Portugal es mucho más que Lisboa y Oporto. Incluso que Madeira, el lugar más de moda por los turistas en los últimos veranos. Un país con clima ameno, 3000 horas de sol al año y 850 kilómetros de espléndidas playas bañadas por el océano Atlántico.

Todo esto hace de Portugal el destino perfecto para todas las estaciones, y para los españoles más, especialmente por las ciudades que se encuentran, casi literalmente, dentro de su territorio.

Portugal, el destino perfecto para todas las estaciones

Claro que el país luso destaca en su vertiente urbana por sus dos ciudades insignia como la capital, Lisboa, y la bella ciudad costera de Oporto, dos de las urbes más visitadas en Europa en la actualidad. Otro de los encantos de Portugal es su vida local, y esta se encuentra en las pequeñas villas esparcidas aquí y allá.

Pero si hay municipios que llaman la atención son los pueblos medievales, con un gran encanto para los visitantes, con sus cascos amurallados, su acento portugués, su música de fondo y su gastronomía envidiable. Pero, ¿qué ciudades son las más bonitas de Portugal para visitar y dejarse llevar por su encanto?

Óbidos

Este pueblo medieval de Portugal se encuentra muy cerca de la capital y de la costa atlántica. Algo muy característico de esta localidad es la muralla que rodea todo el territorio, pero sobre todo su castillo, en el que incluso se puede dormir. Es, sin duda alguna, una localidad ideal para pasar un fin de semana tranquilo.

Un laberinto de calles y casas blancas es lo que los turistas pueden ver nada más cruzar la muralla que rodea el municipio. Además, destaca su arquitectura religiosa y civil de las épocas de bonanza. Por este motivo cuenta con un rico patrimonio religioso.

Aveiro

Aveiro, a poco más de 50 kilómetros de Coimbea, es una de las ciudades de Portugal más interesantes y visitadas de Portugal.

Es conocida como la Venecia portuguesa, por sus canales. Es una ciudad con mucho encanto, perfecta para recorrer en uno de sus tradicionales barquitos llamados moliceiros.

Uno de los lugares más conocidos de Aveiro es la Praia de Costa Nova, donde encontraréis las famosas casitas de madera de colores pintadas a rayas, sobre la misma arena.

Sintra

A solo unos kilómetros de Lisboa se localiza una de las joyas indiscutibles de Portugal. Sintra también está inscrita en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y llama la atención sobre todo por enclaves como el palacio da Pena, un colorido monumento de lo más fotogénico.

Sintra es una ciudad para pasearla a tu ritmo, sin prisas. Parte de su encanto como una de las mejores ciudades de Portugal es que aquí se come divinamente. Prueba el bacalao, pero también algunos pasteles típicos como las queijadas. Y si te apetece un poco de naturaleza, adéntrate en el parque natural de Sintra-Cascais, donde te espera una explosión de verde, pero también de litoral.

Évora

En el corazón del Alentejo, Évora emerge como uno de las ciudades medievales mejor conservadas de Portugal.

Dentro de las murallas del siglo XIV, calles estrechas y sinuosas conducen a impresionantes monumentos, incluida una elaborada catedral medieval, ruinas romanas y una pintoresca plaza de la ciudad".

Visitar Oporto es obligado si visitas Portugal

La ciudad de Oporto tiene un encanto único. Los visitantes siempre quieren volver. Como cuenta con numerosos lugares de interés histórico, es recomendable seguir un itinerario organizado y práctico, como la visita completa de Oporto. La segunda ciudad más grande de Portugal está situada al noroeste, a orillas del río Duero. De ahí que se le conozca como la 'Capital del Norte'. Además, también es famosa por su reconocido vino. Algunos de los principales lugares de la ciudad son los siguientes:

  • El muelle de Ribeira se encuentra a orillas del río Duero. Es uno de los paseos más populares de la ciudad y una postal. Allí hay varios restaurantes, bares y tiendas de recuerdos. En el mismo paseo, justo enfrente, se encuentra el puente D. Luiz I, que conecta Oporto con Vila Nova de Gaia y desde donde se puede tener una increíble vista del Duero;
  • La Estación de Tren de São Bento es preciosa, con sus paredes de azulejos en el vestíbulo que representan la vida cotidiana y la historia portuguesa;
  • La Catedral de Oporto es un destacado hito religioso y arquitectónico de la ciudad. Presenta una mezcla de estilos que incluye el románico, el gótico y el barroco.

Lisboa

La capital de Portugal no necesita presentación. No solo es una de las ciudades más bonitas de Portugal, sino de Europa. Una urbe dinámica que ofrece multitud de atractivos.

Viaja en el tiempo subiéndote a uno de sus legendarios tranvías amarillos, cómete un pasteis de nata en los bonitos barrios de Mouraria, Graça y Alfama o sube en funicular hasta Bairro Alto.

Braga

Braga está situada en el norte de Portugal y fue fundada hace más de 2000 años. La ciudad es una de las más antiguas del país y la tercera más grande de Portugal, después de Oporto y Lisboa. Con sus iglesias y jardines, Braga figura entre las ciudades más bellas del país. Hay aquí algunas atracciones que no puede perderse:

  • La Catedral de Braga, magnífico ejemplo de arquitectura religiosa, enraizada en la historia y la espiritualidad de la ciudad, testigo de siglos de cultura y devoción;
  • El Santuario do Bom Jesus do Monte se encuentra en la cima de la colina de Braga y es conocido por su escalinata con más de 600 escalones. Desde lo alto, se puede disfrutar de la vista de la ciudad.

Cascais

Cascais, justo al lado de Sintra, es otra de las maravillas del país portugués y, por supuesto, una de las mejores ciudades de Portugal por varias razones.

Es una urbe ordenada, coqueta y muy cómoda, de ahí que en el pasado fuera un destino preferido por los nobles. Hoy en día destaca por su encantadora arquitectura, sus playas y su extensa oferta gastronómica.

Guimaraes, una ciduad con historia en Portugal

Si hay una ciudad con historia y tradición en el país luso, esa es Guimaraes. Castro milenario que ya existía como asentamiento romano en los tiempos de Trajano, se cuenta que en el siglo XII nació el primer rey de Portugal entre sus murallas.

Su bien conservado casco histórico es Patrimonio de la Humanidad, un entramado de callejuelas que conducen al castillo y al palacio de los duques de Bragança. A tan sólo una hora en tren de Oporto, Guimaraes se convierte en la excursión ideal para un viaje de ida y vuelta.