El pasado 9 de mayo BBVA lanzó una opa hostil sobre Banco Sabadell. La entidad presidida por Carlos Torres ofrecía a los accionistas el canje de una acción de la nueva entidad por 4,83 de las del Sabadell. La misma oferta que la que propusieron al consejo del banco catalán el pasado 30 de abril que supone una prima del 30% en relación al cierre del día anterior. Sin embargo, la acción del Sabadell ha subido con fuerza, lo que ha hecho que la prima se reduzca. Pero BBVA descarta mejorar la oferta: “No tenemos ni la intención ni la necesidad”. 

Onur Genç, consejero delegado de BBVA, ha incidido en que es una oferta “extraordinariamente atractiva”. Y ha explicado que no van a mejorar la oferta ni a ofrecer dinero en efectivo porque la fusión de las dos entidades supondría una mejora del 27% en el beneficio por acción para los accionistas de Banco Sabadell. Una cifra en la que Genç ha incidido mucho durante la rueda de prensa de resultados

La entidad, que hoy ha presentado sus cuentas del primer semestre, ha desglosado el ahorro de las sinergias con Banco Sabadell. En concreto, los 850 millones de ahorro de costes calculados se corresponden con gastos administrativos y tecnológicos (450 millones), 100 millones de ahorros financieros, así como de 300 millones menos en gastos de personal. Con ello atiende la petición lanzada por su homólogo en Banco Sabadell, quien solicitó aclarar algunas cuestiones.

Debido a la oposición mostrada por el Gobierno por una supuesta alta concentración del sector bancario, así como por otros partidos políticos como el PP o regiones como Cataluña o Comunidad Valenciana, donde Sabadell tiene una cuota relevante, se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que BBVA logre la eficacia de la OPA, pero no consiga la autorización para la fusión.

Genç ha sostenido, en la rueda de prensa para presentar las cuentas, que una OPA sin fusión es un escenario "muy improbable" para su entidad, aunque no ha descartado que pueda producirse, mencionando casos como el de Banesto y Santander, que se mantuvieron separados durante "muchos años", a pesar de que Banesto era propiedad del grupo presidido por Emilio Botín en aquel momento.

Sin embargo, ha afirmado que el ahorro de personal seguiría produciéndose, aunque quizá algo menos de los 300 millones de euros que se registrarían a tres años tras producirse la fusión. Ha explicado que todavía habría margen para optimizar procesos, ya que en caso de que Sabadell funcionase como una subsidiaria no necesitarían de varias personas para realizar el mismo trabajo.

Sobre la decisión que el Ministerio de Economía deberá tomar sobre la fusión, en caso de saldarse la OPA con resultado positivo para BBVA, Genç ha señalado que el Gobierno "obviamente" puede decir que 'no' a la operación, si bien señala que en el momento en el que tenga que tomar la decisión tendrá también la postura de otras instituciones como la Comisión Nacional de los Mercados o de la Competencia (CNMC), el Banco Central Europeo (BCE) y otras. "Habrá más opiniones en esa etapa para que tomen la decisión", ha explicado.