"Mi ha fatto malissimo", se ha podido leer en los labios de la boxeadora italiana Angela Carini. 46 segundos ha aguantado en el ring antes de decirle a su entrenador que los golpes que había recibido le "dolían muchísimo" y, a continuación, retirarse entre lágrimas de su combate contra la boxeadora Imane Khelif, de Argelia. La polémica en los Juegos Olímpicos de París está servida.

La argelina, el año pasado, no superó los test de género y no pudo competir en los mundiales de boxeo. Las pruebas de ADN revelaron que posee cromosomas XY y no XX, como tienen las mujeres, y niveles altos de testosterona. Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha permitido la participación de Khelif en la categoría femenina para estos juegos, como ya hizo en Tokio hace tres años, porque el boxeo olímpico está dirigido por un organismo diferente al de los campeonatos del mundo.

La Asociación Internacional de Boxeo, antes conocida como AIBA, estaba a cargo de los Mundiales femeninos, pero ya no está reconocida por el COI por problemas de gobernanza. Desde el organismo insisten en que Khelif figura como mujer en su pasaporte y cumple los requisitos para luchar en categoría femenina.

"No podía continuar. Me dolía mucho la nariz y dije: 'Para'. Es mejor no seguir. Mi nariz empezó a gotear desde el primer golpe", declaró Carini después, ante la prensa. "Podía ser el combate de mi vida pero, en ese momento, también tenía que salvaguardar mi vida".

Piden su exclusión de los juegos

El caso de Khelif no es, sin embargo, el único de estos Juegos Olímpicos. La taiwanesa Lin Yu-ting, que también compite en París, combate mañana, y al igual que Khelif, fue descalificada del Mundial de Boxeo femenino del año pasado tras no pasar las pruebas de elegibilidad de género.

Ayer, organizaciones de mujeres y deportistas pidieron al COI que no permitiera que estas dos personas compitieran en París. Deportistas como la extenista Martina Navratilova o la nadadora Sharron Davies, junto a las organizaciones del Consorcio Internacional del Deporte Femenino y otras asociaciones se dirigieron por carta al presidente del COI, Thomas Bach, para que no permitiera que dos boxeadores combatan contra mujeres en París.

Polémica en redes

El debate se ha trasladado a los medios de comunicación y a las redes sociales. Desde Elon Musk a Giorgia Meloni, multitud de personalidades han expresado su opinión sobre la participación de Khelif en estos juegos.

La primera ministra italiana ha afirmado que "no se debe autorizar a deportistas con atributos masculinos participar en competiciones femeninas".