Las defensas de los guardias civiles asesinados en Barbate (Cádiz) al ser arrollados por una narcolancha tienen nueva base jurídica con la que trabajar para encerrar a los culpables cuando los detengan. La Audiencia de Cádiz ha condenado a 28 años de prisión a un hombre por delitos de narcotráfico, de los que 24 son por el intento de asesinato de dos agentes de Policía Nacional tras arrollarles con un todoterreno.

Los hechos se produjeron en 2020. Los policías intentaron bajar de su vehículo oficial al ver que iban a ser embestidos. Los agentes intentó detener a un vehículo de gran tamaño en una operación antidroga en Algeciras. El conductor se percató y salió a la fuga, produciéndose la embestida.

Un inspector de la Policía Nacional resultó herido en este suceso y sufrió graves lesiones de las cuales "a día de hoy sigue tratándose" y tiene reconocida una discapacidad del 60%.

El policía precisó de 1.182 días de curación, con numerosas intervenciones tras su traslado al hospital Puerta del Mar, de la capital gaditana, y entre las secuelas de las lesiones ha sufrido una pérdida del 70% de agudeza visual en el ojo izquierdo, según recoge la sentencia. El otro afectado fue un agente en prácticas que también sufrió heridas de diversa consideración.

Por todo ello, el principal acusado, I.M.S., ha sido condenado a 24 años de prisión por atentado con uso de instrumento peligroso en concurso con dos delitos de asesinato en grado de tentativa, a lo que se suman tres años y seis meses por delito contra la salud pública y otros ocho meses por receptación.

El sindicato Jupol, responsable de la acusación popular en el caso, ha indicado en un comunicado que considera que la sentencia "es ejemplarizante y que ojalá sirva para acabar con la sensación de impunidad con la actúan los narcos en el campo de Gibraltar y resto de provincia de Cádiz".

Los de Barbate, en libertad

Aunque haya muchos aspectos que diferencian ambas causas, las defensas de los guardias asesinados en Barbate pueden tener un apoyo en esta sentencia a la hora de enfocar las acusaciones. Eso si la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil da con el responsable, a quien se sitúa en Marruecos desde el momento posterior de los sucedido en febrero de este año.

La última novedad en el caso de los agentes de Cádiz es que el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate (Cádiz) ha decretado este martes la libertad para los seis tripulantes de una narcolancha que estaban en prisión desde el pasado febrero, cuando su embarcación fue confundida con la que embistió en el puerto de Barbate (Cádiz) a una de la guardia civil causando la muerte de dos agentes.

Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el juzgado ha tomado esta decisión después de que la Fiscalía no se opusiera a esta medida.

Los seis permanecían en prisión provisional ya que, aunque la investigación descartó que su narcolancha fuera la que embistió a una patrullera de la Guardia Civil matando a dos agentes, son investigados por delitos de contrabando, pertenencia a organización criminal, resistencia y desobediencia.

Como medidas cautelares, los seis investigados tienen la obligación de comparecer todos los lunes en sede judicial, retirada del pasaporte, prohibición de salir del territorio nacional así como prohibición de expedir un pasaporte nuevo.