Un nuevo estudio publicado este lunes en la revista científica BMC Medicine asegura que seguir una dieta vegana durante ocho semanas se asocia con reducciones en las estimaciones de la edad biológica. Para ello los científicos han analizado los niveles de metilación del ADN, un tipo de modificación química (conocida como modificación epigenética) que altera la expresión genética pero no el ADN en sí. Un aumento de los niveles de metilación del ADN se asocia al envejecimiento, según investigaciones anteriores.

En este nuevo estudio los investigadores quisieron estudiar los efectos moleculares de una dieta vegana a corto plazo. Para ello reclutaron a 21 parejas de gemelos adultos, y le pidieron a la mitad de personas que comiera una dieta omnívora durante ocho semanas (entre 170 y 225 gramos de carne, un huevo y una ración y media de productos lácteos al día) y a la otra mitad que comiera una dieta vegana durante el mismo periodo de tiempo.

La muestra estaba formada por un 77% de mujeres (32), y los participantes tenían una media de edad de 40 años y un índice de masa corporal medio de 26 kilogramos. Durante las primeras cuatro semanas del estudio, los participantes comieron comidas que les habían preparado. Pero durante las siguientes cuatro semanas, comieron comidas que habían preparado ellos mismos, tras recibir clases de nutrición impartidas por educadores sanitarios.

Los autores investigaron los efectos de la dieta en los niveles de metilación del ADN mediante el análisis de muestras de sangre obtenidas de los participantes al inicio del estudio, en la cuarta y octava semana del mismo. Utilizaron los niveles de metilación del ADN para inferir las edades biológicas de los participantes y sus sistemas orgánicos.

Al final del estudio, los científicos observaron una disminución de las estimaciones de la edad biológica (conocidas como relojes de envejecimiento epigenético) en los participantes que consumían una dieta vegana, pero no en los que consumían una dieta omnívora. También observaron una disminución de la edad del corazón, las hormonas, el hígado y los sistemas inflamatorio y metabólico de los participantes que consumían una dieta vegana, pero no en los que seguían la omnívora.

No obstante, los autores advierten que no está claro hasta qué punto las diferencias observadas entre los participantes que consumían dietas diferentes pueden atribuirse a la composición de sus dietas. Y señalan que los participantes que consumían una dieta vegana perdieron dos kilos más de media que los que consumían una dieta omnívora debido a las diferencias en el contenido calórico de las comidas proporcionadas durante las cuatro semanas iniciales del estudio.

En ese sentido, sugieren que estas variaciones en la pérdida de peso podrían haber contribuido a las diferencias observadas en la edad epigenética entre ambos grupos. Aunque añaden que es necesario seguir investigando la relación entre la composición de la dieta, el peso y el envejecimiento, además de los efectos a largo plazo de las dietas veganas.

La opinión de los expertos

"El estudio halló algunas diferencias que podrían ser favorables en términos de envejecimiento para los veganos. Sin embargo, esta afirmación no tiene en cuenta el hecho de que las carencias de micronutrientes suelen tardar años en ejercer efectos nocivos. Por ejemplo, a menos que se complemente con suplementación, los veganos desarrollan una deficiencia de vitamina B12 que causa daños crónicos y a menudo insidiosos en el sistema nervioso. Y estudios observacionales a largo plazo también han encontrado efectos adversos en la densidad ósea, probablemente causados por una ingesta muy baja y una ingesta de proteínas marginalmente adecuada".

Las declaraciones, recogidas por SMC, son del profesor Tom Sanders, catedrático emérito de Nutrición y Dietética del King's College de Londres, que añade que "aunque los estudios observacionales indican que las dietas veganas pueden tener efectos favorables sobre la salud en la mediana edad (como un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2), no ocurre lo mismo con los veganos de más edad, que parecen más propensos a sufrir pérdida de masa muscular, baja densidad ósea y trastornos neurológicos que tienen un impacto significativo en la calidad de vida.
De hecho, la esperanza de vida no difiere entre los veganos y los que eligen dietas mixtas".

"Este estudio tiene limitaciones, en el sentido de que los que han estado siguiendo la dieta vegana comieron menos calorías y perdieron peso, lo que fácilmente podría ser la razón por la que el ADN de los participantes estaba metilado de una forma más saludable, lo que se asocia con la longevidad. Los autores descubrieron que los cambios en la metilación del ADN podrían estar relacionados con un envejecimiento más lento de las células. Sin embargo, no hubo cambios en la rapidez con la que las células se dividían o morían, algo normal en nuestra biología, pero que si se descontrola puede estar relacionado con enfermedades como las cardiovasculares o el cáncer", valoró por su parte el doctor Duane Mellor, dietista y portavoz de la Asociación Dietética Británica.

El experto apunta que hay otra consideración importante: al grupo vegano se le pidió que comiera el doble de verduras, más fruta y más legumbres, frutos secos y semillas. En parte, explica, esto era para reemplazar la carne, los huevos y los lácteos, pero esto significaría que la ingesta de fibra, así como de vitaminas y minerales, probablemente sean diferentes entre los grupos, lo que también podría explicar en parte las diferencias en los resultados finales. Además, Mellor detalla que a los omnívoros se les pidió que comieran entre 175 y 225 g de carne al día, una cantidad que considera exagerada si se compara con las recomendaciones del Reino Unido (aunque no sólo se trataba de carne roja).

"En general, los beneficios en términos de alteración de la metilación del ADN son teóricos, y no están directamente relacionados con
y los cambios debidos a la dieta
. Podrían deberse a que el grupo vegano come más plantas, y no a que una dieta vegana sea más sana que una dieta mixta. La clave de cualquier dieta con o sin productos productos animales es que esté compuesta por una amplia gama de alimentos, incluyendo verduras, frutas, frutos secos, semillas, judías, guisantes y lentejas con cereales integrales. Y si se quiere consumirlos, cantidades moderadas de
carne y lácteos. Si no desea consumir productos animales, entonces fuentes alternativas de nutrientes como el yodo, el hierro, el calcio y las vitaminas B12 y D, junto con una fuente de ácidos grasos omega 3", concluye Mellor.