La Fiscalía polaca ha presentado una acusación formal contra el ciudadano hispano-ruso Pablo González, o Pavel Rubtsov, por el delito de espionaje previsto en el artículo 130.2 del Código Penal. El fiscal de la sección de Lublin del Departamento contra el Crimen Organizado y la Corrupción de Lublin presentó el 9 de agosto ante el Tribunal de Distrito de Przemyśl la acusación, aunque no lo ha hecho pública hasta este miércoles.

El Independiente adelantó que el caso seguía abierto y la Fiscalía estaba pendiente de tomar esta decisión, a pesar de que la familia de Pablo González aseguraba lo contrario, después de que fuera objeto del canje de agentes y opositores entre el Kremlin y varias potencias occidentales el pasado 1 de agosto.

Pablo GY, alias Pavel R., como lo identifica la Fiscalía en su nota de prensa, está acusado de proporcionar a los servicios de inteligencia desde abril de 2016 hasta febrero de 2022 en Przemyśl, Varsovia y otros lugares, cuya transmisión podría haber causado daños a la República de Polonia. Hasta ahora se habían presentado cargos en esta línea.

Las actividades del acusado incluyeron, entre otras: la obtención y transmisión de información, la difusión de desinformación y la realización de reconocimientos operativos. La pena a la que se enfrenta puede llegar a los 15 años y no sería menos de tres años si se le considera culpable. La investigación se llevó a cabo conjuntamente con la Agencia de Seguridad Interna. 

Ya se podría activar una euroorden sin necesidad de que empiece el juicio. Si Polonia lo hace, en el caso de que Pablo González salga de Rusia y quiera volver a España, por ejemplo, se expone a una extradición.

Pablo González Yagüe, nacido en Moscú en 1982, fue arrestado en Przemyśl la madrugada del 28 de febrero de 2022, cuatro días después de la invasión rusa de Ucrania. Durante el período comprendido entre el 2 de marzo de 2022 y el 31 de julio de 2024, se le aplicó medida preventiva en forma de arresto temporal, según la nota de la Fiscalía. La presión preventiva puede prorrogarse indefinidamente en Polonia.

Sobre la periodista polaca que fue detenida con Pablo González, se apunta: "Las pruebas relativas a otras personas que cooperaron (incluidas aquellas contra la sospechosa Magdalena Ch.) fueron excluidas de procedimientos separados, que continúan".

Pablo González, que trabajaba como periodista freelance, ya fue detenido por los servicios de inteligencia ucranianos a principios de febrero de 2022. Le dijeron que era sospechoso de espionaje y posteriormente agentes del CNI interrogaron a su familia en el País Vasco. González negó cualquier relación con la inteligencia militar rusa y atribuyó las sospechas a su doble pasaporte.

Es hijo de un ciudadano ruso, Alexei Rubtsov, que fue ejecutivo en una corporación mediática, y de una española Carmen González, hija de un niño de la guerra. Hay expertos en espionaje que relacionan al padre también con el espionaje. La pareja se separó cuando Pablo (entonces Pavel Rubtsov) tenía nueve años y al cambiar de país el crío también adaptó su nombre. González y su esposa recibían mensualmente una asignación de su padre desde Rusia, que él atribuye al pago por unos alquileres de propiedades de la familia. González tiene tres hijos menores.

En 2016 en Bruselas conoció a Zhanna Nemtsova, hija del opositor ruso Boris Nemtsov, asesinado cerca de la Plaza Roja un año antes. González entabló una relación sentimental con Nemtsova y gracias a la confianza que tenían accedió a información de activistas relacionados con al Fundación Nemtsov. Se sabe que desde 2019 sus viajes a Varsovia son frecuentes y desde entonces se relacionaba con la periodista polaca con la que fue detenido. La joven le habría facilitado contactos con periodistas y políticos en Polonia. Ella fue liberada con cargos y su caso sigue abierto.