Pasar de las palabras a los hechos. Así se resumiría uno de los ejes de la estrategia de los populares tras confirmarse que Moncloa ha cedido finalmente la soberanía fiscal a Cataluña abandonando el régimen común de la financiación autonómica. Un auténtico terremoto que dejará a criterio de la Generalitat su contribución a la solidaridad interterritorial. Y aunque dicho acuerdo tiene que pasar antes por la militancia de ERC y exigiría una reforma de la Ley de Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), los presidentes autonómicos del PP salieron ayer en tromba para advertir que no asistirán a este pacto como meros espectadores y anuncian una oleada de recursos ante los tribunales además de otras iniciativas parlamentarias a modo de plenos extraordinarios y mociones. Pero también creen llegada la hora de que los socialistas críticos hagan algo más aparte de mostrar su disconformidad con una nueva cesión histórica a cambio de investir presidente autonómico a Salvador Illa.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, es uno de sus principales objetivos. Ya en la noche del lunes, tras conocer el contenido del acuerdo con los republicanos independentistas, denunciaba su perplejidad por "el atronador silencio ante el grave atentado a la igualdad anunciado por ERC". Este miércoles comparecerá ante la prensa, pero el PP ya tiene previsto pedirle un pleno extraordinario de las Cortes autonómicas y una convocatoria del comité regional de su partido para que ambas instancias puedan oficializar su rechazo a la enésima línea roja que Moncloa ha decidido saltarse a cambio de hacerse con el gobierno catalán, según han informado a El Independiente fuentes populares.

"Me pregunto si Page, además de titulares, piensa hacer algo más"

Paco Núñez

"Me pregunto si Page, además de titulares, piensa hacer algo más", señaló ayer el presidente de los populares castellanomanchegos, Paco Núñez. Tanto él, como otros dirigentes del PP le han recordado a Page que tiene ocho diputados en el Congreso, pero también están los cuatro aragoneses socialistas y otros tanto de Extremadura cuyos respectivos líderes se han mostrado en contra de la soberanía fiscal catalana. Tendrían en su mano votar en contra de la reforma de la LOFCA y dar al traste con el que es el principal eje del pacto entre el PSOE y la independentista Marta Rovira.

Lo de romper la disciplina de voto en el Congreso de los Diputados es un paso que hasta ahora los críticos socialistas no se han atrevido a dar. De hecho, el PP ya conminó a Page para que impidiera la aprobación de ley de Amnistía, sobre la que se mostró también muy crítico. No obstante, creen los populares que esta es una cuestión mucho más delicada "puesto que afecta al bolsillo de todos los ciudadanos y nadie quiere pensar en que existen unos territorios de primera y otros de segunda en el reparto de los dineros" con los que costear la prestación de servicios públicos en el conjunto de España.

Críticas y silencios

Poco a poco, como en un goteo, socialistas caracterizados por su posición crítica como Page y el aragonés Javier Lambán y también el extremeño Miguel Ángel Gallardo han puesto pie en pared. "No toleraremos pacto alguno en Cataluña que suponga una quiebra de la igualdad o de la solidaridad fiscal entre comunidades autónomas", advirtió ayer Gallardo. Mientras, todos miran hacia el asturiano Adrián Barbón, que se mantiene silente.

La vía de los plenos extraordinarios en las cámaras autonómicas y de las mociones parlamentarias para forzar a los socialistas a que se retraten, puede ser la escogida por muchos dirigentes territoriales y presidentes del PP contra una cesión que está levantando ampollas en muchas instancias del PSOE, aunque no todas lo manifiesten públicamente.

Quien tampoco ha abierto la boca ha sido el propio Salvador Illa, un silencio que para el portavoz del PP en el Parlament, Juan Fernández, demuestra que se trata más de "un pacto de supervivientes que un pacto en favor y al servicio de los catalanes", informa Ep. A su juicio, "quien debería expresarse de verdad son las bases del PSC, decir si están de acuerdo en trocear la caja común" gracias a un preacuerdo que responde, dice, a la "supervivencia" del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

"Lamentarse ya no es suficiente. Lo que hace Page no es de recibo"

El llamamiento de los populares a los críticos socialistas es a cara descubierta. "Queremos dirigirnos a lo que quede del PSOE, si es que aún queda algo. Y a ese PSOE que pueda quedar, decirle que lamentarse ya no es suficiente. Lo que hace Page no es de recibo. O se está en la defensa de la igualdad de todos los españoles o se está con Sánchez. Tiene que elegir y tiene que pronunciarse y actuar. Criticar y respaldar ya no vale, ya no engañan a nadie", afirmó ayer el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Miguel Tellado, en una comparecencia ante la prensa.

Poco antes, un hilo de Twitter de Alberto Núñez Feijóo, se expresaba en los mismos términos en lo que ha sido el argumentario popular del día, marcado también por la negativa de Pedro Sánchez a declarar ante el juez Juan Carlos Peinado -además de querellarse contra él por prevaricación- y la polémica en torno al presunto fraude electoral en Venezuela. Un proceso incluso cuestionado por destacados dirigentes de la izquierda iberoamericana como el presidente de Chile, Gabriel Boric, o el de Colombia, Gustavo Petro, mientras que en España Nicolás Maduro ha recibido el apoyo de Yolanda Díaz e Irene Montero.