"Hasta aquí hemos llegado" ha concluido este lunes Ernest Maragall, último candidato de ERC al Ayuntamiento de Barcelona, al anunciar su salida del partido. Es el resultado de la crisis abierta en el partido por la 'guerra de los carteles', la polémica constatación de que los carteles que identificaban a Ernest con su hermano Pasqual Maragall y la enfermedad de Alzheimer en la campaña de las últimas elecciones municipales salieron de su partido. "No puedo seguir callado" ha lamentado Ernest Maragall. "Y aun menos podría aceptar que alguien confunda silencio con complicidad o conformidad".

Tres semanas después de la publicación de la primera información que señalaba a Esquerra como la responsable de la publicación de los carteles, Maragall ha comparecido desde a propia sede republicana -ante la ausencia de representantes de la dirección republicana, más allá de Josep Maria Jové- para comunicar que se da de baja del partido porque no puede seguir permitiendo que su silencio se interprete como complicidad con quienes permitieron esa campaña.

En una comparecencia extremadamente comedida, Maragall ha expresado su "decepción y distancia crítica" respecto a la "vida orgánica" del partido que lo fichó como la gran estrella robada al PSC hace una década. Decepción que se suma a la "vergüenza y horror" que en su día le provocaron los carteles con el lema "Fuera el Alzheimer de Barcelona" junto a la imagen de su hermano Pasqual.

Crítica a la organización

Maragall no ha ahorrado críticas a la reacción de su partido, aunque sin mencionar explícitamente a quien era entonces el máximo responsable de la estrategia de comunicación de ERC, Sergi Sabrià, que dimitió hace diez días por este caso. Así, ha lamentado que "quien lo supo desde el primer momento era responsable por validarlo o porque se le escapó" y "no quiso dar la cara en ese momento ni asumió responsabilidades cuando tocaba".

El ex alcaldable ha recordado que "si ahora estamos aquí es por la acción judicial que se abrió con mi denuncia, no por nada más" afeando la falta de reacción de su partido ante un ataque tan denigrante. Y ha destacado que solo cuando la instrucción judicial "concretó hechos, nombres y circunstancias" la ejecutiva republicana reconoció los hechos. Fue entonces cuando "yo recibí las primeras explicaciones", ha lamentado, "obviamente explicaciones a petición mia".

En este contexto, Maragall ha explicado que "no puedo seguir callado, y aun menos podría aceptar que alguien confunda silencio con complicidad o conformidad" ante la campaña orquestada desde la estructura B de comunicación de ERC para provocar una victimización de su candidato, en un momento en que aparecía claramente por detrás de Xavier Trias, Jaume Collboni y Ada Colau.

Apoyo al manifiesto de Rovira

Pese a ello, Maragall ha lamentado que en la 'guerra de los carteles' "se ha querido usar para otros objetivos". También, ha advertido "en relación al debate interno" de Esquerra, en el que los bloques liderados por Oriol Junqueras y Marta Rovira se han posicionado claramente. Los segundos, en defensa de Sabrià, los primeros, más tácitamente, del ex director de comunicación del partido, Tolo Moya, al que Maragall sigue señalando también como responsable.

Este lunes el ex consejero con el PSC y Esquerra ha asegurado que sigue compartiendo los ideales republicanos, pese a su salida de ERC, y que mantiene su apoyo al Manifiesto en favor de a renovación del partido que ha suscrito de forma masiva el sector afín a Rovira. Un manifiesto leído como un ataque directo a Junqueras.

Por ello ha lamentado que la 'guerra de los carteles' se haya utilizado "como herramienta de descrédito" de la propia organización, de forma que "ahora los militantes y simpatizantes asisten con indignación a un espectáculo vergonzoso que no hubieran creído posible".

"Hoy dejo de pertenecer a la organización" ha añadido en este sentido, pero "no retiro mi firma del manifiesto y sigo defendiendo" la necesidad de "abrir una nueva etapa con nuevos liderazgos".