El agua es fundamental para llevar a cabo la homeostasis celular, regular la temperatura y garantizar la correcta circulación sanguínea. Bajo este contexto, consumir agua con gas resulta totalmente válido a la hora de garantizar un correcto estado de hidratación.

Sin embargo, y a diferencia del que pasa en los países del centro de Europa, en España el consumo del agua con gas no cuenta con muchos adeptos y solo llega al 10 % del total.

A pesar de esto, y de que existe un debate sobre si el ácido carbónico que contiene daña el esmalte dental, es mucho mejor y con diferencia que cualquier refresco, por lo cual se postula cómo un sustituto de estos, mucho más saludable. Pero, ¿lo es también más hidratante?

Beneficios de beber agua con gas

La principal propiedad del agua con gas es la hidratación y el control de la sed. De ella destaca una propiedad especialmente curiosa: produce una ligera sensación de hormigueo y una leve anestesia de la lengua. Esto se debe a que el CO2 presente se transforma en ácido carbónico por la anhidrasa carbónica, enzima presente en todas células del organismo para catalizar el CO2 en el organismo.

Por lo que, si la tomas con moderación, esta bebida puede ser muy beneficiosa para tu salud:

  • No tiene calorías.
  • El gas tiene un efecto saciante lo que lo hace ideal para controlar el hambre en una dieta de adelgazamiento.
  • Ayuda a digerir las comidas pesadas o copiosas. Esto se debe a que el ácido carbónico estimula la secreción de jugos gástricos.
  • Estimula la eliminación del sodio a través de la orina.
  • Es buena para tu salud coronaria; te ayuda a controlar los niveles de colesterol, a regular la presión arterial y el azúcar en sangre.

Existe la creencia de que es mejor el agua con gas que la del grifo, pero no es del todo cierto. Es verdad que añade ciertas propiedades extra al agua corriente, esa que debemos beber de forma regular a lo largo del día para estar bien hidratados. Pero tales propiedades no son esenciales para nuestra salud y más teniendo en cuenta que su precio encarece notablemente el coste de una comida.

¿Es bueno beber agua con gas todos los días?

A pesar de tratarse de una bebida altamente refrescante, no se debería de acompañar la comida con más de dos vasos de la misma. Si se siente más necesidad de beber, se debe optar por el agua mineral sin gas.

El gas puede ser natural o añadido

De hecho, son los países cercanos como Francia, Italia o Alemania los que se encuentran entre los principales consumidores de agua con gas del mundo, junto con Estados Unidos o Argentina.

Hablamos del agua con gas (natural) que no es más que H2O con ácido carbónico disuelto, el responsable de las burbujas. El gas en esta bebida puede ser natural o añadido, e incluso existe una versión mixta: algunas aguas contienen una parte de gas procedente directamente del manantial y otra añadida.

Toda esta información aparece en las etiquetas. En una cata ni siquiera los paladares más avezados serían capaces de notar la diferencia. Aunque sí podrían distinguir detalles como la cantidad de burbujas, su grosor y su persistencia, entre otros aspectos,

Las modalidades burbujeantes no son más que agua con ácido carbónico disuelto, responsable del ligero sabor amargo y la efervescencia. Y como sucede con el agua natural, existen diferentes tipos: carbonatadas, cálcicas, sulfatadas, magnésicas, sódicas o cloruradas.

Entre los rasgos distintivos, cabe destacar que su concentración de minerales parece ser superior a la normal, tiene mayor osmolaridad (concentración total de sustancias disueltas en un líquido) y un pH básico (superior al de agua pura, que es neutro). Ese contenido de minerales varía según la marca comercial o la zona geográfica donde se obtenga.

El agua con gas es tan hidratante como el agua normal

Los nutricionistas coinciden en que el agua carbonatada (una categoría que incluye el agua con gas carbonatada artificialmente y el agua con gas natural) es tan hidratante como el agua normal, sin embargo el agua del grifo tiene el beneficio añadido del flúor, que ayuda a prevenir la caries dental.

Pero ¿influye todo esto en su capacidad de hidratar? Aunque no se ha investigado lo suficiente, parece que lo hace tan bien como el agua sin gas embotellada o del grifo. O incluso mejor, gracias precisamente a su abundancia de minerales.

En 2009, la Organización Mundial de la Salud destacó la importancia de la composición del agua que bebemos y subrayó la necesidad de promover el consumo de productos altamente mineralizados, ya que ayuda a conseguir el aporte de las necesidades nutricionales de esos ingredientes. El agua con gas cumpliría con creces la recomendación de la OMS.

Qué buscar en el agua con gas

Para asegurarnos de que la bebida gaseosa sea lo más saludable posible, aquí van unos consejos por parte de la Water Sanitation and Health:

  • Elige una marca baja en sodio sin azúcares añadidos, sabores artificiales ni edulcorantes artificiales. Un poco de dulzura natural del jugo de fruta real está bien.
  • Evita beber demasiada agua con gas con altas cantidades de ácido cítrico o cafeína.
  • Guarda las bebidas más ácidas para las comidas y combínalas con agua sin gas.