No hay aún acuerdo entre Gobierno y PP para la renovación de la cúpula del Banco de España. El Ministerio de Economía sostiene que aún hay tiempo porque el mandato de la subgobernadora, que está al frente del supervisor bancario de forma interina, no concluye hasta el 11 de septiembre. Pero lo cierto es que el Ejecutivo aún no renuncia a que quien tome las riendas sea el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá. Defiende que es "un magnífico candidato" y que no tiene por qué retirarlo de la mesa de negociación por el hecho de que proceda del Gobierno, dado que no hay duda, defiende, de sus aptitudes y de que cumple sobradamente con la cualificación requerida para el cargo.

La semana pasada, el diario El País avanzó que Sánchez había propuesto a Escrivá como gobernador del Banco de España (BdE), un nombre que el PP vetó de inmediato por lo que suponía de evidente puerta giratoria, por el salto, de un día para otro, del Consejo de Ministros al supervisor bancario. El propio Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, señalaba el lunes, en un encuentro informativo organizado por La Razón, que la propuesta de Escrivá le llegó "sorpresivamente, después de iniciar unas conversaciones que iban bien", por lo que entendió que le estaban "tomando el pelo", informa EFE. Apuntó que hasta entonces habían ido bien los contactos porque se había aceptado el principio de que no ocuparan vacantes en instituciones quienes hubieran tenido un cargo político en los últimos años. Es decir, el PP pidió extender al BdE la misma condición que pactó con el Gobierno para la renovación del Consejo General del Poder Judicial.

No vamos a retirar nada. Queremos que esté gente competente en el BdE. ¿Quién va a querer ser ministro o secretario de Estado si se le va a descartar para un puesto relacionado con su trayectoria?", se preguntan en el Ejecutivo

Los populares, por tanto, ya han dejado clara su negativa a Escrivá. Pero el Gobierno no está dispuesto a renunciar a su candidatura. No tendría por qué hacerlo, porque según el artículo 24 de la ley de autonomía del Banco de España —y lo recordó este martes en rueda de prensa el ministro de Economía, Carlos Cuerpo—, quien propone el nombre del gobernador es el presidente del Gobierno, mientras que el de su número dos es designado por el Ejecutivo a propuesta del propio gobernador. Tradicionalmente, sin embargo, el Gobierno y el principal partido de la oposición negocian la renovación de la cúpula, de tal manera que el primero elige al jefe del BdE y el segundo, al subgobernador.

"Escrivá es un magnífico candidato", defendían este martes fuentes próximas a Sánchez. "No vamos a retirar nada. Queremos que esté gente competente en el Banco de España. No hay duda de que es un magnífico candidato y no rompe el espíritu del acuerdo con el PP", insistían las mismas fuentes del máximo nivel. En la Moncloa irrita que se descarte a "independientes [Escrivá no tiene carné de militante del PSOE] que deciden dar un paso adelante y comprometerse a entrar en un Gobierno". "¿Entonces, quién va a querer ser ministro o secretario de Estado si se le va a descartar para un puesto relacionado con su trayectoria?", abundan en el mismo sentido en el círculo de Sánchez.

Puestos en el BdE, en Europa, en el BBVA o en la AIReF

Escrivá (Albacete, 1960) fue el primer presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), cargo que ocupó, a propuesta del Ejecutivo de Mariano Rajoy, entre marzo de 2014 hasta enero de 2020. En ese tiempo también fue presidente de la Red de Instituciones Fiscales Independientes de la Unión Europea. Comenzó su carrera precisamente en el BdE, en su Servicio de Estudios, y continuó posteriormente su trayectoria en Europa: participó en el proceso de integración monetaria desde 1993 como asesor del Instituto Monetario Europeo, luego fue jefe de la División Política Monetaria del BCE en Fráncfort y entre 2012 y 2014, director para las Américas del Banco Internacional de Pagos de Basilea. Entre 2004 y 2012, trabajó en el grupo BBVA, primero como economista-jefe y director del Servicio de Estudios y, desde 2010, como managing director del Área de Finanzas Públicas.

