"Querido Kylian, ya estás aquí. Bienvenido a tu casa, bienvenido al Real Madrid". La imagen de Kylian Mbappé Lottin (París, 1998) vestido de blanco ya es una realidad. El astro francés ha disfrutado de la presentación más galáctica que se recuerda, incluso por encima de la de su ídolo, Cristano Ronaldo, en 2009.

Más de una década de 'tiras y aflojas' ha sido necesaria para que una de las instantáneas más potentes del planeta fútbol: Mbappé, uno de los mejores futbolistas del mundo, junto a Florentino Pérez, Zidane, Pirri y las 15 Copas de Europa en un nuevo Bernabéu lleno hasta la bandera para recibir al francés.

La expectación por dar la bienvenida al atacante parisino era máxima. Más de dos horas antes del inicio del evento las colas poblaban los alrededores del estadio.

"Buenos días a todos. Voy a intentar hablar en español. Wow, es increíble estar aquí. He dormido durante muchos años con este sueño. Soy un chico feliz hoy, muy feliz. Quiero dar las gracias al presidente, que ha confiado en mí desde el primer día. Han pasado muchas cosas, pero gracias", señalaba un emocionado Mbappé, que parecía no dar crédito a lo que sucedía.

"Gracias a todas las personas que han trabajado para que esté aquí. Ha sido difícil pero hemos ganado y estoy aquí. Toda mi familia está feliz, veo a mi madre llorando... gracias de corazón a todos por el cariño que me habéis dado", detallaba Mbappé, que mostró especial cariño a la figura del presidente.

El galo quiso zanjar su discurso;"No sigo que voy a acabar llorando", pero antes aprovechó para mandar un mensaje a la mayoría de niños en las gradas: "Tengo un mensaje para los niños. Yo fui niño como vosotros. Con la pasión y el sueño podéis lograr lo que queráis", sentenció el atacante, que reconoció haber cumplido su sueño de la infancia e incidió en su próxima meta: "Ahora tengo otro sueño, estar a la historia del mejor club del mundo. Voy a dar la vida por este escudo".

El clímax llegó con el tan esperado abrazo a Florentino Pérez y Zidane, aunque antes la liturgia fue la habitual hasta que se acercó el momento cumbre. Reconocimiento médico a primera hora en el hospital universitario Sanitas La Moraleja para después, bermudas blancas, polo beige y gafas de sol blancas, regalar sus primeras firmas a los madridistas que se acercaron para tener su momento con el galo.

De La Moraleja a la la sala de juntas de la Ciudad Real Madrid, donde el presidente Florentino Pérez dio la bienvenida al protagonista y se produjo la firma del contrato que unirá al francés con el club durante las próximas cinco temporadas. En ese mismo lugar estuvo un pequeño Kylian en 2012, cuando el Real Madrid le mostró las instalaciones y le permitió fotografiarse con Cristiano Ronaldo en los primeros pasos de una tentativa llevada a término 12 años después.

Tras la firma, Mbappé recibió una réplica del estadio, un reloj y una camiseta con su nombre y número, el 9. Las imágenes con Mbappé ya en la disciplina madridista se emitían en un Bernabéu con más de 80.000 personas que transformaban el murmullo por rugido al asimilar que el crack ya estaba en Concha Espina.

Del polo beige al look inmaculado en traje para enfudarse por primera vez la elástica blanca en los vestuarios del templo merengue. Zinedine Zidane y Florentino Pérez, tras una ovación atronadora, aguardaban a su deseado en el escenario. La eterna espera, empapada de emocionantes vídeos que repasaban la historia del Real Madrid y de Mbappé, llegaba a su fin después de las palabras del artífice de su fichajes.

"Buenos días. Bienvenidos al Santiago Bernabeú a este histórico acto. Me van a permitir que mis primeras palabras sean para felicitar a la selección española de fútbol por conseguir la cuarta Eurocopa de su historia Enhorabuena no sólo por ganarla sino por la manera en que lo han conseguido. Felicidades", arrancaba Florentino, que impacientaba a una afición ansiosa por ver a su nuevo juguete.

Con Pirri y Zidane en la tarima, emergió la figura de Mbappé, sorprendido ante un Bernabéu rendido y donde no cabía un alma. "Has conseguido tu sueño porque no te has rendido. Estás aquí porque tú quieres y has hecho un esfuerzo que ni se imaginan", destacaba Florentino para poner en valor a uno de esos elegidos por los que el dirigente suspira por ver de blanco.

El discurso de Mbappé estuvo marcado por el agradecimiento al presidente y la incredulidad de un círculo que se cerraba. "Gracias a todas las personas que han trabajado para que esté aquí. Ha sido difícil pero hemos ganado y estoy aquí. Toda mi familia está feliz, veo a mi madre llorando... gracias de corazón a todos por el cariño que me habéis dado".

El primer 'Que bese el escudo' fue más que suficiente para que Mbappé, rendido al Bernabéu y a la historia blanca, hiciera posible la imagen. La muestra de amor levantó al Bernabéu, que tal y como sucedió en 2009 con Cristiano Ronaldo, finalizó al unísono con el "Hala Madrid" tras la cuenta atrás de Mbappé.