Carles Puigdemont ha celebrado este sábado el cuarto aniversario de Junts con la promesa de que regresará a España para participar presencialmente en la próxima investidura catalana y la exigencia de movilización al independentismo para "salir de la prisión en la que se ha convertido España". Lo ha hecho reclamando además al Gobierno que "evite" su detención cuando vuelva a España, porque a su juicio sería fruto de un "acto ilegal" del Tribunal Supremo.

"Mi obligación es ir al Parlament si hay debate investidura, y solo un golpe estado me podrá impedir estar ahí" ha proclamado un Puigdemont que no ha ahorrado ataques contra su rival, Salvador Illa, y el presidente Pedro Sánchez, al que ha afeado su falta de reacción al "golpe de estado" que a su juicio suponen los recursos del Tribunal Supremo a la aplicación de la Ley de amnistía.

"Espero que las autoridades eviten una detención que sería ilegal e ilegítima. Esto es lo que hacen los gobiernos democráticos" ante una "decisión ilegitima, cogen el toro por los cuernos y le dicen al señor de la toga que así no"

Carles Puigdemont

La amnistía, ha añadido, "es la voluntad democrática de un parlamento" que los jueces "tienen el deber de aplicar". Y cuando no lo hacen "están cometiendo un delito" ha asegurado encendido. Por ello, ha añadido "espero que las autoridades eviten una detención que sería ilegal e ilegítima. Esto es lo que hacen los gobiernos democráticos" ante una "decisión ilegitima, cogen el toro por los cuernos y le dicen al señor de la toga que así no".

Por contra, ha lamentado que el Gobierno solo hable "sobre la mujer de Sánchez". Pero "cuando los jueces se niegan a aplicar leyes aprobadas por el parlamento no dicen nada, porque esto es problema nuestro" ha criticado el líder de Junts. Por tanto, ha añadido, "nosotros nos tendremos que defender ante la toga nostra que controla el PP por la puerta de atrás".

Jueces como Tejero

En este contexto, ha señalado que "antes había Tejeros y Milans del Bosch y podíamos ver como perpetraban golpe, querían lo mismo que los de la toga nostra, que un parlamento no pueda tomar decisiones que no les gustan". Una herencia franquista que a su juicio "da a la política española unos aires de golpe de estado que se empiezan a percibir en todos lados".

Puigdemont ha señalado además el "peligro" que a su juicio supone una investidura de Illa, al que ha acusado de liderar a un PSC "más cerca de Josep Borrell que de José Montilla, y en las antípodas de Pasqual Maragall". Un PSC que "se calla" ante los incumplimientos de inversiones en Cataluña o un sistema de financiación que a su juicio castiga a los catalanes.

El líder de Junts ha lanzado estas advertencias ante más de dos mil personas, según los datos del partido, convocadas en la localidad francesa de Amélie-les-Bains-Palalda, a 15 kilómetros de la frontera con España. Un acto en el que se ha comprometido a regresar a España para la investidura o en próximas campañas electorales, dejando la puerta abierta a una repetición electoral, que Junts busca con ahínco.

No os fiéis nunca de (Jaume) Collboni y (Salvador) Illa. Muy buena cara, buenos gestos pero os clavarán siempre el puñal por la espalda, no os fieis de esta gente

Xavier Trias

Un acto en el que Xavier Trias se ha despedido de la militancia tras hacerlo el viernes del Ayuntamiento de Barcelona, con una advertencia contra el PSC. "No son gente de fiar, no os fiéis nunca de (Jaume) Collboni y (Salvador) Illa" ha apuntado entre aplausos del público. "Muy buena cara, buenos gestos pero os clavarán siempre el puñal por la espalda, no os fieis de esta gente" ha asegurado, denunciando que solo ha obtenido "el desprecio" de los socialistas.

La presidenta de Junts, Laura Borràs, por su parte, ha apelado a los votantes "de ERC y la CUP" a los "independentistas abstencionistas, cansados, decepcionados" para reclamar unir fuerzas. "Juntémonos" ha reclamado, "los de Junts estamos ahí sin retrovisor ni reproches, con toda la fuerza que nos han querido quitar". Borràs ha reclamado además "no fallar al país y sobre todo no fallemos a las generaciones futuras abocándolas a un futuro de pobreza en el Estado español".

Recta final de la negociación

Paralelamente, PSC y ERC apuran los últimos días para cerrar un acuerdo de investidura, después de que la secretaria general republicana, Marta Rovira, fijara el final de julio como fecha límite para alcanzar un pacto. La reforma del modelo de financiación autonómica centra las negociaciones, en las que Esquerra exige un "sistema singular" similar al concierto económico de las comunidades forales, mientras el PSC aboga por hacer realidad el consorcio tributario que recoge el Estatut, participado a partes iguales por Gobierno y Generalitat.

La portavoz del partido, Raquel Sans, alentaba las esperanzas de los socialistas este viernes al justificar un acuerdo con el PSC. "La realidad" de la situación política es que "el independentismo no ha conseguido sumar" apuntaba Sans en una entrevista en TV3, pero la negociación con el PSC "abre la vía para un buen acuerdo" que beneficie a Cataluña. "La independencia es más fácil cuando tienes la llave de la caja. Esto la militancia lo puede valorar en positivo", concluía.

En el esquema avanzado por fuentes republicanas, el objetivo era cerrar el pacto este fin de semana para que pudiera ser avalado por la ejecutiva de Esquerra que se reúne el lunes. Los republicanos convocarían entonces la consulta a su militancia, previsiblemente el jueves 1 de agosto, con la vista puesta en la semana del 5 de agosto para celebrar el debate de investidura de Illa.