Este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un informe después de la conclusión de la primera reunión del Comité de Emergencia sobre el recrudecimiento de la mpox, conocida popularmente como la viruela del mono. En él se recogen las medidas que el director general del organismo, el doctor Tedros Adhanom, propone a los países para tratar de controlar el repunte de esta enfermedad.

Hay dos partes. Por un lado, el Comité comunicó la prórroga de 12 meses de las recomendaciones permanentes actuales para mpox, que se alargan hasta el 20 de agosto de 2025 y están dirigidas a todos los países. Pero además, emitió una serie de recomendaciones temporales, que se dirigen a los estados que están experimentando un aumento de mpox, incluidos, entre otros, la República Democrática del Congo y Burundi, Kenya, Rwanda y Uganda. Aunque tanto las recomendaciones temporales como las permanentes no son vinculantes, el Comité defendió que se incorporaran mecanismos para supervisar su adopción, aplicación e impacto.

Entre otras cuestiones, en el documento se habla de qué medidas tomar para coordinar las emergencias, vigilar el virus, diagnosticar la enfermedad en los laboratorios, atender a los pacientes de manera segura y escalable y comunicar a la población los riesgos de manera efectiva. Y también se detallan una serie de pautas recomendables en materia de vacunación.

En ese sentido, desde la OMS apuntan que los países más castigados por el virus tienen la necesidad de "preparar la introducción de la vacuna contra la mpox para la respuesta de emergencia mediante la convocatoria de grupos consultivos técnicos nacionales sobre inmunización, la información a las autoridades reguladoras nacionales y la preparación de mecanismos políticos nacionales para solicitar vacunas a través de los mecanismos disponibles".

Y añaden que es urgente "poner en marcha planes para avanzar en las actividades de vacunación contra la mpox en el contexto de la respuesta al brote en zonas con casos incidentes (es decir, con aparición de la enfermedad en las 2-4 semanas anteriores), dirigidos a personas con alto riesgo de infección (por ejemplo, contactos de los casos, incluidos contactos sexuales, niños y trabajadores sanitarios y de la salud)".

Según se detalla en el documento, esto implica la adaptación ágil de las estrategias y planes de inmunización a las zonas afectadas; la disponibilidad de vacunas y suministros; la participación proactiva de la comunidad, para generar y mantener la demanda y la confianza en la vacunación; y la recogida de datos durante la vacunación de acuerdo con protocolos de investigación aplicables.

Recomendaciones para todos los países

La OMS recoge hasta 20 recomendaciones para todos los países del mundo, aunque las engloba en siete bloques. Primero, sugiere que los estados "elaboren y apliquen planes nacionales de prevención y control" basados ​​en las orientaciones de la OMS. También que "establezcan y mantengan capacidades de vigilancia y diagnóstico" para mejorar la detección de brotes y la evaluación de riesgos. Y que mejoren la protección de las comunidades, sobre todo de aquellas con mayores riesgos, comunicando las amenazas y haciendo partícipe a la ciudadanía.

Además, también se recomienda que inicien, continúen, apoyen y colaboren en la investigación, que controlen el turismo, y que presten una atención clínicamente óptima. Y por último, insisten en que todos los países garanticen el acceso equitativo a contramedidas seguras, eficaces y de calidad garantizada.

Conclusiones de la OMS sobre la mpox

Desde la organización han mostrado su "preocupación" por la evolución del recrudecimiento multifacético del mpox y las numerosas incertidumbres que lo rodean, así como por la capacidad de los países para controlar su propagación, tanto en los que ya están teniendo brotes como los que pueden tenerlos.

Desde el Comité indicaron la necesidad de elaborar enfoques estratégicos para que los países se vuelvan más autosuficientes en el control de la propagación de la mpox: "A tal efecto, el Comité considera que la determinación del Director General de que el recrudecimiento del MPOX constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional estimularía a los Estados Partes que enfrentan los brotes a comprometer y emplear recursos nacionales de manera más eficaz".