En los últimos días, un movimiento viral conocido como "Eyes on Venezuela" ha captado la atención de miles de personas en redes sociales y ha llevado a miles de venezolanos a las calles. Este fenómeno surge en respuesta a las denuncias de fraude en las recientes elecciones presidenciales de Venezuela, en las cuales el presidente Nicolás Maduro fue proclamado vencedor por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Los líderes de la oposición y una gran parte de la ciudadanía aseguran que el verdadero ganador es el candidato opositor Edmundo González Urrutia.

María Corina Machado, una de las figuras más destacadas de la oposición, ha declarado públicamente que González Urrutia es el legítimo presidente electo de Venezuela. Según ella y otros líderes opositores, el proceso electoral estuvo plagado de irregularidades, incluyendo la no entrega de la mayoría de las actas de votación. Estas denuncias han sido respaldadas por otros líderes opositores como Leopoldo López y Juan Guaidó, quienes aseguran que se ha perpetrado un fraude masivo para mantener a Maduro en el poder.

La denuncia de fraude en Venezuela

El himno nacional de Venezuela resuena con fuerza entre los manifestantes que han salido a las calles para expresar su descontento. Las cifras proporcionadas por la oposición, con el 73,25% de las actas escrutadas, indican que González Urrutia obtuvo 6.275.182 votos, mientras que Maduro habría recibido solo 2.259.256. A pesar de esto, el CNE proclamó a Maduro como ganador con el 51,20% de los votos, una cifra que los opositores consideran irreal.

Edmundo González Urrutia y María Corina Machado han presentado evidencias de estas irregularidades, mostrando actas de votación que indican una clara victoria de la oposición. La comunidad internacional también ha mostrado su preocupación, con organizaciones como el Centro Carter solicitando la publicación de todas las actas de votación para garantizar la transparencia del proceso electoral.

La reacción de la ciudadanía

Las protestas se han extendido rápidamente por todo el país. Desde balcones y calles, los ciudadanos han hecho sonar cacerolas y han gritado consignas en contra del gobierno de Maduro. Las redes sociales están inundadas de videos y mensajes bajo el lema "Eyes on Venezuela", que documentan estas manifestaciones y denuncian el fraude electoral. En barrios tradicionalmente chavistas, como el 23 de Enero en Caracas, se ha visto a mujeres de blanco tomar las calles en defensa del triunfo opositor, una imagen que contrasta con el silencio de los seguidores de Maduro.

Mabel Castillo, una testigo de la oposición en Caracas, relató en medios locales cómo se les negó la entrega de las actas en los centros de votación, aumentando aún más las sospechas de fraude. Las escenas de jóvenes quemando publicidad electoral y bloqueando calles con hogueras se han vuelto comunes en varios puntos de la ciudad.

Nicolás Maduro, por su parte, ha desestimado las acusaciones de fraude y ha acusado a la oposición de intentar un golpe de Estado. Durante su proclamación como presidente electo, Maduro mencionó un supuesto ataque informático que habría afectado el sistema de transmisión de resultados del CNE, una explicación que no ha convencido a la mayoría de los venezolanos ni a la comunidad internacional.

La comunidad internacional y el futuro de Venezuela

La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación. Organizaciones y países han pedido al gobierno venezolano que presente pruebas concretas de los resultados electorales. António Guterres, secretario general de la ONU, ha solicitado un desglose detallado de los resultados por centro electoral, algo que el chavismo ha evitado hacer hasta ahora.

"Eyes on Venezuela" un símbolo de resitencia

"Eyes on Venezuela" se ha convertido en un símbolo de resistencia y de la lucha por la democracia en el país. El movimiento sigue ganando fuerza, con cada vez más personas uniéndose a las protestas y a la denuncia del fraude. La situación en Venezuela es tensa y el futuro del país es incierto, pero lo que es claro es que la ciudadanía no está dispuesta a aceptar los resultados proclamados por el CNE sin luchar por la transparencia y la justicia electoral.

Este movimiento no solo refleja el descontento con el resultado electoral, sino también un deseo profundo de cambio y de respeto por la voluntad popular. La presión interna y externa podría jugar un papel crucial en los próximos días, mientras Venezuela se encuentra en el ojo del huracán político y social.