Este pasado martes, la Agencia Sanitaria de la Unión Africana ha declarado una "emergencia de salud pública" ante la creciente epidemia del virus mpox, anteriormente conocida como viruela del mono.

Y dos días después se ha conocido, en Suecia, el primer caso fuera de África de esta nueva variante más mortífera y transmisible que en lo que va de año ha producido más de 15.000 casos y 461 muertes en el continente.

Posteriormente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este miércoles el actual brote de mpox en la República Democrática del Congo y que se ha extendido a otros países cercanos, como una emergencia de salud pública de alcance internacional.

"Es probable que Europa vea más casos importados de mpox en los "próximos días", ha advertido el jueves la rama europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras el descubrimiento de la nueva variante.

Esta es la segunda vez en dos años que se considera que esta enfermedad infecciosa puede convertirse en una amenaza sanitaria internacional, una alerta que inicialmente se levantó en mayo del año pasado tras contenerse su propagación y considerarse que la situación estaba bajo control. Pero, ¿de qué hablamos sobre esta viruela del mono y cómo es la nueva variante? ¿Cómo se transmite?

¿Qué es la viruela del mono?

También llamada la viruela símica o viruela del mono, es una enfermedad causada por el virus del mismo nombre. Es una enfermedad viral zoonótica, lo que significa que puede transmitirse de los animales a los seres humanos. También puede propagarse entre personas.

Pese a su nombre, los monos no son su reservorio principal, aunque se identificó por primera vez en 1958 en una población de primates. El virus, principalmente localizado en la parte central y oeste de África, puede transmitirse a través del contacto físico con alguien enfermo, con materiales contaminados o con animales infectados.

El nuevo brote de mpox surgió en África /AFP
El nuevo brote de mpox surgió en África /AFP

El mpox se describió por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática de Congo. Desde entonces, la mayoría de los casos notificados proceden de la cuenca del Congo y el África occidental.

Cabe resaltar que en mayo de 2022 la enfermedad empezó a aparecer fuera de las zonas endémicas africanas. El primer caso confirmado fue en Londres, siendo Reino Unido el país que estuvo más afectado por el mpox. Hasta mayo de 2023, la propagación del virus estuvo proclamada como una Emergencia de Salud Pública internacional. España también tuvo un número notable de casos confirmados hasta inicios del año pasado, cuando empezaron a remitir los contagiados.

¿Cómo se transmite?

Tanto la viruela del mono como su variante se transmite entre personas por el contacto físico estrecho y directo con las lesiones de la piel o con las mucosas (como la saliva). Sobre todo en las relaciones sexuales u otras situaciones de contacto físico continuado y prolongado.

¿Cómo son sus síntomas?

Una persona con el virus puede transmitirlo desde que aparecen los primeros síntomas hasta que desaparecen las lesiones de la piel. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, dolores de cabeza, hinchazón, dolor de espalda y dolores musculares.

Cuando la fiebre baja pueden aparecer erupciones que suelen comenzar en la cara y luego se pueden extender a otras partes del cuerpo, sobre todo las palmas de las manos y las plantas de los pies.

La erupción, que puede causar mucha picazón o dolor, cambia y pasa por diferentes etapas antes de formar finalmente una costra que luego se cae. Las lesiones pueden dejar cicatrices.

La infección suele desaparecer por sí sola y dura entre 14 y 21 días. En los casos graves las lesiones pueden abarcar todo el cuerpo, especialmente la boca, los ojos y los genitales.

El diagnóstico de la enfermedad pasa por tres criterios: el clínico, que analiza los síntomas; el epidemiológico, que se centra en la actividad durante las últimas semanas del paciente; y el criterio definitivo, con la prueba de laboratorio que confirma la existencia o no del virus.

Mpox, la nueva (y más peligrosa) variante de la viruela del mono

La amenaza ahora es mayor. Y es que ahora ha aparecido esta mpox, su nueva variante, que se ha extendido desde la República Democrática de Congo hacia los países vecinos. De hecho, hasta este viernes, 12 países africanos han notificado casos, incluida la turística Kenia, a los que se suma Suecia, el primer país de Europa.

Como tal, el mpox se caracteriza por dos clados genéticos, I y II. Un clado es una amplia agrupación de virus que ha evolucionado durante décadas y que presenta diferencias genéticas y clínicas distintivas.

El clado II fue responsable de un brote mundial que también fue declarado emergencia sanitaria mundial desde julio de 2022 hasta mayo de 2023. Pero el nuevo brote está impulsado por el clado I, que causa una enfermedad más grave. El subtipo que es responsable de la mayor parte de la propagación en curso, el clado Ib, es relativamente nuevo.

"No se trata de un brote de un clado, sino de varios brotes de clados diferentes en países diferentes, con modos de transmisión y niveles de riesgo diferentes", explicó reciente la OMS.

¿Qué medidas hay? ¿Existe tratamiento?

A diferencia de los primeros compases del covid-19, sí que existe una vacuna. Pero como virus, no hay un tratamiento específico aprobado. En algunos casos, los profesionales de la salud pueden recetarnos algún medicamento antiviral. Aun así, la mejor medida preventiva conocida es la vacuna que, según el Ministerio de Sanidad, se suministra en una sola dosis de 0,5 ml por vía subcutánea y con la que se desarrollan los anticuerpos, garantizando un "buen nivel de protección", tanto para la propia enfermedad, como para controlar la sintomatología más grave.

Las dos vacunas disponibles son la Jynneos, evaluada y desarrollada para tratar la infección por viruela del mono y fabricada por Bavarian Nordic, y la europea IMVANEX.

En cualquier caso, el aislamiento es crucial en estos casos tanto si el enfermo está en su domicilio como si requiere ingreso hospitalario. Por lo tanto, la mejor forma de evitar la enfermedad es la prevención.

Es importante, por tanto, evitar el contacto estrecho con las personas que tengan un sarpullido similar al que puede aparecer con esta enfermedad y evitar usar o tocar ropa, sábanas, toallas u otros materiales que hayan estado en contacto con infectados.