Cuerpo insiste en que el Ejecutivo quiere que la renovación sea "consensuada y hablada" con el PP, y que por ello están intentando "avanzar en esa negociación" para que se consume el relevo "en tiempo y forma"

Al final, es el presidente el que decidirá cuánto aguanta el pulso al PP, pero él mismo, la semana pasada, al término de la cumbre de la OTAN, en Washington, defendió la postulación del ministro para el BdE. Lo "relevante", señaló, es si el candidato propuesto como gobernador "cumple o no con los requisitos y la cualificación que amerita un puesto de esas características, sobre todo en un contexto de tanta incertidumbre económica, geopolítica". Requisitos que, a su juicio, cumple Escrivá sobradamente, ya que fue presidente de la AIReF antes de ser ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (2020-2023), y con un currículum que demuestra una fecunda trayectoria en el sector económico y bancario, de tal manera que "hay pocas personas en España que tengan" su "conocimiento de política monetaria". Sí reconoció que el Gobierno está sumergido en un proceso de negociación con el PP para el relevo no solo el BdE, sino también la Junta Electoral Central o la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, y por tanto se impone "una cierta discreción por parte de los negociadores", que son el ministro Félix Bolaños y la secretaria general del PP, Cuca Gamarra.

Este martes, el ministro de Economía también reforzó el mensaje de que el Ejecutivo quiere que la renovación de la cúpula del supervisor bancario "sea consensuada y hablada" con el PP, y que por ello están intentando "avanzar en esa negociación" para que se consume el relevo "en tiempo y forma".

Cuerpo lanzó un "mensaje de tranquilidad en cuanto a los tiempos", porque el cargo de la subgobernadora, Margarita Delgado, no vence hasta el 11 de septiembre. Economía sí pretendía en un primer momento que el relevo del gobernador estuviera ejecutado antes del 18 de julio, para la reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo que decidirá sobre política monetaria, porque a ella puede acudir Delgado, pero no tiene derecho a voto. Pero ese tren ya se ha perdido porque el acuerdo no ha llegado.

El titular de Economía sí recalcó que las personas que sustituyan a Pablo Hernández de Cos como gobernador —él cesó en el cargo el 11 de junio— y Margarita Delgado como subgobernadora tendrán la "capacitación y la experiencia necesarias como para seguir haciendo del Banco de España una institución de referencia a nivel nacional e internacional". Cuerpo también agregó que, no obstante, el nombramiento del gobernador "corresponde al presidente del Gobierno", y el de su número dos, al propio gobernador, como prescribe la ley de autonomía del BdE, "y eso tiene que quedar claro". Es decir, que Sánchez no va a desechar esa carta que le permite aupar a su candidato a gobernador, sin necesidad de pactarlo con el PP.

En el Gobierno defienden que hay múltiples ejemplos en toda Europa de ministros de Finanzas que luego han sido gobernadores de los bancos centrales de sus países

El presidente ya apuntaba otro argumento en defensa de la candidatura de Escrivá: "Hay una tradición en muchos países donde ha habido ministros que han sido gobernadores de sus bancos centrales". En el Ejecutivo citan los ejemplos del finlandés Olli Rehn —comisario europeo (2010-2014), ministro de Finanzas de su país (2015-2016) y gobernador desde 2018—, del portugués Mário Centeno —titular de Finanzas (2015-2020) y gobernador desde 2020—, del griego Yannis Stournaras —responsable de Finanzas (2012-2014) y luego gobernador desde 2014—, del eslovaco Peter Kažimír —ministro de Finanzas desde 2012 a 2019 y gobernador desde 2019—, del maltés Edward Scicluna —ministro (2013-2020) y gobernador desde 2021— y del holandés Wim Duisenberg —primer presidente del BCE, fue ministro de Finanzas antes de ser gobernador del Banco de Países Bajos—.

En Alemania, continúan explicando en el Ejecutivo, el patrón habitual es que "perfiles político-técnicos con cargos clave en el Gobierno pasen al Banco Central: Jens Weidmann, Jörg Asmussen o Hans Tietmeyer pasaron de ser máximos responsables de la asesoría económica de sus cancilleres a gobernadores del Bundesbank o al Consejo de Gobierno del BCE". A todos estos ejemplos, Sánchez agregó uno la semana pasada desde Washington: Luis de Guindos, primer ministro de Economía de Rajoy, fue promocionado como vicepresidente del BCE en 2018. Por eso, dirigentes socialistas que conocen bien a Sánchez señalan que se "sorprenderían" de que retirase a Escrivá. "No es de rendir pulsos y está harto del doble rasero", arguye un veterano del partido, apuntando los casos de Guindos y también de Elvira Rodríguez, que fue ministra de José María Aznar (2003-2004), consejera madrileña de Transportes (2006-2007) o presidenta de la Asamblea de Madrid (2007-2011) antes de ser nombrada por Rajoy presidenta de la CNMV (2012-2016). "Si de ministro se puede pasar al BCE, ¿por qué no al BdE? Manda mucho más el BCE que el Banco de España", reflexiona esta última fuente.