Ni media duda, ni medio matiz. El Gobierno y la dirección del PSOE están plenamente satisfechos con el preacuerdo alcanzado este lunes entre el PSC y ERC y que permitirá la investidura de Salvador Illa como president, probablemente la semana que viene, si las bases republicanas dan su apoyo. Entienden que es la plasmación máxima del "triunfo de la política", del "diálogo", y la oportunidad de dar carpetazo al procés, de dar por enterrada la convulsión de 2017.

Lo que llegó desde la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes y, casi en paralelo, de la reunión de la ejecutiva socialista en Ferraz, fue un mensaje político de respaldo a Illa y al PSC —no podía ser de otra manera—, no una explicación del contenido del preacuerdo, de su letra pequeña, que dieron a conocer las dos partes poco más tarde de las 13 horas enviando el texto completo, de 25 páginas [aquí en PDF]. En él se contempla, en efecto, un sistema propio de financiación para Cataluña, similar al vasco y al navarro, y la gestión, liquidación, recaudación e inspección de todos los impuestos pagados en la comunidad. ERC recalcaba que Cataluña sale así del régimen común de financiación, pero esa textualidad no aparece en el pacto. Tampoco la expresión "concierto económico solidario", pero sí la aportación que la Generalitat tendría que hacer al Estado por los servicios que presta en Cataluña, a modo de cupo, "a través de un porcentaje de participación en los tributos".

El PSC explicará el contenido del acuerdo el sábado, después de que se hayan pronunciado las bases de ERC y hayan dado su aval

"Es el triunfo de la política útil, del diálogo, del acuerdo y de la negociación", resumió la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, tras reconocer la "satisfacción" del Ejecutivo, sin matices. La ministra no quiso en ningún momento referirse a los detalles, aduciendo que quería ser "profundamente respetuosa" con los pasos que ahora tienen que dar las dos formaciones políticas para validar el preacuerdo. El PSC lo aprobará en su ejecutiva el sábado, pero el momento importante llegará un día antes, el viernes, con la consulta a las bases de ERC. Es evidente que ni Gobierno, ni PSOE, ni PSC quieren entrar al detalle para no arruinar ese referéndum entre los 8.700 militantes republicanos. No quieren dar ningún mal paso.

A partir de ese punto, Alegría incidió en que la situación de Cataluña y del resto de España es hoy mucho mejor que la que había en pleno procés, en 2017: España es "hoy mucho más próspera y está más unida" que cuando Pedro Sánchez llegó al Gobierno, en junio de 2018. Y España "estará mejor" en 2028, vaticinó. O sea, cuando concluya la legislatura catalana.

El Ejecutivo hace hincapié en que hoy Cataluña está "mejor que en 2018", y eso no es "fruto de la casualidad", sino "gracias a algo tan revolucionario como el diálogo y el acuerdo"

La portavoz subrayó que hace seis años, el Ejecutivo socialista se enfrentó a tres problemas graves desde el punto de vista económico, social y territorial, y hoy se han desvanecido. "Si Cataluña está mejor que en 2018 no es fruto de la casualidad, sino que es gracias a algo tan revolucionario como el diálogo y al acuerdo" que ha desplegado el Ejecutivo. "Ojalá" el Gobierno se hubiera encontrado, dijo, con "aliados" en el camino. Se refería, obviamente, al PP, al que definió como el partido "del bulo y la nada". Pero el Gabinete, prometió, seguirá su camino.

Pasadas las tres de la tarde, Ferraz envió la resolución aprobada por la ejecutiva federal, convocada de urgencia anoche. En ella, el PSOE asegura que "respalda plenamente" el preacuerdo de PSC y ERC "y se compromete a impulsarlo y hacerlo efectivo en aquellos puntos donde su materialización dependa de las instituciones de carácter estatal en las que este partido tiene representación". "En este sentido, el PSOE incorporará este preacuerdo al espacio de negociación que mantiene con ERC y que cuenta con un mecanismo internacional de acompañamiento, verificación y seguimiento con el fin de trabajar conjuntamente para garantizar su pleno cumplimiento", concluye la breve resolución.

"Aumento sustancial" de la capacidad normativa

El texto pactado entre PSC y ERC relata los pasos hacia esa mayor autonomía fiscal de Cataluña, que supone "la asunción progresiva", por parte de la Agencia Tributaria de Cataluña, de la "gestión, recaudación, liquidación, inspección y disponibilidad de todos los impuestos soportados en Cataluña"; el "aumento sustancial", por parte de la Generalitat, de la capacidad normativa tributaria; el despliegue calendarizado del nuevo modelo de financiación, y el impulso de las modificaciones que correspondan en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas y de la ley de cesión de tributos a Cataluña.

Compromís y Chunta, que están integrados en Sumar, ya han advertido de que no apoyarán un sistema bilateral para Cataluña

Las modificaciones de leyes estatales necesitarán del apoyo de la mayoría de investidura, de todos los socios de Sánchez. Desde Junts hasta todos los componentes de Sumar. Y esto último no está tan claro. Compromís ya reiteró este martes que se opondrá al modelo catalán si no se aborda el problema valenciano, y Chunta avisó de que votará en contra de una financiación singular para Cataluña si Aragón no se ve "generosamente compensado".

El anuncio del preacuerdo por parte de ERC sí generó claramente inquietud en las federaciones socialistas. De manera pública, en Castilla-La Mancha y Aragón, dirigidas por los dos barones más críticos con Ferraz, Emiliano García-Page y Javier Lambán. Pero también mostró sus discrepancias el secretario general del partido en Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, y en privado lo hacían más dirigentes territoriales. Preguntada por ese malestar interno, Alegría lo circunscribió a los casos de Page y Lambán. Esas opiniones ya las ha leído "en otros momentos" y "siempre vienen de las mismas personas".

La portavoz apuntó que respeta esas manifestaciones, pero "no son compartidas" por el Ejecutivo. "Lo realmente importante, incluso revolucionario", defendió, es que el acuerdo es el triunfo del "diálogo y la negociación".

A la reunión de la ejecutiva de este martes, en la sede federal de Ferraz, acudieron presencialmente 23 miembros, frente a los 44 (y los natos) que la componen. Acabó pronto, pasadas dos horas, y con la decisión de seguir hacia adelante para apuntalar la investidura de Illa.