Según ha publicado la revista Lecturas, Antonio Banderas no ha podido salvar su casa de Marbella. Tras haber luchado durante años para salvar la propiedad en la que pasaba sus veranos, la mansión junto a la playa ya ha sido demolida. Conocido como La Gaviota, se construyó en tiempos de Jesús Gil y perteneció, en sus primeros años, a Encarna Sánchez.

La casa está situada en Marbella, justo enfrente de la playa de Los Monteros, y era el lugar preferido de Antonio Banderas para pasar los veranos. En esta casa nació Stella del Carmen, fruto de su matrimonio con Melanie Griffith, y fue el hogar que compartió con la actriz durante sus años juntos.

La casa de Antonio Banderas, demolida.
La casa de Antonio Banderas, demolida. | Europa Press

La casa de la infancia de su hija Stella

"Recuerdo mi primera infancia en la playa, con mi familia, comiendo bocadillos de Nutella y viendo el Grand Prix del verano", decía la joven a la revista Vanity Fair hace unos años. Posteriormente, siguió viviendo allí en incluso fue en esta enorme parcela donde pasó parte de la pandemia junto a Nicole Kimpel.

Desde hace años el actor luchaba por salvar la que ha sido su casa, después de que fuera declarada ilegal en 2003 por invadir terreno natural. Gracias al Plan General de Ordenación Urbana de 2010, Antonio Banderas llegó a un acuerdo y cedió 1.243 metros cuadrados para evitar su demolición. Pero en 2015 este fue suspendido por orden de Tribunal Supremo y volvió la amenaza de demolición. Que finalmente se ha cumplido.

Antonio Banderas está asentado en Marbella, donde dedica todo su tiempo al Teatro Soho. Un proyecto que compagina con otros negocios como los que gestiona con la empresa Tercer Acto, en 2019, con el que ha creado varias empresas hosteleras.

En esta empresa habría invertido unos seis millones de euros, según aseguraba su socio Pablo Gonzalo recientemente. Sin duda, Soho y todos los emprendimientos paralelos son apuesta arriesgada que sale del amor por su tierra. Pero Antonio Banderas no quiere dejar de crear: acaba de arrancar el Sohrlin, una productora y centro de formación en artes escénicas.

"Es un nuevo espacio para la creación, la investigación y la formación", comentaba recientemente. Además, su trabajo como actor sigue siendo la fuente principal de sus ingresos, con lo que financia gran parte de este sueño malagueño.