Querida RoRo. Haz feliz a tu novio. Nunca renuncies a ello ni escatimes esfuerzos por él. Dedica la misma energía a cuidar de Pablo que a correr en su dirección opuesta en caso de que percibas desgana o indiferencia por su parte. Haces algo correcto y sano. Algo propio de una mujer atenta y detallista que se mueve al son de lo que marca el amor y que no atiende a las voces ruidosas, repetitivas e inquisidoras de quienes conciben la existencia como un combate, que al principio es contra otros y, al final, termina por enfrentarlas a sí mismas.

Quienes te critican se empeñan en esconder una realidad implacable con mensajes ideologizados e identitarios, ergo peligrosos. Pero hay algo que nunca podrán cambiar, una realidad que intentan ocultar con fanatismo. Es la que evidencia que los vínculos son importantes para este animal gregario. El individualismo es fantástico cuando es sinónimo de libertad e independencia, pero conduce a la destrucción cuando implica soledad o temor a forjar lazos. En lo que definió Bauman en Amor Líquido.

Este último dirige al fracaso, a rebozarse en los propios defectos y al goce de las rarezas. Al perr-hijo, a los inviernos tenebrosos, los encuentros rápidos e insatisfactorios y a la incomprensión del mundo, que siempre es culpa de uno mismo; y no del resto, que simplemente hace su vida y trata de lidiar con sus problemas. Esto le sucede a ellas y a ellos. De hecho, los hombres son especialmente torpes cuando están solos. Su vida se convierte en una espiral de camisas arrugadas, timidez, pereza y raciones de patatas del McDonalds. O sea, de vagancia, grasa, dejadez, adolescencia eterna… No han cambiado muchas cosas en nuestra biología desde las cavernas y la soledad es todavía sinónimo de desprotección.

No hay nada más patético en la vida que quienes se aíslan por odio y por resentimiento y terminan convertidos en personas paródicas. En cínicos indeseables, como el Schopenhauer que se regodeaba en su misoginia. El equivalente de hoy en día es el de las mujeres que odian a los hombres. El de las Ángelas Rodríguez Pam que reivindican el poder del satisfyer frente al pene. Ellas hoy te critican, RoRo. Las que prefieren el plástico y el revanchismo a la alegría.

El negocio de los cuiados

He de confesarte que no entiendo muy bien el exhibicionismo en internet. Grabarse cantando, subir una foto con el perro, en el barco o en el rocódromo; o ilustrar a los demás sobre el tiempo en el que has completado una media maratón. O acudir a restaurantes para publicar reseñas audiovisuales en las que alabar “el texturón” de los platos. Pero nada de eso es malo. Hay quien gana mucho dinero con ello. Más que cualquier plumilla de medio pelo o piltrafa de asociación.

Lo tuyo además, RoRo, tiene un lado tierno: es el del cuidado y la pureza. En tiempos de refriega y polarización identitaria, reivindicas el amor generoso y amplio, que es como debe ser. "Yo cocino y él friega y limpia todo", dijiste en la televisión. Subís a las redes sociales fotos de vuestras escapadas y vuestros planes; viajáis en familia y hacéis planes sencillos y felices. De gente que no es excéntrica ni percibe micromachismos en cada situación existencial.

Mientras toda esa marabunta ruidosa y moralista te señalaba, apareciste en un plató de televisión y parecías convencida de que nada de lo que haces merece censura. “Él me cuida muchísimo y yo también le cuido a él”, afirmabas, en referencia a tu novio. Y añadías: “Me encanta cocinar y que la gente disfrute de mi cocina”.

Rita Maestre, ¿por qué?

Dicen Rita Maestre y demás tropa de Federaciones y asociaciones woke subvencionadas que eso es ultraconservador. Que formas parte de un movimiento, que es el de las tradwifes, que destaca por transmitir a los demás los valores de la mujer tradicional que quiere ser esposa, madre y cuidadora.

No es tu caso porque tienes carrera profesional. Dices que eres traductora y que te dedicas a ello. Que tienes una ocupación, pero que te apasionan el canto y la cocina. ¿Y qué problema hay? ¿A qué se debe entonces su saña y su bilis negra? Les molesta que seas feliz. Que no te sientas una esclava por complacer o que no compres discursos victimistas.

Les destroza que tengas personalidad y no te adhieras a causas que buscan la confrontación constante como forma de mantenerse vivas; y que son tan tolerantes con la disensión como se demuestra en el caso de Lidia Falcón, histórica líder feminista a la que incluso llevaron a los tribunales por poner en cuestión la doctrina trans. RoRo, preferirían que te grabaras en vídeo gritando alguna consigna -"machete al machote"- o victimizándote a que lo hagas con tono feliz porque a tu novio y a sus amigos les han encantado los aperitivos que has preparado. ¿Crees que alguien sano defendería la crispación frente a lo dulce y cotidiano?

El poder del amor

RoRo, frente a las que confrontan y odian -las que te gritan por la calle “esclava”-, has demostrado ser poderosa. Responder al cariño de tu novio con más cariño. Complacer a quien te complace y cuidar lo que consideras valioso. Quién sabe, a lo mejor Pablo no es el hombre de tu vida, pero esas cuestiones las resuelve el tiempo, no las desconfianzas tan típicas de la gente herida, oscura o retrógrada (pese a que se diga progresista). En tiempos de infamia, los héroes son los que reivindican lo correcto. Y cuando lo correcto se vuelve revolucionario, significa que vivimos ahogados por la sinrazón o por alguna tiranía.

En tiempos de infamia, los héroes son los que reivindican lo correcto. Y cuando lo correcto se vuelve revolucionario, significa que vivimos ahogados por la sinrazón o por alguna tiranía.

Cuando cuidar de tu novio le chirría a una parte de quienes te ven y lo confunden con dependencia, con inocencia o con un acto fascismo... ejecutar esa acción es más necesario que nunca. Se convierte en un acto de justicia. De racionalidad frente al esperpento de una ideología atroz.

Tú has conseguido fama con tu talento y con tu buen hacer. Con acciones positivas, de mujer con personalidad. Las Rita Maestre y las Federaciones de Jóvenes Feministas engrasan sus altavoces con el dinero de los demás. Con el de ese porcentaje de las ganancias que obtengas en TikTok que se quedará la Agencia Tributaria y que destinará, en una pequeña parte, a financiar a las catequistas que hoy te critican. Ellas predican poliamores, patriarcados y sororidades. Tú de vez en cuando cocinas para tu novio y él limpia. Os mueve el amor y os satisface la rutina, que puede ser armónica o terrible, pero que a vosotros os hace bien. Que se callen.