El Rafael Nadal - Novak Djokovic ya es una realidad. El tenista español se batirá con uno de sus grandes rivales en segunda ronda del torneo individual olímpico después de arrasar al húngaro Márton Fucsovics por 6-1/4-6/6-4 en 2 horas y 31 minutos.

La leyenda del tenis ha venido a París para ser protagonista más allá de la ceremonia inaugural, donde recogió la antorcha olímpica de manos de Zinedine Zidane.

Las sensaciones del mejor Nadal asomaron por una de las pistas más emblemáticas del mundo y que el manacorí ha convertido en el patio de su casa. La Philippe Chatrier, lugar en el que Nadal ha levantado 14 veces la Copa de los Mosqueteros, fue testigo de un recital del dos veces campeón olímpico, que empezó con un rodillo sobre Fucsovics para después tener que cimentar una compleja victoria.

La derecha de Nadal salió a dominar desde el primer golpe y, con el ritmo electrizante que une al balear y la tierra de París desde hace casi 20 años, apabulló al tenista húngaro.

En poco más de 10 minutos, Nadal ya tenía el 3-0 de su lado. Un par de pestañeos y una exhibición de repertorio tenístico después, Nadal ya celebraba el 6-1 a su favor en 33 minutos.

La expresión de Fucsovics era la de la imposibilidad de contener una avalancha de juego por parte del español, que en la primera manga disipó cualquier duda sobre su estado físico.

El húngaro se rearmó y cambió por completo el chip para el segundo set, en cuyo arranque Nadal mostró una relajación quizá excesiva que dio alas a Fucsovics.

La tendencia del partido viró hacia los intereses de un más que peligroso Fucsovics, que colocó el 3-0 de salida. Nadal trabajó en la reacción y, pese a rondar la rotura para el 3-2 y saque, trató de rehacerse después de que Fucsovics sumara el 4-1.

La pelea acompañó a Nadal en su peor momento y el 24 veces ganador de Gran Slam volvió a imponer su ley con el 5-2 en contra. Un punto eterno con 5-3 dio el 15-30 a Nadal, que se enganchó al set con un break que tambaleaba el esfuerzo de Fucsovics. El húngaro se repuso con una dureza encomiable y rompió el servicio de Nadal cuando el de Manacor se disponía a poner el empate. A la tercera, Fucsovics consiguió cerrar el set a su favor y se apuntó el 6-4.

El choque se condujo al tercer y definitivo set, lo que tintó de aún más epicidad la tarea de Nadal en París. Fucsovics empujó al límite a Nadal, que levantó varias amenazas de break para aprovechar su oportunidad al resto.

El estirón labrado mediado el tercer set fue suficiente para que Nadal agarrase la victoria. El español conservó su servicio con cierto suspense y a la tercera bola de partido cerró su pase a segunda ronda tras una batalla titánica con Fucsovics.

Nadal y Djokovic se medirán por sexagésima en su carrera en el que podría ser su último baile frente a frente. El balance es ligeramente favorable al serbio, 30-29.