Las ciudades son los espacios que más se tienen que adaptar para afrontar el cambio climático y hacerlas más habitables para sus vecinos. Esta máxima que se confunde con ideología por algunas alcaldías es una necesidad cada vez más evidente, pero por si a algún madrileño que pase estos días por las plazas duras y sin sombras de Madrid tiene alguna duda el grupo ecologista Greenpeace ha grabado cómo el calor se concentra en algunos de los lugares más emblemáticos de la capital, hoy repleta de turistas.

Miembros de la organización tomaron imágenes de Madrid a lo largo del último día de julio, en medio de la tercera ola de calor de este verano, con cámaras térmicas para denunciar las altas temperaturas que se alcanzan en sus calles

Las cámaras revelan los puntos más calientes de Madrid, que usan como ejemplo de lo que ocurre en la mayoría de las urbes del país. La Puerta del Sol hace honor a su nombre, sin árboles ni vegetación tras su reciente reforma, las cámaras registraron una temperatura de 54,8°C, mientras que en la cercana Plaza Mayor se alcanzaron los 63,5°C. En la Plaza de Callao, las cámaras térmicas midieron temperaturas que no bajaron de los 65°C.

Calor en la Puerta del Sol, en una imagen térmica grabada por Greenpeace.
Calor en la Puerta del Sol, en una imagen térmica grabada por Greenpeace.

En los alrededores del Museo del Prado, la temperatura registrada fue cercana a los 45°C. Sin embargo, a pocos metros, la cámara térmica captó temperaturas mucho más frescas, alrededor de los 27°C, gracias a la presencia de árboles y fuentes en el Paseo del Prado.

La presencia de árboles maduros es una de las mejores medidas contra el calor extremo. Greenpeace también documentó las temperaturas en la Plaza Santa Ana, donde un proyecto de reforma de un parking promovido por el Ayuntamiento de Madrid amenaza con eliminar el 85% de sus árboles. La organización señala esto como un ejemplo de lo que no se debe hacer en términos de adaptación al cambio climático. Greenpeace midió más de 53°C en las áreas sin árboles, mientras que en las zonas arboladas, la temperatura era entre 15 y 20°C más baja. Según la organización ecologista diversos estudios apuntan a que aumentar la cobertura verde de una zona puede disminuir la temperatura hasta 12 ºC.