Ir al mar es unos de los grandes placeres que nos podemos dar cuando llega el verano. Bañito, tomar el sol con precaución, descansar y pasear y caminar por la playa y su orilla. Porque hacer ejercicio mientras andamos disfrutando del sonido del mar, el oleaje y el sol aporta muchos beneficios para la salud.

Tanto si solemos hacerlo a menudo, como si estamos pensando en empezar con las caminatas por la playa, debemos considerar algunos aspectos básicos. Sobre todo para no tener un contratiempo ni lesionarnos mientras nos encontramos en la práctica.

Caminar por la playa, mucho más que una simple relajación

Una de las recomendaciones viene del GCCOP, el Consejo General de colegios oficiales de podología de la Comunidad de Madrid. Señalan que esta práctica es beneficiosa siempre y cuando no se abuse de ella y se tomen ciertas previsiones.

Y es que, como veremos más adelante, caminar nos ayuda a mantener una buena salud cardiovascular, ya que aumenta el tamaño del corazón, fortalece las arterias y beneficia la oxigenación de todos los órganos y tejidos de nuestro organismo. Además de ayudarnos a reducir el estrés y la ansiedad.

Esto es gracias a la relajación que proporciona el sonido del mar y el contacto con la naturaleza, mejorando el estado de ánimo y ayudando a aumentar la creatividad. La sensación reconfortante de la arena bajo los pies puede tener un efecto positivo en la mente y el bienestar general. Ello es gracias al contacto directo con la superficie de la tierra, según el estudio estadounidense de la National Library of Medicine.

Earthing o grounding, el contacto directo con la tierra, arena y otras superficies naturales

Esta práctica, conocida como earthing o grounding, implica estar en contacto directo con la tierra, arena u otras superficies naturales sin usar calzado, lo que puede reducir la inflamación, mejorar el sueño y fortalecer los músculos de los pies y las piernas.

La lista es muy amplia, porque también nos ayuda a quemar hasta 50% más de calorías o a fortalecer la musculatura. Lo recomendable es realizar esta caminata por las zonas de arena compacta y estable, ya que evitará el hundimiento de la piel, disminuyendo así la tensión muscular y la inestabilidad.

Así, caminar por la playa y por la orilla del mar, cerca o dentro del agua, sería un buen ejercicio de grounding porque, además, el agua salada en un buen conductor. Sin embargo, hacerlo por el asfalto, la madera, el plástico o el vinilo, al ser aislantes, no son adecuados para realizar esta práctica. Un buen hábito de vida saludable, como una alimentación sana, suficiente descanso y el ejercicio moderado.

Los principales beneficios

  1. Ayuda a quemar más calorías. La superficie blanda de la arena influye en el incremento del gasto de energía. Ya que el cuerpo debe realizar mayor esfuerzo a la hora de mover la musculatura. La zona de las piernas desde los gemelos, sóleos, tobillos y cuádriceps se activan con mayor intensidad.
  2. Caminar por la playa fortalece músculos y huesos. El caminar sobre la arena resulta más fácil para las articulaciones, ayudando a fortalecer músculos y huesos, pues no se sufre impacto debido a la característica blanda de la arena.
  3. Permite la prevención de lesiones, ayudando a aumentar la fuerza. Y como dato curioso: la exposición al sol favorece la absorción de vitamina D. Esto permite sintetizar mejor el calcio.
  4. Mejora el estado de ánimo. Hay muchos estudios que indican que las actividades al aire libre junto al mar mejoran la salud mental. Y también la autoestima. Nadie puede negar que es una actividad muy relajante sobre todo si caminas cuando no hay aglomeraciones.
  5. Buena salud cardiovascular. Además de fortalecer los músculos, caminar por la playa también es un excelente ejercicio cardiovascular. El esfuerzo requerido para caminar sobre la arena aumenta la frecuencia cardíaca, lo que a su vez mejora la circulación sanguínea y fortalece el sistema cardiovascular. Este tipo de ejercicio aeróbico ayuda a mantener un corazón saludable y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.
  6. Exfoliante natural. La estructura de grano fino de la arena ayuda a remover las células muertas de la piel. Su poder exfoliante en combinación a la sal del mar ayuda a mejorar la elasticidad de la piel, eliminando las impurezas y manteniendo la piel suave y tersa.

La clave está en no propasarse con los esfuerzos el primer día y dejarse llevar. Esta aclimatación, aunque nos cueste, es fundamental para que la arena de la playa no cause estragos en nuestra salud, principalmente cuando hacemos deporte descalzos, que es lo más habitual cuando estamos en ella.