Cuando Isabel II dio el "sí, quiero" a construir el Castillete del Retiro probablemente no se imaginaba que casi doscientos años más tarde un tuit –¿qué es eso?– se haría viral por esa misma construcción. O, mejor dicho, por su reforma. Y no en el buen sentido.
Fue el primer telégrafo óptico en Madrid antes de convertirse en la primera sede de la actual Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Su construcción se hizo a mediados del siglo XIX con el permiso de la hija de Fernando VII. La condición, que fuese "digna para el caso de que S.M. y su Augusta familia la honre con su presencia", tal y como se recoge en la concesión de permiso.
Pues bien, lo que en su momento parecía pretender ser la envidia de todos los castillos, hoy se compara en redes sociales con los Exin Castillos, los Playmobil o un parque temático estándar sin toboganes a los lados.
El primer telégrafo madrileño
Se encuentra en la parte alta del Parque del Buen Retiro, en el número 2 del Paseo de Uruguay, cerca de la avenida de Menéndez Pelayo a la altura de la Torre del Retiro, el edificio de ladrillo de Luis Gutiérrez Soto construido a comienzos de los 70. Aunque los orígenes de este (ahora polémico) castillete no están claros, hay tres nombres principales asociados a su construcción: Fernando VII, su coetáneo arquitecto Isidro González Velázquez y la hija del primero, Isabel II.
Si bien la edificación se suele relacionar como uno más de lo caprichos del monarca, sus primeros planos lo enmarcan en la segunda mitad del siglo XIX con fines telegráficos. Concretamente, como un telégrafo óptico. ¿Y qué es esto? Un modo de comunicación que permitía mandar señales entre torres situadas entre puntos distantes, por lo que la ubicación del castillete del Retiro para la línea Valencia-Barcelona era la ideal.
Sin embargo, poco después la telegrafía óptica pasó a ser eléctrica, lo que hizo que su uso pasase a manos del Instituto Central Meteorológico, convirtiéndose en la primera sede de la que hoy conocemos como la AEMET. Pero a mediados del siglo XX, cuando la Meteorología fue ganando importancia, los Servicios Meteorológicos se ampliaron y fueron trasladados a Ciudad Universitaria. ¿Y qué pasó entonces con la construcción "digna para el caso de que S.M. y su Augusta familia la honre con su presencia"? Que quedó abandonada.
El castillete fue deteriorándose hasta que, en 2021, el Ministerio de Transición Ecológica aprobó su reforma con el fin de convertirlo en un Museo Metereológico que recupere esa esencia de lo que fue de una manera divulgativa. Unas obras que cuentan, inicialmente, con un presupuesto de 3,7 millones de euros.
"Salou Tapas, welcome"
Esta sería la perfecta historia de superación de un castillo si no fuera por una foto que publicó @ArteEnMadrid, una cuenta que publica contenido del patrimonio de la capital de manera activa en X. En ella, mostraba los avances en las obras del castillo.
"Hay horrores, hay espantos, y luego está esto", "¿No conviene demolerlo y volver a empezar?" o "¿Quién va a vivir dentro, un playmobil?" son algunas de las primeras reacciones en forma de tuit a la reforma. Referencias a los famosos castillos Exin, los playmobil y sus respectivas ediciones fotográficas ("Salou Tapas, welcome") no se han hecho esperar en lo que parece una gran unanimidad: el castillete no gusta. O, como dirían los más optimistas, "podría estar mejor".
Los planos: pic.twitter.com/KRQQnDF7Im
— Strigel (@MiAnSimon) August 21, 2024
Quién va a vivir dentro? Un Playmobil? https://t.co/ABVjU3MK3B
— S. (@Lezo722) August 21, 2024
Y dado que el castillete no puede defenderse por sí mismo, la Agencia Estatal de Meteorología también ha hablado de la reforma en redes, exponiendo las tres claves de la construcción. Entre ellas, "una complejísima obra que debe respetar el origen y el entorno protegido", como ha publicado en su cuenta de X.
El castillete original y la belleza subjetiva
En cualquier caso, conviene echar la vista atrás y conocer cómo era el castillete original. Y lo cierto es que los elementos principales no distan mucho de los que actualmente vemos en la reforma: una construcción que se asemeja a un castillo medieval con cuatro torreones, tres pisos y una cubierta plana.
Guste más o menos, habrá que esperar a que terminen las obras para que cada uno pueda decidir si el Castillete está bien en el Retiro, o estaría mejor en una tienda de juguetes.
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hace 3 meses
El fallo es que no han respetado la antigua construcción, incluso han añadido una horterada arriba