarias. La firma presume de abrir seis días a la semana con acceso ilimitado a las cajas de seguridad y no cobrar cada vez que un cliente accede a su caja. "También se puede asegurar el contenido y permitimos almacenar efectivo, algo que los bancos no proporcionan", subraya Fahy.

Robos, desastres o crisis económicas

Entre sus clientes hay desde personas de muy alto poder adquisitivo hasta cualquier ciudadano, empresario o particular. "Todos tienen en común la preocupación por posibles robos, desastres naturales, crisis económicas e incluso escenarios de corralito bancario", remarca Fahy.

También recurren a ellos empresas, sobre todo para almacenar documentación sensible. Por ejemplo, "hay bufetes de abogados que las utilizan para guardar documentos, pero también hay inversores que las emplean para proteger las claves secretas de sus criptodivisas", detalla.

Además, avisa de que guardar objetos de valor en casa o dinero en efectivo no es lo más recomendable. "Actualmente, los ladrones pueden retirar fácilmente las cajas fuertes de las casas. Incluso pueden recurrir a métodos más violentos, como amenazar al propietario con un arma de fuego y forzarlo a abrir la caja fuerte bajo coacción", recuerda.

Frente a esa preocupación, asegura que cada vez hay más interesados en alquilar cajas de seguridad. La mitad de sus clientes optan por la que cuesta 400 euros anuales, aunque las hay de hasta 4.200 euros. La compañía presume de ofrecer una cámara acorazada construida especialmente para cajas de seguridad privadas, protegidas con altas medidas seguridad "superando ampliamente el modelo de cajas fuertes ofrecido por los bancos", subraya Fahy.

El oro como refugio

Con una inversión de 3 millones de euros en su oficina de Madrid, la empresa dirigida tanto por Fahy como por el también empresario irlandés David Walsh cuenta con 10 empleados en la capital y prevé duplicar plantilla en los próximos años. Sus instalaciones de Barcelona han tenido "una gran acogida" y el día de su inauguración ya tenían "una lista de espera de 2.000 personas". Allí, la inversión ha sido de 2 millones de euros para un local que cuenta con una capacidad inicial de 800 cajas de seguridad, ampliables a 5.000.

En paralelo a eso, la empresa también está apostando por la venta de oro en un contexto de incertidumbre geopolítica e inestabilidad financiera. Este metal precioso "se ha convertido en uno de los activos más buscados por los inversores en España como valor refugio", añade Fahy. "En el caso de la instalación de Barcelona, ahora tenemos clientes de toda Cataluña que acuden a nosotros para adquirir oro físico y la mayoría de los cuales decide guardarlo en las cajas de nuestra empresa", concluye.