Las lágrimas de Carolina Marín son las de toda España. La campeona olímpica de bádminton en Río de Janeiro 2016 estaba a un paso de meterse en la gran final y superar a la china He Bingjiao, pero su rodilla dijo basta.

Por tercera vez, Carolina Marín sentía que su rodilla la abandonaba. El ligamentro cruzado anterior de su articulación derecha se rompía a pocos puntos de asegurar la medalla y la onubense caía destrozada sobre la pista.

Al otro lado de la red, se veía cariacontecda a su rival He Bingjiao, que con la retirada de Marín accedía a la final olímpica cuando estaba más fuera que dentro.

La china avanzó a una final que parecía que no le pertenecia, pero que el infortunio de Carolina Marín le regaló. He Bingjiao llegó al escenario definitvo, donde la surcoreana Se Young An se coronó con el oro.

En el podio, y pese a la derrota sufrida, He Bingjiao tuvo un detalle que hace honor al espíritu olímpico y posó con un pin de España en homenaje a Carolina Marín.