La dirección de ERC ha denunciado al ex responsable de comunicación del partido, Tolo Moya, al que han cesado además como asesor del Grupo Republicano en la Diputación de Barcelona. Acusan a Moya de ser el responsable de la filtración de los audios que demuestran que Sergi Sabrià, entre otros, sabía que los carteles del Alzheimer salieron del partido al menos desde el pasado febrero.

Han pasado dos semanas desde la dimisión de Sabrià para atajar la crisis abierta en el seno de Esquerra Republicana. Quien fuera viceconsejero y mano derecha de Aragonès reconoció entonces que no creía que su retirada sirviera para cerrar la herida provocada por los carteles del Alzheimer. No ha sido así. Tampoco el retorno de la secretaria general, Marta Rovira, que huyó a Suiza hace más de seis años para esquivar la cárcel, ha servido para calmar las aguas. Las nuevas revelaciones ahondan en la herida, mientras Oriol Junqueras reclama más explicaciones.

Junqueras reclama explicaciones

"Cualquier dimisión o expediente exprés no puede sustituir el conocimiento de la verdad para todos nosotros y para la militancia que sostiene a ERC", advierte el ex presidente republicano en un artículo publicado este miércoles. Junqueras salva a Rovira pero condena las "malas praxis ocultas". Cualquier "funcionamiento de estructuras paralelas y plenipotenciarias, con carácter permanente y recursos ilimitados para generar campañas" contra rivales "o incluso compañeros" lamenta.

El mismo día en que Junqueras hacía públicas sus quejas en La Vanguardia, RAC1 desvelaba los audios que demuestran que Sabrià y su equipo conocían los hechos, al menos, desde el pasado febrero. Unas conversaciones en las que pactan cómo presentar los hechos ante el principal afectado por los carteles, Ernest Maragall, para pedirle que retire la denuncia y evitar que se hiciera pública la implicación de ERC.

Cortafuegos insuficiente

La grabaciones corresponden a una conversación de febrero de 2024, casi un año después de los hechos. En ella comentan que el informe elaborado por Mossos d'Esquadra tras la denuncia de Maragall apunta al partido. Y debaten cómo frenar el escándalo. La primera opción: hablar con Maragall para que retire la denuncia, atribuyendo toda la responsabilidad a los militantes de Igualada que fueron grabados colgando los carteles.

Los jóvenes militantes a los que de forma habitual se encargaba las contra-campañas "se vienen arriba" con los carteles. Es el "cortafuegos" ideado por Sabrià, el actual director de Comunicación, Oriol Duran, el secretario de Finanzas, Jordi Roig, y el ex secretario de Comunicación al que el partido ha señalado hasta ahora como responsable, Tolo Moya.

Ese es el argumento que esgrimió la dirección del partido desde el primer día de la crisis. Pero las revelaciones en torno a una estructura permanente bautizada como "La B", el pago de servicios a través de terceros y la sospecha de una ejecutiva reducida en la que se tomaban decisiones al margen de Junqueras hizo insuficiente ese cortafuegos.

El siguiente paso fue la dimisión de Sabrià, reconociendo -y defendiendo- la existencia de campañas de guerra sucia pero no la autoría de los carteles. Pero esa dimisión tampoco ha acallado la crisis, avivada por las denuncias de Moya, quien insiste en que "tiene pruebas" de su inocencia. También de quién era el ideólogo del grupo, cómo funcionaba y se estructuraba y las personas que lo conocían.

Rovira se multiplica

La crisi explica, en gran parte, el rápido retorno de Rovira, que inicialmente había anunciado un regreso junto a Carles Puigdemont con gran escenificación de unidad independentista. La secretaria general se ha multiplicado en actos públicos y de partido desde que el pasado viernes cruzó la frontera.

El sábado fue la Asamblea de Mujeres de ERC, con una nueva escenificación de bienvenida y llegada a la sede republicana no exenta de críticas en las redes. Al día siguiente entrevistas en diversos medios, y el lunes protagonizó la primera rueda de prensa tras la reunión de la Ejecutiva, en la que ya no participa Junqueras. El martes fue el turno de la recepción en el Palau de la Generalitat, y este jueves será el turno para su retorno al Parlament.

Un periplo en el que no ha faltado el primer encuentro directo con militantes, en una asamblea convocada en Barcelona. Un encuentro en el que algunos han querido ver los primeros pasos para convencer a la militancia de las bondades de un pacto de investidura con el PSC. Aunque fuentes presentes en el encuentro enfrían esa interpretación. "No vi que tenga asumido investir a Illa" apunta esta fuente. "De hecho, la estrategia de negociación se está haciendo en clave de campaña electoral".