Por razones estéticas o médicas, pesarse es una fuente de preocupaciones para muchos. Tanto, que según la Encuesta Europea de Salud, en España hay un 16,5 % de hombres y un 15,5 % de mujeres mayores de 18 años que padecían obesidad.

Y eso no es todo; el 44,9 % de los hombres y el 30,6 % de las mujeres de entre 35 y 74 años tenían sobrepeso. Y es que la mayoría de las personas con sobrepeso tiene un sentimiento de amor-odio con la balanza ante este momento: la quieren cuando bajan de peso y la odian cuando marca un aumento, o cuando no refleja los cambios esperados.

Así como para los hipertensos el problema no es el aparato de la presión, sino la presión misma, para las personas con sobrepeso, el problema no es la balanza sino los kilos de más.

Por este motivo no es extraño que haya personas pendientes en todo momento de cuánto pesan. Para llevar un control exhaustivo, el mejor modo es hacerlo frecuentemente pero, ¿en qué momento del día es mejor pesarse?

No hay que obsesionarse con los números

Lo primero que tenemos que hacer es no obsesionarnos con los números. Llevar un control del peso está bien si estamos siguiendo una dieta para perder algunos kilos, pero realizar esta práctica cada día no refleja una evolución "real" de nuestra forma física.

Además, obsesionarnos con la báscula puede derivar en conductas de ansiedad nada saludables, que incluso nos hagan ganar peso con "ataques de hambre" por nerviosismo. Por no hablar de que puede derivar en problemas de salud más graves.

Elige un día de la semana para medir tu peso

Para obtener unos buenos resultados, pésate siempre el mismo día a la misma hora. El peso corporal oscila de 2 a 3 kg al día dependiendo de:

  • La cantidad de líquidos ingerida y eliminada
  • La retención de agua
  • Las reservas de glucógeno llenas por un aumento de la ingesta de hidratos de carbono.

Para conseguir un resultado lo más fiable posible, es mejor elegir o fijar un día de la semana. Esto deja tiempo suficiente para poder observar el éxito a largo plazo en el aumento o la disminución de peso y permite mantener la motivación durante toda la semana.

Lo mejor es pesarse por las mañanas

Pero para llevarnos bien con la báscula y controlar nuestros kilos de más hay que saber cómo pesarse. Es verdad; parece muy obvio: llegas, te subes, te pesas y te vas.

Pero para que no nos hagamos trampas debemos ser constantes. O lo que es lo mismo; no es igual hacerlo después de una buena merienda, tras un buen entrenamiento o que hacerlo en ayunas. Tampoco será lo mismo hacerlo vestido que desnudo y tampoco no todas las básculas son iguales.

Contar con una báscula que conozcamos y que sea fiable y constante serán las mejores herramientas para que pesarse sea eficiente.

Asimismo, y tal como representa el estudio de composición corporal de Grupo Gamma, es mejor pesarse por las mañanas con la vejiga, el estómago vacío y desnudos, ya que el peso podría sufrir variaciones. Además, es una manera de asegurarte que lo haces siempre a la misma hora, algo que también recomiendan los expertos.

El peso puede llegar a variar de dos a tres kilos en función de muchos factores como la cantidad de agua y comida ingerida, el tipo de alimentos, la ropa o, en el caso de las mujeres, la menstruación. Por ello, si notas una variación en el peso, no desesperes porque podría deberse a alguno de estos motivos.

Cómo pesarse correctamente

  1. Utiliza siempre la misma báscula. Lo ideal es que tengas una en casa. La precisión y calibración varía de un instrumento a otro. Además, ha de estar colocada sobre una superficie plana.
  2. Revisa su precisión. Pesa un paquete de azúcar, arroz, harina, sal… y comprueba que su peso es el que indica en el envoltorio.
  3. Pésate siempre por la mañana, en ayunas y después de ir al baño. Y procura hacerlo siempre alrededor de la misma hora.
  4. Mejor sin ropa. Si no puedes hacerlo desnuda, pésate siempre con la misma ropa. Aunque creas que no, el peso de la ropa puede variar en unos gramos tu peso.
  5. Nunca te peses con la regla. Durante la menstruación las mujeres retienen líquidos, por lo que el peso puede ser ligeramente superior. Un par de días antes e, incluso, un par de días después tampoco dará un resultado certero
  6. No te peses después de hacer ejercicio. Tras una rutina de ejercicio habrás perdido líquidos por lo que el resultado será inferior. Ese peso lo recuperarás en cuanto te hidrates porque no está relacionado con la pérdida de grasa.
  7. No te peses todos los días. Para llevar un control basta con hacerlo una vez a la semana.