El Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles una nueva resolución de apoyo a Ucrania en la que ha condenado la visita del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, a Moscú, en el estreno de la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea. Esta es la primera resolución de la nueva cámara europea que echó a andar este martes en Estrasburgo y ha recibido 495 votos a favor.

La Cámara deja claro en el texto que el viaje de Orbán y la reunión con Moscú "no representan a la Unión Europea" y además "violan los tratados de la Unión Europea y la política de exteriores común, incluyendo el principio de cooperación". Los eurodiputados han acordado que la agenda internacional del primer ministro debería conllevar "repercusiones para Hungría".

Además, señalan que Hungría ha estado utilizando su poder de veto de forma "abusiva" para prevenir a los estados miembros de garantizar la ayuda para Ucrania. El texto pone de relevancia que el ataque a Ucrania atenta también contra los valores europeos y condena el ataque al hospital de niños en Kiev, perpretado solo unas horas después de la reunión entre Putin y Orbán.

En el texto que han votado los eurodiputados, la cámara "reafirma sus posiciones sobre el apoyo continuo a la independencia, la soberanía y la
integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas y el compromiso inquebrantable de la UE de prestar apoyo político, financiero, económico, humanitario, militar y diplomático durante el tiempo que sea necesario para garantizar la independencia de Ucrania".

La misma resolución considera "insuficiente" la asistencia militar que ha recibido Ucrania a quien reconocen su derecho a defenderse por haber sido víctima de una agresión. Por ello, instan a la Comisión Europea a establecer un mecanismo a largo plazo para garantizar la asistencia a Ucrania. En la misma línea, piden que los estados miembros, en el Consejo Europeo, aprueben o extiendan las sanciones a Rusia, a la vez que revisan su impacto y su efectividad.

En el mismo texto, los eurodiputados ven con buenos ojos las conversaciones para la adhesión de Ucrania y de Moldavia a la Unión Europea. "Su integración representan una oportunidad geoestratégica y democrática y una inversión en una Europa unida y fuerte", apuntan.