El Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid ha abierto una investigación contra Nacho Cano y tres mujeres por presuntos delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y delitos contra los derechos de los trabajadores del musical Malinche.

En un auto, la jueza Inmaculada Iglesias acuerda una serie de diligencias y anuncia que, una vez practicadas, citará a "los investigados" por la presunta comisión de delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y delitos contra los derechos de los trabajadores.

Entre ellas llamar como testigo a la denunciante de estos hechos, ofrecer acciones a otros supuestos perjudicados, así como pedir a la Inspección de Trabajo copia del acta de Inspección del 27 de junio y que informe sobre si los 16 bailarines hallados en situación irregular estaban participando en el espectáculo Malinche.

Estos hechos se investigan a resultas de la denuncia presentada por Lesly Guadalupe O.F., una bailarina de México seleccionada en ese país, junto con otros 19 participantes en un casting, para formar parte de la compañía ‘La Malinche’.

Según el auto, los investigadores consideran que existen indicios de delito ya que los investigados, "de manera intencional", habrían facilitado la entrada de extranjeros no comunitarios sin un contrato laboral sino como turistas, lo que les permite estar en territorio español 90 días, "pasando a la situación de irregular" de permanecer más tiempo.

De hecho, relata, la investigada que proporcionaba a "los migrantes" información relativa al viaje a través de un grupo de WhatsApp les indicó que debían entrar en España "sin portar ningún tipo de información corporativa de la compañía Malinche ni ninguna otra que hiciera presuponer que su intención era la de quedarse en España".

También, que viajarían de forma escalonada "y que debían de hacer como si no se conocieran entre ellos, debiendo indicar que viajaban por turismo".

"El ánimo de engañar o inducir a error en las autoridades españolas a la hora de trasladar a los bailarines (...), viene afianzado por la demora de la tramitación de las respectivas solicitudes de Autorización de Estancia por Estudios", observa la juez.

Los seleccionados para el musical llegaron a España entre el 2 y 10 de diciembre de 2023 y no es hasta el 27 de enero de este año cuando, "por parte de los investigados, se solicita la Estancia por Estudios a todos los elegidos, supuestamente, por parte de los mismos, habiéndose determinado que son los denunciados quienes gestionan este trámite".

Actuación policial

Según adelantó El Independiente, 12 agentes de Policía Nacional acudieron a finales de junio a un salón parroquial cerca del estadio Santiago Bernabéu donde esayaban los chicos. Iban acompañados de una inspectora de trabajo. Al llegar, los chicos estaban cantando y ensayando, y los investigadores les indicaron que podían seguir haciéndolo.

El traslado hasta la comisaría del distrito Centro de Madrid se hico en tres viajes, en coches camuflados y sin sirenas. Una vez allí se les condujo a una sala destinada a violencia de género, unas dependencias mejor acondicionadas que las que se usan normalmente. Los chicos solicitaron pedir comida a través de una conocida empresa de reparto y se les concedió.

Cuando se les tomó declaración se les comunicó su condición de víctima y que esto les daba derecho a ser considerados como residentes temporales. Las mismas fuentes señalan que esto causó cierta alegría entre los becarios de Nacho Cano. Las cámaras de la comisaría habrían grabado sus reacciones.

Los 17 jóvenes de origen mexicano llegaron a España en diciembre del año pasado en distintos vuelos. La investigación policial comenzó a principios de enero por la denuncia de una de las integrantes a las que Nacho Cano calificó de "problemática" en su rueda de prensa. Según esta chica, todos tenían órdenes de cómo comportarse y qué decir a su llegada al aeropuerto de Barajas: que eran turistas y tenían billete de vuelta.

Los policías, durante el tiempo que los becarios pasaron en dependencias policiales, pudieron corroborar este extremo gracias a los mensajes que los jóvenes intercambiaron con Cano y que ellos mismos les mostraron en sus teléfonos móviles. Durante su estancia en España se alojaron en un hotel, en habitaciones de cuatro camas, y recibían unos 300 euros al mes.