Izquierda Unida ha sido, de momento, la última formación el Grupo Plurinacional de Sumar que ha expresado sus dudas respecto al pacto fiscal alcanzado entre los socialistas y ERC para investir a Salvador Illa presidente de la Generalitat. Un pacto de cuyo contenido el PSOE no informó a su socio de Gobierno, a pesar de la amplia repercusión territorial que ha tenido, y sobre el que todavía no se ha manifestado la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

La formación liderada por Antonio Maíllo emitió ayer un comunicado en el que defiende que "existe un problema global de financiación autonómica y no sólo con Cataluña", alerta del riesgo de que se agite "el fantasma del enfrentamiento entre comunidades autónomas por intereses meramente partidistas o territoriales" y, si bien el sistema "no funciona", esta circunstancia no puede significar que se busquen "atajos o soluciones particulares que, con la excusa de acabar con las tensiones del sistema general, den pie a la posible generación de distorsiones aún más profundas".

Alerta asimismo sobre "las salidas individuales" y, en definitiva, defiende "un modelo de Estado federal, solidario y de suficiencia financiera vinculada al mantenimiento de los servicios públicos y a la población, y no a los territorios", además de defender una amplia reforma fiscal.

IU se une a las dudas de Compromís y de la Chunta

IU se une así a otros partidos que conforman el Grupo Plurinacional de Sumar que han mostrado reticencias con la que ya es una nueva línea roja atravesada por Pedro Sánchez, quien ayer expresó su entusiasmo con el principio de acuerdo -"estoy muy satisfecho, muy contento y muy feliz"- pero que aún necesita pasar por el refrendo de las bases de ERC y una posterior reforma de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), para lo que es necesaria una mayoría absoluta de los votos de la Cámara Baja.

Los valencianos de Compromís han sido los más beligerantes con el acuerdo, en muy buena medida porque la Comunidad Valenciana, junto con Andalucía, Murcia y Castilla-La Mancha son los cuatro territorios infrafinanciados, cosa que no pasa con Cataluña. También el representante de la Chunta Aragonesista advirtió de su voto en contra si no se mejora la financiación de su territorio. Ahora es Izquierda Unida —partido al que pertenece la ministra Sira Rego— la que tuerce el gesto ante una gestión bilateral que altera el mapa de la financiación en toda España, convertida en un "atajo" por intereses partidistas o territoriales.

El peso de cuatro diputados

La portavoz de Compromís en el Congreso, Águeda Micó, fue la primera en romper hostilidades tras conocerse un acuerdo que, entre otras medidas, consagra la soberanía fiscal de Cataluña o, así al menos, lo ha trasladado ERC, a quien se cedió todo el protagonismo del anuncio. Micó quiso dejar claro que los tres diputados de Compromís —con la excepción de Txema Guijarro, cabeza de lista por Alicante, pero adscrito a Sumar— no respaldarían de forma incondicional una reforma de la LOFCA para dar satisfacción a Cataluña. "Si en el Congreso se abre la posibilidad de reformar esa ley, para que tenga el apoyo de Compromís se tendrán que abordar las problemáticas concretas que tenemos los territorios infra financiados, concretamente, Valencia", dijo. No se trata de un rechazo, pero sí de un condicionamiento que obliga a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, también silente, a mover ficha.

El diputado de la Chunta, Jorge Pueyo, fue aún más explícito que su compañera de Grupo Parlamentario. "Que nadie tenga dudas, votaré en contra de cualquier financiación singular mientras no se pongan en marcha las herramientas bilaterales de financiación que figuran en el Estatuto de Aragón", avisó, para subrayar que su partido sólo apoyará una reforma de la financiación si Aragón "se ve generosamente compensado". Suman cuatro diputados que, habida cuenta lo estrecho de los márgenes parlamentarios en el Congreso, pueden tener en su mano que naufrague la reforma de la LOFCA.

"Cambio de cromos"

Fuera del ámbito de Sumar no hay que perder de la vista a Podemos, también con cuatro diputados y cuyo coportavoz, Pablo Fernández, no ha dudado en calificar de "cambio de cromos" el pacto alcanzado en Cataluña y cuestionado el mecanismo de negociación. "No es la forma correcta", ha criticado para un asunto que necesita de un debate "serio" y una "reflexión en profundidad".

Al igual de Montero, quien se ha mantenido hasta ahora en silencio sido la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Desconocedora del contenido del pacto con ERC, según admiten fuentes cercanas a la misma, no ha hecho ninguna valoración sobre el mismo. Sí se manifestó en cambio este miércoles, vía X, sobre el acuerdo alcanzado entre el PSC y los comunes para apoyar la investidura de Illa. Gracias a esos pactos "la próxima legislatura catalana pondrá en el centro el derecho a una vivienda digna. Gracias a @jessicaalbiach por defenderla. El país que viene es más feminista, verde y justo", escribió.

El partido de Ada Colau no sólo apoya la soberanía fiscal catalana sino que entiende que ésta les garantiza mejor la financiación de sus propuestas en materia de vivienda, educación y políticas sociales. De hecho, los comunes no ha dudado en afirmar que "nos sentimos muy cómodos con lo pactado con Esquerra en materia de financiación".

Es evidente que se trata de una cuestión que va a generar tensiones en un Grupo Parlamentario con mucho peso de partidos de ámbito territorial. No obstante, el silencio de Díaz no implica su rechazo a la enésima pirueta de Pedro Sánchez, dicen a El Independiente fuentes de su entorno. Es más, aseguran que hay "un apoyo claro", aunque lo cierto es que si bien se conocen los grandes enunciados, ni el presidente del Gobierno ayer ni ERC han querido detallar cómo se desarrollará de aquí a 2025 esa "soberanía fiscal" que supondrá un sistema específico para Cataluña fuera del régimen común.

Vacaciones, libros y películas

De momento, lo que ha hecho Díaz es despedirse de sus bases con motivo de las vacaciones estivales. O así cabe interpretarlo tras proponerles una lectura de verano con el objeto de promover estos días el "aprendizaje y la reflexión". En un mensaje enviado a sus adscritos, Díaz anima a leer el ensayo de la filósofa Remedios Zafra "El informe. Trabajo intelectual y tristeza burocrática", "sobre la importancia del tiempo en nuestras vidas", apostilla la vicepresidenta segunda.

Los otros cuatro ministros de la confluencia también hacen sus propuestas, cada una vinculada a sus respectivas responsabilidades gubernamentales. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, apuesta por "Arena en los ojos", de Laura Casielles sobre la colonización española de Marruecos; Mónica García, titular de Sanidad, recomienda la película "Siempre nos quedará mañana", sobre la violencia machista; el responsable de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, recomienda "Medio Sol amarillo" de Chimamanda Ngozi, sobre los efectos de las guerras, y la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, también opta por una película, en concreto, "Yo capitán", que narra la historia de dos inmigrantes africanos camino de las fronteras europeas.

Y ninguna otra actividad en la agenda de Moncloa a la espera de que se pronuncien este viernes las bases de ERC.